La declaración de Oltra: "No lo sé", "no hubo interferencias", "los técnicos decidieron"

La exvicepresidenta de la Generalitat, Mónica Oltra, enfocó el pasado lunes toda su declaración ante el instructor de la causa abierta por la gestión en el caso de abusos por el que fue condenado su exmarido en tratar de desvincularse de toda acción de sus subordinados y funcionarios. Hasta el punto de manifestar que, a día de hoy, ni siquiera ha leído el expediente informativo que concluyó que el relato de la víctima, Teresa Tanco, no era creíble, pese a que posteriormente dos sentencias hallaron culpable a Luis Ramírez.

Según el relato de la comparecencia, al que tuvo acceso El Confidencial, Oltra trazó una serie de respuestas al largo e intenso interrogatorio del juez y del fiscal, que se prolongó durante más de siete horas, en las que mostró un perfil de desconocimiento absoluto de los pasos que se iban dando en su departamento, la Conselleria de Igualdad. "Es una decisión técnica que tomaron los profesionales según su leal saber y entender"; "no interferí en ninguna actuación"; "yo en aquel momento no sabía quién se encargaba de qué"; "en la Territorial de Valencia hay 1000 personas trabajando"; "hoy es el día que no he leído ese expediente", son frases que salpican cualquier pregunta sobre la labor de subordinados y técnicos y las acciones que se realizaron por la Conselleria de Igualdad. La alusión a la autonomía de criterio en la toma de decisiones de los técnicos trufó toda su comparecencia.

La dirigente de Compromís alega desconocimiento de los hechos incluso cuando quien fue su pareja fue apartado temporalmente de sus funciones en el centro Niño Jesús de Valencia entre febrero y marzo de 2017. En esas fechas, la directora del centro y técnicos de la sección de menores realizaron una primera evaluación de la menor que no fue concluyente y no fue comunicada a la Fiscalía de Menores. Según declaró la directora del centro de menores, Ramírez fue apartado temporalmente de su trabajo, en virtud de los protocolos existentes. A preguntas del magistrado sobre las razones que le había dado su exmarido de no estar acudiendo a su puesto de trabajo, Oltra aseguró que estaban ya prácticamente separados, aunque convivían todavía en el mismo inmueble.

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Esta fue su explicación: "Fue un mes con mucha actividad porque yo tenía que desplazarme fuera de Valencia y estuve en Bruselas y estuve en Madrid, y, para la conciliación con los niños en casa, si yo no estaba en casa, tenía que tirar de mi madre porque todavía eran pequeños. Él trabajaba de noche semana sí y otra no, y en ese intervalo le dije que me tenía que ir fuera y él me dijo que le debían días y que no me preocupara de los niños que él los iba a atender".

La dirigente de Compromís argumentó de una forma similar a la hora de responder a un periodo clave para la investigación, el momento en el que tuvo conocimiento de las diligencias penales y se activaron los mecanismos de la 'conselleria' que altos cargos y funcionarios defienden como correctos y las acusaciones consideran que fueron dirigidas a socavar desde la Administración el relato de la entonces menor sobre unos abusos que ya estaban bajo la lupa del juez.

Oltra insistió en que se enteró por una llamada telefónica de su propio exmarido de las diligencias el 4 de agosto de 2017, cuando se encontraba de vacaciones. Y puso los hechos en conocimiento de su jefe de Gabinete, Miquel Real, para que averiguase si en la 'conselleria' sabían lo que estaba pasando. "El día 4 yo no diría que tuve conocimiento del auto de medias cautelares, sino lo que tuve fue una llamada de teléfono de mi ex, porque yo estaba de vacaciones con mi madre en Alcossebre. Como había dificultad de comunicación telefónica, le pedí que me leyera la primera hoja y ahí es donde me di cuenta de que había unas previas. Yo de las diligencias de investigación penal obviamente no sabía nada y le puse de manifiesto lo que significaba", señaló.

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No fue hasta el 14 de agosto cuando la menor fue trasladada de centro, en virtud de la orden de medidas cautelares que la Fiscalía había dictado en julio. La instrucción ha aclarado que la 'conselleria' no recibió por registro de entrada formal de esas medidas hasta el 8 de agosto.

Sin embargo, Oltra señaló que, durante todos esos días, no tuvo ningún conocimiento de los pasos que estaba dando su departamento porque uno de sus hijos fue hospitalizado con una apendicitis que derivó en una peritonitis y estuvo ingresado en el Hospital La Fe con un cuadro de salud muy complicado que la llevó a suspender un viaje que tenía previsto realizar a los Pirineos. En esos días, el subsecretario de la vicepresidencia, el actual secretario autonómico de Hacienda, Francesc Gamero, remitió a los altos cargos de la 'conselleria' un escrito ordenando la colaboración máxima con la Fiscalía. "Sé que en un momento dado mi jefe de gabinete me dijo 'céntrate únicamente en el niño', que las actuaciones técnicas se estaban llevando a cabo y que las actuaciones estaban en manos de quien tenían que estar", explicó.

"Esos 15 días que eran mis días de vacaciones, los pasé en La Fe. El día 16 de 17 (sic) agosto dieron de alta a mi hijo por primera vez hasta que lo reingresaron. Esos días estaba en el hospital y en algún momento también vino el jefe de gabinete cuando el niño estaba en planta, pero yo no estaba operativa, porque lo que le había pasado al niño era muy grave, hasta el punto de que un médico le dijo que había estado en situación muy justa", declaró. "Mis preocupaciones esos días eran que mi hijo no se muriera y por tanto no tuve intervención ni decisión alguna sobre este tema".

Esos días son claves, porque el 8 de agosto la Dirección General de Infancia solicitó a la Dirección Territorial la apertura de un expediente informativo sobre la menor tutelada, que es el que está bajo la lupa de los investigadores. El expediente, que incluyó una evaluación de una psicóloga del Instituto Espill que dio "poca" credibilidad a la menor, se instruyó en paralelo a la investigación judicial. Concluyó que el relato de Teresa Tanco no era creíble. Fue remitido a la Fiscalía de Menores, pero no se incorporó a la causa contra Luis Ramírez en el primer juicio. De hecho, tras una primera condena, y tras conocerse su existencia, un recurso de Ramírez llevó a la Audiencia de Valencia a decretar la nulidad parcial del primer juicio para aportarlo como prueba.

En una segunda vista oral en la que no se admitieron otras nuevas pruebas, el tribunal volvió a condenar al exmarido de Oltra en una sentencia que puso en cuestión la intencionalidad real del informe de Espill y la actuación de la Conselleria de Igualdad. El fallo no es todavía firme, están pendiente de un recurso ante el Tribunal Supremo, pero esas sospechas sobre la gestión del departamento de Oltra fueron reproducidas por la Audiencia Provincial y son la base de la denuncia penal que presentó Teresa Tanco, asesorada por el abogado de la formación de extrema derecha España 2000, José Luis Roberto, contra los altos cargos y funcionarios de la Conselleria de Igualdad por la que ha terminado imputada la exvicepresidenta de la Generalitat.

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Oltra insiste en defender la labor profesional de técnicos y funcionarios y en desvincularse de cualquier interferencia. Sin embargo, en unas declaraciones públicas efectuadas ante los medios de comunicación en marzo de este año, la 'exconsellera' aseguró que había sido ella la que había encargado el polémico expediente informativo "para saber qué había pasado".

Esa manifestación es la que llevó al juez Vicente Ríos a solicitar su investigación al TSJ cuando Oltra era aforada por su condición de miembro del Gobierno valenciano, lo que forzó su renuncia a todos los cargos. El instructor admitió que no había ninguna otra prueba directa contra ella. Este lunes, la veterana política tuvo que hacer malabarismos argumentales para desdecirse de sus propias palabras. Oltra explicó que se atribuyó la orden de apertura del expediente por un "estallido emocional".

"El día previo se había producido la imputación de cinco personas, incluida la de la directora general, y mi hijo me preguntó cuando oyó la noticia en la radio que si esas personas no eran compañeras mías y si no tenían familia. Me preguntó si esas familias no estarían padeciendo también. Y creo que esta pregunta de mi hijo fue lo que me desató también, tras un desayuno informativo con los medios sobre la renta valenciana de inclusión en el que las preguntas iban enfocadas a las imputaciones. Fue un momento de alta tensión emocional. Incluso recuerdo que tras los periodistas se encontraba una funcionaria llorando. A mí me parecía muy injusto que, por lo que considero que era una cacería política de la extrema derecha, personas que pienso que no deben estar encausadas, porque el blanco de la persecución era yo, ellos y su familia estuvieran padeciendo. Fue mi manera de desahogarme".

Habrá que ver si el juez se cree la tesis del desahogo o sigue adelante la instrucción contra la exvicepresidenta valenciana.