Oltra queda a merced del juez tras defender su inocencia y el trabajo de los técnicos

Tras un duro interrogatorio de más de siete horas del juez instructor y del fiscal, la exvicepresidenta valenciana Mónica Oltra insistió este lunes en desvincularse de la gestión del expediente administrativo sobre el caso de abusos a una menor tutelada por la Generalitat por el que fue condenado su exmarido, Luis Ramírez. La dirigente de Compromís compareció por primera vez en la Ciudad de la Justicia de Valencia en calidad de investigada en una causa en la que hay otras 13 personas imputadas entre altos cargos, funcionarios de la Conselleria de Igualdad y técnicos de menores que tuvieron alguna participación en la tramitación del caso de Teresa Tanco en 2017, cuando se denunciaron los abusos.

Tras su declaración, en la que solo contestó a preguntas del juez, del fiscal y de abogados defensores, muy medida y trabajada con su equipo legal, el magistrado debe decidir ahora si practica nuevas diligencias, si dicta auto de procesamiento o si sobresee la causa para todos o para algunos de los investigados. El instructor tiene pendiente resolver algunas peticiones de la Fiscalía y de las acusaciones, como la de incorporar los correos corporativos entre los altos cargos de la Conselleria de Igualdad que incluían mención a los hechos investigadores.

Lo que acuerde el juez puede condicionar la vida política valenciana. Compromís ha dejado abierta la posibilidad de que Oltra vuelva a encabezar la candidatura a la presidencia de la Generalitat, pese a que está ejecutando 'de facto' un relevo en el liderazgo de la formación a través de la nueva vicepresidenta, Aitana Mas. Los valencianistas creen que no hay pruebas directas contra la que ha sido su lideresa durante muchos años y confían en un sobreseimiento. Está por ver que la propia Oltra quiera asumir de nuevo el reto electoral si sale exonerada de la causa judicial. "Es el tiempo de la Administración de Justicia y de esperar. Espero que todas las explicaciones que he dado convenzan a quien tienen que convencer, ahora es el momento de tener paciencia", señaló Oltra al terminar su declaración pasadas las siete de la tarde. A preguntas de los medios de comunicación, no quiso especular sobre un posible regreso en caso de resultar desimputada. "No es el momento", dijo.

La percepción en el ámbito de las acusaciones es que la actitud incisiva del fiscal y del propio juez indica que a la instrucción le queda todavía recorrido y que es muy probable que termine en un auto de procesamiento y apertura de juicio oral. Por ahora, están pendientes de presentar escritos de las partes pidiendo nuevas pruebas que el instructor tendrá que resolver. El magistrado ya aludió en sus escritos al TSJ a la posible existencia de un concierto de los investigados para desacreditar a la menor. Habrá que ver qué pasos da ahora, una vez escuchada Oltra.

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Acompañada por un grupo de militantes de Compromís, entre ellos altos cargos de la Generalitat como la secretaria autonómica de Salud Pública, Isaura Navarro, o Iván Castañón, el secretario autonómico de la vicepresidencia que ahora ocupa Aitana Mas, Oltra reapareció a primera hora de la mañana tras muchas semanas fuera del foco público desde que dimitió el pasado 21 de junio de todos sus cargos institucionales tras ser imputada por el Tribunal Superior de Justicia autonómico.

Despojada del fuero al renunciar a sus puestos, la dirigente valencianista se enfrentaba a Vicente Ríos, un exhaustivo juez de instrucción que ha llevado la causa desde el principio. Como se esperaba, fue un interrogatorio largo y detallista, en el que Oltra insistió en que nunca dio instrucciones sobre cómo gestionar el expediente que afectaba a su marido y que lo único que hizo fue ordenar a su equipo la máxima colaboración con la Fiscalía en cuanto tuvo conocimiento de la existencia de las diligencias, el 4 de agosto de 2017. Esos días, manifestó, uno de sus hijos había sufrido una peritonitis que le tuvo ingresado en el Hospital La Fe con un cuadro grave, razón por la que apenas pudo estar pendiente de los asuntos de la 'conselleria'. Oltra explicó que trasladó a su jefe de gabinete, Miquel Real, la información sobre el requerimiento judicial que le había trasladado su propio exmarido, con el que compartía residencia, aunque en la práctica eran ya un matrimonio separado, según su relato.

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La exvicepresidenta justificó en un "estallido emocional" su manifestación ante los medios de comunicación en que afirmó que ella había encargado el expediente de evaluación de la menor cuando ya había en marcha una investigación judicial sobre los abusos. Según explicó al juez y reiteró al fiscal Jaime Cussac, también muy incisivo, realizó estas afirmaciones por arropar a los técnicos de su departamento al considerar que los instigadores del procedimiento, la propia víctima asesorada legalmente por José Luis Roberto, el abogado de la formación de extrema derecha España 2000, la asociación Gobierna-te, de Cristina Seguí, y Vox, tenían como objetivo "una cacería política" contra ella que estaba teniendo como resultado la investigación judicial de sus subordinados.

Sobre el hecho de que nadie creyese el relato de la menor y los informes de evaluación psicológica desacreditasen la versión de la víctima, Oltra defendió la labor de los técnicos y los protocolos, llegando a hacer una analogía con la Conselleria de Sanidad, en el sentido de que una 'consellera' nunca cuestionaría o entraría a tratar de influir en el diagnóstico de los médicos sobre un paciente. Sí admitió que a raíz de ese caso se modificaron algunos protocolos, como el de comunicar a la Fiscalía de Menores cualquier alusión a posibles abusos sexuales, incluso antes de ser evaluados en primera instancia por la sección de menores.

Sobre si tanto la directora del centro privado en el que se produjeron los abusos, el Niño Jesús de Valencia, como la sección de menores de la 'conselleria' sabían de su relación marital con el condenado por abusos, Oltra afirmó que puso esta circunstancia en conocimiento de sus subordinados inmediatos cuando accedió al cargo en 2015 por razones de trasparencia, pero dijo desconocer si esa información había llegado a todo el personal vinculado directa o indirectamente con su departamento.