PP y Bildu presentan una enmienda idéntica para reprobar a Marlaska en el Congreso

El Congreso de los Diputados acogerá este jueves un pleno en el que PP, ERC y Junts, inusualmente, votarán exactamente lo mismo en uno de los puntos del día, mientras los dos partidos del Gobierno lo harán en sentido contrario. La Cámara Baja debatió este miércoles, y someterá a votación 24 horas después, la reprobación del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, por su gestión de la tragedia de la valla de Melilla, en junio de 2022, que se saldó con decenas de muertos y que ha situado España en el foco internacional. Los populares y Bildu, además, han registrado dos enmiendas idénticas sobre este caso.

El PP registró en diciembre una moción para reprobar a Marlaska, denunciando su "falta de sensibilidad, la ocultación de información, los datos falsos facilitados y sus mentiras vertidas en sede parlamentaria", y reclamando, además, bien su dimisión, bien su destitución por parte de Pedro Sánchez. El texto tilda de "pésima" su gestión y alude a su "espiral de mentiras". En las enmiendas a la iniciativa, registradas este lunes, los conservadores añadieron un nuevo punto, que afecta al joven sudanés Basir, retornado a Marruecos tras haber cruzado la frontera —un claro ejemplo de devolución en caliente— y peticionario de asilo. El texto es calcado al registrado por EH Bildu, en las antípodas ideológicas, aliado parlamentario del Gobierno, pero muy crítico con la gestión de Marlaska.

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El texto aboga por "proceder de forma inmediata al traslado desde Marruecos a España del joven sudanés Basir, expulsado en Melilla el 24 de junio de 2022, para la concesión de protección internacional al encontrarse el mismo en situación de grave riesgo para su vida al ser perseguido por ser cristiano dentro del contexto del conflicto armado que sufre su país". El PP registró la iniciativa casi una hora antes, pero la enmienda de Bildu va más allá, al reclamar la apertura de "una investigación exhaustiva y transparente sobre lo ocurrido desde el Ministerio del Interior", y hace referencia a las "posibles violaciones de derechos producidas" por parte de Interior y de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado.

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Ambos partidos quitan hierro a esta "coincidencia": "El texto es el solicitado por los abogados del solicitante de asilo, Basir, a los partidos", explican desde Bildu. Los populares coinciden en el diagnóstico y restan importancia a lo que califican como una "coincidencia técnica", ya que en absoluto, aseguran, ha existido contacto con los abertzales. A su vez, el partido de Alberto Núñez Feijóo ha solicitado la comparecencia urgente de la subsecretaria de Interior, Isabel Goicoechea Aranguren, para explicar los motivos por los que no se ha resuelto la solicitud de asilo del joven, por la que también se han interesado en preguntas escritas al Gobierno.

En un Congreso fuertemente tensionado por la división en el Ejecutivo a cuenta de la ley del solo sí es sí, y por la pelea entre PSOE y Unidas Podemos por la ley de bienestar animal, que se vota unas horas antes de la reprobación, la iniciativa contra Marlaska se ha convertido en una patata caliente que distintas fuerzas utilizan unas contra otras. En el PP, ponen el foco en el sentido de voto de Vox, que ha quedado en el aire.

Los conservadores señalan que el partido de Santiago Abascal, que con su abstención permitió la convalidación del decreto de los fondos europeos, en enero de 2021, podría llegar a alinearse con el Gobierno para no coincidir con Bildu y ERC. En su intervención de este miércoles, la diputada de Vox María Teresa López afirmó que "sobran los motivos" para reprobar a Marlaska, pero devolvió el golpe. Aseguró que el PP "se equivoca en los motivos" y no se centra "en lo importante": que el salto a la valla fue "un ataque a nuestra patria".

También aprovechó para cargar contra los conservadores, a los que acusó de alinearse con Bildu y ERC para "señalar a los efectivos de la Guardia Civil por su actuación" en la valla, en referencia a la visita a la zona efectuada por los portavoces de la Comisión de Interior, en noviembre, de la que Vox decidió borrarse. A última hora de la tarde, la previsión de los socialistas era que la iniciativa no recabara los votos necesarios, si bien mantenía enfrentadas a fuerzas de distinto signo, y el rechazo a Marlaska favorecía alineamientos anómalos.

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Por lo pronto, el Partido Popular ha sumado a los republicanos —profundamente enfrentados con Marlaska— y a Junts, si bien Ciudadanos, Bildu o la CUP también han dejado abierto el sentido de su voto, y no han dudado en cargar contra las "mentiras" del ministro. Unidas Podemos tiene a Marlaska en su diana casi desde el arranque de la coalición; puede ser, junto con Margarita Robles (Defensa), el ministro más alejado de sus posiciones, pero no pueden respaldar la reprobación al formar parte del Gobierno.

La portavoz de ERC en el debate del miércoles, María Carvalho, respondió al ministro, porque "todo Dios" le ha "desmentido" al afirmar que no hubo devoluciones en caliente, mientras la CUP, el PNV o los partidos del Gobierno criticaban la falta de credibilidad del PP al plantear esta reprobación, tras su gestión de la tragedia del Tarajal, en 2014, que se saldó con la muerte de 14 inmigrantes.

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Mikel Legarda, portavoz adjunto del PNV, aseguró que el Partido Popular "aprovecha" los hechos para su "ajuste de cuentas" con el ministro del Interior, y confirmó que su grupo no apoyará esta reprobación. También les reprochó que unan la reprobación a la iniciativa sobre Basir, sobre la que la mayoría de portavoces se han pronunciado. A los conservadores no les importaba: habían conseguido el objetivo de desgastar a Marlaska evidenciando nuevamente que hasta los aliados parlamentarios del Ejecutivo quieren que salga del Ministerio del Interior lo antes posible.