Qué es la "tierra de nadie" donde según Marlaska tuvo lugar la tragedia de Melilla

Los hechos ocurrieron “en tierra de nadie” y de manera “muy tangencial” en España. Ese es el argumento que mantiene el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, para negar que la tragedia del 24 de junio en la valla de Melilla registrara muertos en suelo español. No le cree el PP, que ya ha pedido su dimisión. Tampoco convence a los aliados parlamentarios del PSOE, que exigen una investigación. Podemos, parte del Gobierno encabezado por Pedro Sánchez, también sostiene que hubo muertos en suelo español.

Delimitar dónde se produjeron las muertes es clave para determinar las responsabilidades en el marco de las diligencias abiertas en la Fiscalía sobre lo sucedido. A lo largo de los últimos días se han difundido numerosos vídeos e imágenes que permiten arrojar luz sobre ese tramo entre España y Marruecos en el que se produjo la tragedia.

Opinión

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Javier Caraballo

La multitud de 1.700 migrantes que trataron de alcanzar el territorio europeo hace cinco meses llegó sin apenas resistencia desde las montañas hasta el puesto fronterizo de Barrio Chino que separa las localidades de Nador y Melilla. Según la siguiente imagen, ahí hay una zona más amplia y otra más pequeña. Según informa Interior, la grande depende de Marruecos y la pequeña es la “zona de nadie” que el ministerio prefiere denominar área de intervención conjunta. Las fuentes parlamentarias consultadas discrepan, afirman que el perímetro grande es donde operan españoles y marroquíes, y el pequeño está controlado por las fuerzas de seguridad de España. Añaden que legalmente toda la zona coloreada pertenece a Melilla.

Grande-Marlaska explicó el 21 de septiembre en el Congreso de los Diputados que la multitud de migrantes se dividió en dos grupos. “El primero contenía la acción de las fuerzas de seguridad de Marruecos mediante piedras y palos, y el otro es el que trata de forzar las puertas de seguridad con hachas y una sierra”, dijo. Ese segundo grupo es el que se encontraba en la zona señalada en el mapa con el recuadro grande, donde quedaron atrapados. Para acceder a esa zona, el ministro relató que “varias personas escalaron hasta el tejado del puesto fronterizo y hostigaron a las fuerzas de seguridad”.

“Como resultado de estas actuaciones —narró el ministro— una de las puertas de seguridad marroquíes se logra forzar con violencia permitiendo el acceso a tierra de nadie de parte del grupo, pero actuando como peligroso embudo cuando cerca de un millar de personas intenta atravesarla y, por tanto, generando un embotellamiento que puso en riesgo la integridad de centenares de personas”.

Según los parlamentarios de la Comisión de Interior del Congreso, tras vencerse esa puerta de seguridad, los migrantes accedieron a un terreno que ya sí es inequívocamente suelo español. Es el que corresponde al recuadro pequeño de la imagen anterior, que en la siguiente fotografía aparece en azul.

El primero en alzar la voz sobre la cuestión territorial de la tragedia fue el parlamentario de Bildu, Jon Iñarritu. Así se lo dijo al ministro durante su comparecencia en el Congreso: “No tienen más que ir al catastro para ver dónde están los límites de España. Eso que usted ha dicho, que fue en tierra de nadie, no existe en derecho internacional. Es territorio español”. El diputado vasco se basa en los datos públicos del Instituto Geográfico Nacional y del Catastro. Según su tesis, gendarmes marroquíes arrastraron cuerpos sin vida desde suelo español hasta Marruecos en el marco de la nueva política de relaciones entre ambos países que incluye un refuerzo en la colaboración en materia migratoria.

Las siguientes imágenes muestran, desde ese recinto pequeño, las puertas donde se amontonaron los migrantes. Una de estas verjas, concretamente la de la derecha, es la que cedió ante la avalancha provocando una montaña de cuerpos apilados tal y como admitió el ministro. Recientemente ha sido reparada y reforzada con unos hierros que le dan más robustez, según el testimonio de los parlamentarios que la visitaron el lunes.

Durante esa vista, los políticos no pudieron acceder a la zona grande, tan solo a la pequeña, como atestigua el siguiente vídeo tomado por uno de los políticos que le ha cedido las imágenes a El Confidencial. Se aprecia el vallado que cedió por la avalancha, ya reforzado.

Otros vídeos difundidos sobre lo sucedido permiten ubicar en ese punto exacto, es decir, en el recinto pequeño, la avalancha de la que habló el ministro al describir el embudo provocado por el intento de entrada masiva. A partir de las imágenes es difícil acreditar el estado de salud exacto de los afectados. No se aprecia tampoco ningún sanitario que pueda atenderles. Será prácticamente imposible, por tanto, acreditar que hubo muertos. Sí se ven en las imágenes, en cambio, a gendarmes marroquíes que retiran cuerpos, algunos de ellos inertes. Desde el Ministerio del Interior insisten en que eso es zona de actuación conjunta, tierra de nadie. Según su discurso, eso no es España.

El Departamento que dirige Fernando Grande-Marlaska recurre a algunos detalles de las imágenes para sostener su posición. Indican que, en un extremo del perímetro grande, ondea una bandera de Marruecos. También llaman la atención acerca de que en ese tramo del puesto fronterizo hay concertinas y el actual Gobierno las retiró en su totalidad.

Los parlamentarios de la Comisión de Interior del Congreso rebaten también estos argumentos. Matizan que la bandera de Marruecos ondea, pero ya en la zona marroquí, no en el patio. El diputado Iñarritu desmiente que el Ejecutivo socialista haya culminado la promesa de retirar todas las concertinas. Acusa a Interior de estar variando su discurso a medida que se van conociendo más detalles de lo que pasó.

La crisis política que afecta al Gobierno y a la figura de Grande-Marlaska en particular se ha reactivado a partir de la publicación hace días de una investigación de la BBC sobre los hechos. La televisión pública británica abunda en las sospechas sobre el papel de España y el lugar donde murieron los migrantes. También afirman que el ministerio les impidió ver todas las imágenes de la tragedia. En el documental, uno de los periodistas ingleses habla con un guardia civil en la misma valla de las imágenes anteriores. Lo que explica el agente es que los migrantes se amontonaron unos encima de otros y los guardias civiles tuvieron que retroceder porque sus vidas corrieron peligro.

Este martes, el Gobierno contestó a una pregunta parlamentaria que le hizo Bildu sobre la territorialidad del lugar en el que se produjeron estos hechos. El Ejecutivo facilitó un enlace de descarga de las hojas del Mapa Topográfico Nacional (formato ráster) correspondiente a Melilla, que contiene la información cartográfica de mayor resolución de que dispone el Instituto Geográfico Nacional. Los resultados, según la formación abertzale, delimitan claramente la finca en la que se produjo todo el suceso como territorio español a efectos legales, aunque de facto no ejerza su soberanía en ella. Las fronteras o los territorios, añaden, solo se pueden modificar con acuerdos entre países.

En paralelo a lo sucedido en esa “tierra de nadie”, cientos de migrantes lograron acceder a España por otra vía, como acredita un vídeo difundido esta semana por el ABC. Además de la investigación de la Fiscalía, el Defensor del Pueblo también indaga sobre lo sucedido a partir de las denuncias recibidas. El pasado 14 de octubre, el departamento que dirige el socialista Ángel Gabilondo acusó a Interior de incumplir la ley aquel día: "Se efectuó un rechazo en frontera de 470 personas sin contemplarse las previsiones legales". El ministerio defiende que se hizo todo "dentro de la más estricta legalidad".

La gran mayoría de los subsaharianos que trataron de llegar a Europa aquel día procedía de Sudán. España otorga el asilo a nueve de cada 10 sudaneses que lo solicitan, pero para ello tienen que conseguir pedirlo. Les esperaba, por tanto, una protección casi segura, a juzgar por los datos del Ministerio del Interior consultados. “El mensaje que se les traslada es el siguiente: ‘Si llegáis, os vamos a dar asilo, pero vamos a hacer todo lo posible para que no lleguéis”, lamentó tras aquella tragedia en declaraciones a El Confidencial la directora de Políticas y Campañas de CEAR (Comisión Española de Ayuda al Refugiado), Paloma Favieres.