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El Gobierno recula y asume que deberá "hablar" con el PP para la reforma del solo sí es sí
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CONFÍA EN LA ABSTENCIÓN DE PODEMOS

El Gobierno recula y asume que deberá "hablar" con el PP para la reforma del solo sí es sí

La Moncloa reconoce que necesita acercarse a los populares y ya prioriza sumar los votos. Génova acerca posturas con el PSOE, mantiene la mano tendida y defiende a Llop de Podemos

Foto: El presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, durante la sesión de control al Gobierno este miércoles en el Congreso. (EFE/Mariscal)
El presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, durante la sesión de control al Gobierno este miércoles en el Congreso. (EFE/Mariscal)

El PSOE ha pasado en 48 horas de pretender que su reforma de la Ley de Garantía Integral de la Libertad Sexual salga adelante con todos los grupos parlamentarios "menos con la derecha", a asumir el apoyo del PP. El portavoz de los socialistas en el Congreso, Patxi López, insistía el lunes en que no negociarían con los populares los cambios en la norma del solo sí es sí, pero fuentes de la Moncloa avanzaban este miércoles que deben "hablar" con ellos. "Una cosa es hablar y otra negociar", matizan estas mismas voces, aunque reconociendo que su prioridad pasa por sacar adelante su propuesta, dejando en un plano secundario con quién lo hagan.

"Lo que está ahí fuera es que hay que arreglar este problema, no la preocupación de si votamos con el PP", explicaba en los pasillos del Congreso un ministro socialista. El objetivo del Gobierno es taponar la polémica por las rebajas de penas a agresores sexuales, que superan ya las 400. Una "alarma social" y un "desconcierto" entre los propios votantes socialistas, ante los que se minimiza el juego de las alianzas. Con todo, desde el PSOE no pierden la esperanza de lograr un respaldo transversal, al considerar que el resto de grupos están de acuerdo en lo esencial, abriéndose a "estudiar las enmiendas" que puedan presentar.

Foto: La ministra de Igualdad, Irene Montero, interviene durante el pleno del Senado. (EFE/Kiko Huesca)

El aislamiento al que se está viendo sometido el PSOE con su reforma tras el desacuerdo con el Ministerio de Igualdad, que trata de atraer a los socios parlamentarios a sus postulados, ha provocado que se intente sacar del foco de qué grupos provendrán los números, para poner en valor la necesidad de corregir la norma con la mayor premura posible. De hecho, los socialistas evitaron llevar en mano su propuesta de ley a la Mesa del Congreso para que la calificase y acelerar así los tiempos en la tramitación, porque "no teníamos garantizados los apoyos". De ahí que, pese a evitar el verbo negociar, sí se asuma la necesidad de hablar con el principal partido de la oposición.

Fuentes del PP aseguran esperar desde hace semanas ese contacto, pero se reafirman en su predisposición a apoyar la reforma del PSOE, un documento "calcado" al que los populares presentaron el pasado mes de diciembre para acelerar la modificación legal y frenar las atenuantes de penas a agresores sexuales, a excepción de dos disposiciones transitorias que están siendo estudiadas por los servicios jurídicos del partido para aportar "garantías" y evitar que haya condenados que puedan beneficiarse de algún modo de la nueva legislación. Si el texto da "seguridad jurídica", añaden, "seremos coherentes", sugiriendo que votarían a favor de la norma.

Es la única condición que Génova pone para facilitar con su sí la tramitación de la norma, aunque denuncian enérgicamente que el Gobierno vaya a perder otro mes por "estar más pendiente de guerras internas que de la defensa de las mujeres" y por no haber conseguido apaciguar las exigencias ni de su socio de coalición, ni del resto del bloque de investidura. En este punto, el PP espera que Sánchez renuncie a la "soberbia" y al "sectarismo" que, a su juicio, ha caracterizado la actitud del PSOE en esta cuestión, y levante el teléfono para negociar con los populares, el único partido que se ha ofrecido como salvavidas de la parte socialista del Ejecutivo para frenar las atenuantes de penas a violadores y su consiguiente desgaste electoral.

El PP sale en defensa de Llop: "Solo faltaría que condenemos a la gente sin pruebas"

Este miércoles, el partido de Alberto Núñez Feijóo fue un paso más allá y se alineó con la ministra de Justicia, Pilar Llop, frente a las críticas procedentes de Unidas Podemos en general, y de la ministra de Igualdad en particular. "Montero habla ahora de calvario probatorio, pues menos mal. Solo faltaría que no hubiese que probar las cosas, que condenemos a la gente sin pruebas", sentencian en el entorno de Feijóo, donde insisten en que "la base del derecho penal" pasa por garantizar la presunción de inocencia y que la víctima tenga que demostrar la agresión sexual. Cuestionan, además, la postura de Podemos respecto a mantener el consentimiento en el centro de la norma.

Así las cosas, el PP se acerca aún más a la postura del PSOE, que pasó por encima de Igualdad para reintroducir en la nueva normativa la necesidad de que exista violencia o intimidación para elevar las penas de una agresión sexual, un supuesto en el que el partido de Núñez Feijóo coincide, pero que trae de cabeza a Unidas Podemos. Pese a la predisposición de los socialistas a hablar con los de Núñez Feijóo, en Génova no esconden sus recelos respecto a esa predisposición y opinan que, como en otras muchas cuestiones, terminarán encontrando un punto de encuentro y volverán a dejar fuera al PP. "Parece que han montado un teatrillo para que cada uno atienda a su parroquia", sintetizan fuentes autorizadas.

Foto: La exvicepresidenta del Gobierno y diputada del PSOE, Carmen Calvo, durante un acto contra la violencia de género. (EFE/Celia Agüero Pereda)

Pedro Sánchez esquivó ayer en el Congreso la enésima mano tendida del PP para realizar la reforma juntos, pero evitando verbalizar un rechazo rotundo, como sí hizo su portavoz parlamentario el pasado lunes. "Rectifique y déjese ayudar por el PP", conminó la dirigente popular, Cuca Gamarra, al jefe del Ejecutivo durante la sesión de control al Gobierno. Sánchez ni siquiera entró a responder de forma directa sobre la reforma de la ley, aunque quiso deslizar su desconfianza sobre el apoyo de los populares, acusándolos de autodenominarse feministas mientras mantienen vivo en el Tribunal Constitucional el recurso a la ley del aborto. "Retiren el recurso y rompan sus acuerdos con la ultraderecha en distintos gobiernos", contraatacó el presidente socialista. En privado, fuentes de la Moncloa rebajaban todavía más el tono contra los populares, hasta el punto de asumir su apoyo.

La confrontación con los populares poniendo en duda su feminismo quedaría precisamente desbaratada con el apoyo en solitario de estos a la reforma. En Podemos y el Ministerio de Igualdad, explotaron desde el inicio este escenario. No en vano, el PSOE y el propio Pedro Sánchez están tratando de reivindicar con más fuerza durante los últimos días su etiqueta feminista. En plena guerra con el Ministerio de Igualdad, que lidera la dirigente de Podemos Irene Montero, y a un mes del 8-M, Día Internacional de la Mujer, los socialistas buscan reafirmar su "compromiso histórico con el movimiento feminista". En el trasfondo de esta batalla se dejan así asomar tintes electorales en lo relativo a reivindicar la bandera del feminismo.

Foto: Pedro Sánchez se reúne en el Congreso con diputados y senadores socialistas.

Para evitar que se dilapide este capital político, el PSOE intensificará las negociaciones con otros grupos parlamentarios para sumarlos a su reforma. Se pone el foco en el PNV, la formación con la que ven más opciones de acuerdo, y también en ERC, aunque sus posiciones son más alejadas, al situar como una línea roja que cualquier reforma a la ley sea avalada por el Ministerio de Igualdad. Con EH Bildu no se han abierto conversaciones, pero dan por hecho su alineamiento con Podemos en este asunto. Socialistas y morados pugnan así por atraer hacia sus propias posiciones a los socios parlamentarios.

En la parte socialista del Gobierno, admiten tener claro que no van a recibir un voto favorable de sus socios a su reforma. A lo que optan, al menos a día de hoy, es a que no la rechacen, optando por una abstención. Fuentes socialistas del Gobierno aseguran que hay discrepancias dentro del espacio de Unidas Podemos sobre la reforma. La posición de rechazo frontal solo la ha manifestado hasta ahora la parte morada, mientras que habría más proximidad con el resto de actores que forman este espacio (IU y comunes) liderado por la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz.

Malestar con la ministra de Justicia

El hecho de que dentro del grupo parlamentario de Unidas Podemos no se quiera visibilizar una ruptura en un asunto tan sensible como es la ley estrella de Igualdad, sobre todo cuando están negociando una candidatura conjunta, lleva a fuentes socialistas a abonar la opción de que finalmente puedan optar como punto intermedio por la abstención. "Ellos también tienen sus pulsos y sus demostraciones de fuerza", afirman estas mismas fuentes socialistas del Gobierno, aun confiando en que los diputados de Podemos no opten por un voto de rechazo si va contra del criterio de Díaz, IU y comunes, porque pondría en duda su voluntad de articular una candidatura conjunta bajo el paraguas de Sumar.

Foto: Irene Montero, junto a Ione Belarra y Victoria Rosell, en el acto de Madrid. (EFE/Sergio Pérez)

Las palabras de la ministra de Justicia, Pilar Llop, durante una entrevista este martes en la Cadena SER, justificando que se mantiene en el centro de la ley el consentimiento pese a introducir la agravante de violencia e intimidación porque "con una herida ya se puede probar que ha habido violencia", han encendido todavía más a sus socios. Desde Igualdad, precisamente, se rechaza la propuesta presentada por el PSOE y elaborada por Justicia, al entender que se desnaturaliza el consentimiento y las víctimas volverán a tener que pasar por un "calvario probatorio". En las filas socialistas, reconocen que la titular de Justicia no estuvo acertada en sus explicaciones y ha generado malestar interno por ofrecer munición a Podemos. Con todo, desde la Moncloa muestran su "respaldo total" a Llop y han trasladado la orden de rebajar la confrontación con los morados en público, lo que también coincidieron en criticar los socios parlamentarios.

El PSOE ha pasado en 48 horas de pretender que su reforma de la Ley de Garantía Integral de la Libertad Sexual salga adelante con todos los grupos parlamentarios "menos con la derecha", a asumir el apoyo del PP. El portavoz de los socialistas en el Congreso, Patxi López, insistía el lunes en que no negociarían con los populares los cambios en la norma del solo sí es sí, pero fuentes de la Moncloa avanzaban este miércoles que deben "hablar" con ellos. "Una cosa es hablar y otra negociar", matizan estas mismas voces, aunque reconociendo que su prioridad pasa por sacar adelante su propuesta, dejando en un plano secundario con quién lo hagan.

Pedro Sánchez Alberto Núñez Feijóo
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