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¿Hay futuro para las estaciones de esquí de Castilla y León con inviernos sin nieve?
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La oportunidad del esquí de montaña

¿Hay futuro para las estaciones de esquí de Castilla y León con inviernos sin nieve?

Temporadas de nieve más tardías y escasas como consecuencia del cambio climático. Las estaciones de esquí de Castilla y León, que inician este fin de semana una campaña que se prevé corta, se preparan para sobrevivir en este nuevo escenario

Foto: Esquiadores, en el Pirineo aragonés. (EFE/Javier Blasco)
Esquiadores, en el Pirineo aragonés. (EFE/Javier Blasco)

Las primeras nevadas de este invierno han llegado a mediados de enero y con ellas la apertura de la mayor parte de estaciones de esquí españolas. Es una temporada tardía y que se prevé corta. Que caiga menos nieve y dure menos tiempo en la montaña por la subida de la temperatura media son consecuencias del cambio climático que afectan de lleno a las estaciones de Castilla y León.

No es excepcional que en las estaciones leonesas, San Isidro y Leitariegos, la temporada se inicie ya mediado el mes de enero. “Viendo la estadística de los últimos 12 años, en cinco de ellos no se ha podido abrir la estación de esquí ni en el puente de diciembre ni en Navidades. En cinco ejercicios, la nieve ha llegado como este año, sobre el 15 de enero”, explica a El Confidencial Nicanor Sen, diputado de Turismo de la Diputación de León que gestiona las estaciones leonesas. Aunque lo significativo es que en los últimos años se acumula menos nieve y aguanta menos. "Existe una realidad que no podemos obviar, que es el cambio climático y al que estamos intentando adaptarnos”, asegura Sen, porque “normalmente a mediados de noviembre” solían producirse unas primeras nevadas que ahora ya no llegan o son insuficientes para abrir las instalaciones.

Foto: European Focus

Este problema que sufren las estaciones leonesas ubicadas en la cordillera cantábrica se repite en el resto de instalaciones de esquí de Castilla y León. La Pinilla (Segovia) y La Covatilla (Salamanca) se encuentran en el sistema central y el Punto de Nieve de Santa Inés (Soria), en el sistema ibérico. El aumento de la temperatura media anual les afecta de lleno, porque la cota en que la nieve se mantiene y no se funde rápidamente se está elevando.

Los estudios realizados por la Asociación Turística de Estaciones de Esquí y Montaña (Atudem) concluyen que estos efectos del cambio climático todavía no son una amenaza para el deporte del esquí en España, pero suponen ir adaptándose a esquiar a más altitud, algo que sí señala el futuro de las estaciones de esquí de Castilla y León.

En el caso de la estación Sierra de Béjar-La Covatilla, al sur de la provincia de Salamanca, están todavía más habituados a convivir con el problema de la falta de nieve. El concejal delegado del Ayuntamiento de Béjar para el centro turístico, Javier Garrido, asegura que "el sistema central presenta una característica siempre, y es que los frentes de norte no nos afectan demasiado. Es por ello que debemos esperar a las bajas temperaturas para poder fabricar nieve y algún frente del noroeste con bajas temperaturas". Aun así, subraya que "este año ha sido especialmente malo" y que es una tendencia que empieza a consolidarse. "Las precipitaciones escasas son evidentes. Todos hemos conocido épocas distintas. No tanto en cuanto a frío, porque los datos nos dicen que las temperaturas son similares, pero sí de las precipitaciones", dice Garrido.

Foto: Aficionados del esquí observan el Spitzmeilen en el Maschgenkamm de la estación de esquí de Flumserberg. (EFE/GIAN EHRENZELLER).

La otra estación del sistema central en Castilla y León es la segoviana de La Pinilla. Estos días ha podido abrir 400 metros de sus 15,5 kilómetros de pistas para iniciar la temporada. Aquí, el problema se recrudece. La campaña pasada (2021-2022) solo pudieron funcionar durante 10 días y venían de una temporada 2020-2021 aún peor, con solo dos días abiertos (afectada también por las restricciones provocadas por la pandemia).

Este panorama está acelerando la reconversión de las estaciones de esquí para mantener unas instalaciones millonarias y un sector económico muy relevante para esas provincias. Las estaciones se encuentran en un proceso de transformación para diversificar su oferta, pasando del turismo de esquí al turismo de montaña, que permite ofrecer servicios y actividades durante todo el año. "Está claro que las estaciones del sistema central deben adaptar sus estrategias a una actividad anual. Solo así podrán ser rentables económicamente", enfatiza Javier Garrido. Actividades y deportes que no dependan en exclusiva de la nieve.

Nuevas fórmulas para instalaciones deficitarias

"Las estaciones de esquí leonesas, a nivel económico, son todas deficitarias, pero existe una rentabilidad social que es en lo que se basa el mantenimiento de estas instalaciones", reconoce abiertamente Nicanor Sen, refiriéndose a San Isidro y Leitariegos. Ese déficit se cuantificó en 4,8 millones de euros el año pasado, tres millones en San Isidro y 1,8 en Leitariegos, según datos difundidos por la Diputación de León. Todo ello, en una gran temporada, en la que San Isidro marcó el récord de visitantes de los últimos 12 años. Algo muy distinto de lo que puede suceder este año.

La estación bejarana de La Covatilla también es de gestión pública, de ello se encarga el Ayuntamiento de la localidad salmantina y genera 50 empleos directos. Y también supone pérdidas. 700.000 euros en la temporada 2021-2022. "La gestión es municipal y en este caso, debido a que no se ha puesto en marcha otro tipo de actividad, el sector de la nieve dentro de la estación es deficitario. Pero no buscamos una rentabilidad económica excelente, sino dar un servicio a los ciudadanos para que el sector servicios se regenere. Queremos que con el impulso de La Covatilla haya emprendedores que quieran apostar por la ciudad", argumenta Javier Garrido. Porque, “cuando nieva, la comarca se beneficia. Muchos son los empresarios de nuestra comarca y alrededores que nos dicen que cuando hay nieve se mueve todo. Desde hoteles hasta apartamentos. Desde el comercio hasta las industrias auxiliares”.

Estos altos costes no pueden ser asumidos por todos. El Ayuntamiento de Riaza, en Segovia, acaba de ceder la gestión de La Pinilla a un grupo inversor madrileño que pagará un canon de 150.000 euros anuales. Las instalaciones cerraron 2022 con pérdidas de 400.000 euros y el consistorio reconoce que era incapaz de asumir los costes de mantenimiento.

Muchos empresarios dicen que cuando hay nieve se mueve todo

En todo caso, aseguran que el mantenimiento de las estaciones a pesar de las pérdidas es necesario para el desarrollo económico de la comarca y los municipios donde se ubican. Y por eso están inmersos en una profunda reconversión que cambie el uso de las instalaciones y permita atraer visitantes durante todo el año.

Pioneros en experimentar este cambio fueron en La Pinilla. Su bike park lleva funcionando casi una década. Se trata de circuitos para bicicletas de montaña que permiten mantener en funcionamiento los servicios de la estación y toda la industria turística de la comarca durante todo el año, con especial afluencia de miles de deportistas en verano. Ofrece 18 pistas con un total de 20 kilómetros de senderos. Algunos discurren por el bosque con módulos de madera o pasarelas y está considerado uno de los mejores bike parks de España.

La Covatilla, sin embargo, está apostando por una reconversión a centro turístico para disfrutar durante todo el año. Según Javier Garrido, "este año comenzarán las adjudicaciones de las obras para la construcción del centro de pernoctación en altura para deportistas. Creemos que Béjar tiene potencial suficiente para ser la ciudad del deporte que queremos, y para ello hemos adaptado el plan de reindustrialización de la Junta de Castilla y León para hacer inversiones en la estación de cara al invierno, pero también para conseguir que el centro turístico preste servicios todo el año". No solo piensan en actividades para deportistas de alto nivel. La falta de nieve ya obligó la pasada temporada a abrir los telesillas con función turística, para senderistas y para que los visitantes pudieran subir hasta las zonas más altas para disfrutar de la naturaleza y el paisaje.

Las estaciones leonesas iniciaron la transformación este pasado verano con un pequeño programa de actividades que esperan ampliar este año. Explica Nicanor Sen que "hemos abierto dos remontes, uno en cada una de las estaciones, para poner a disposición el recurso que ya tenemos" para utilización turística. "Lo tuvimos abierto todo un mes los fines de semana y días festivos. El resultado ha sido muy positivo y vamos a seguir fomentando esa actividad. Existe una preocupación real en todo el sector [sector turístico y operadores] para aprovechar esta infraestructura y que haya una continuidad en actividades de naturaleza, ocio y tiempo libre".

La oportunidad del esquí de montaña

El problema de la falta de nieve en las estaciones de esquí de Castilla y León afecta directamente a otro colectivo: los que practican deportes de invierno. Los aficionados tienen que desplazarse más lejos para disfrutar de la nieve y los deportistas federados se han quedado sin instalaciones cercanas donde poder entrenar. Una de estas modalidades es el esquí de montaña.

"El esquí de montaña se hace en la montaña y hasta hace 20 años no dependía de las estaciones", pero el trabajo para conseguir que sea considerado deporte olímpico "lo ha ido acercando a las estaciones de esquí" con modalidades de pruebas cortas y espectaculares que permiten la cobertura mediática, explica Darío Pérez, de la Federación de Deportes de Montaña de Castilla y León. Esta disciplina ha acabado dependiendo de las estaciones de esquí y la falta de nieve se lo pone muy complicado a los deportistas de esta comunidad autónoma. "Hemos tenido que ir a la primera copa de España sin haber pisado ni un solo día la nieve, con entrenamientos corriendo con esquíes con ruedas, nos tenemos que apañar, porque la realidad es esta".

Aunque este deporte también puede ser una oportunidad para las estaciones de esquí, asegura Darío Pérez. "Cuando en 2026 se celebren los Juegos Olímpicos y esté el esquí de montaña, pues va a pegar una explosión esto. Ahora es un deporte minoritario y va a ser un deporte muy conocido. Algo como lo que pasó con la escalada. Las estaciones de esquí tienen que aprender a buscar formatos que hagan compatibles los dos usos [el del esquí tradicional y el esquí de montaña]. En el esquí tradicional solo se baja y nosotros subimos y bajamos las pistas".

Foto: Vista del puerto deportivo en el Golfo de Áqaba. (Neom)

Y eso podría ser una oportunidad. El esquí de montaña necesita menos cantidad de nieve para poder desarrollarse. "Nosotros pasamos mucho más tiempo subiendo que bajando y los requerimientos de cantidad de nieve y espesores no son los mismos que para el esquí tradicional, en que hay miles de personas bajando constantemente. Podría ser compatible que haya forfaits de esquí de montaña con recorridos alternativos. Es una salida, porque sería un ingreso para las estaciones y reduce el desgaste de la estación".

Un aumento del interés por el esquí de montaña podría multiplicar el uso de las estaciones de aficionados a este deporte, aunque "cada vez es más estacional y más necesitado de nieve artificial", y mejoraría las cuentas de las instalaciones. Opciones de futuro para las estaciones de esquí de Castilla y León que buscan algo que hace unos años podría resultarnos absurdo: sobrevivir sin nieve.

Las primeras nevadas de este invierno han llegado a mediados de enero y con ellas la apertura de la mayor parte de estaciones de esquí españolas. Es una temporada tardía y que se prevé corta. Que caiga menos nieve y dure menos tiempo en la montaña por la subida de la temperatura media son consecuencias del cambio climático que afectan de lleno a las estaciones de Castilla y León.

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