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Los presupuestos ponen fin al "armisticio" PSOE-UP: la batalla por las leyes pendientes tiene fecha
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Vuelven los choques entre socios

Los presupuestos ponen fin al "armisticio" PSOE-UP: la batalla por las leyes pendientes tiene fecha

El Gobierno tiene tres semanas de plenos para aprobar normas del calado de la reforma de la sedición, la ley trans o las atascadas mordaza y vivienda. Lo que no esté aprobado el 29 de diciembre esperará hasta febrero

Foto: Irene Montero, en el debate de presupuestos. (EFE/Chema Moya)
Irene Montero, en el debate de presupuestos. (EFE/Chema Moya)
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No firmaron un alto el fuego, sino un armisticio. Superados los presupuestos generales del Estado para 2023, PSOE y Unidas Podemos saben que el "armisticio" en el que han vivido durante las últimas semanas, en palabras de un dirigente del socio minoritario de la coalición, ha llegado a su fin. Ahora toca retomar donde lo dejaron, intentar solventar diferencias que, hace solo unas semanas, parecían insalvables.

El orden del día de la próxima semana ya está cerrado, y el pleno no debatirá ninguna de las grandes iniciativas que ambos grupos quieren que el Congreso tramite cuanto antes; la supresión del delito de la sedición —cuya toma en consideración aprobaron el jueves—, las leyes del aborto, trans, bienestar animal, la atascada reforma de la ley mordaza y la igualmente congelada ley de vivienda, el decreto anticrisis contra los efectos de la Guerra de Ucrania… Son muchos frentes abiertos, algunos muy espinosos por la división que generan entre los socios del Ejecutivo. Y otros, como la supresión de la sedición, son rechazados frontalmente por la oposición, pero deberían estar listos antes de que acabe el año.

Foto: Irene Montero, apoyada por Belarra (i) y Vall (d), en el acto de hoy en Madrid. (EFE/Borja Sánchez Trillo)

De hecho, la reforma del Código Penal que sustituye el delito de sedición por el de desórdenes públicos agravados tiene prioridad; el Ejecutivo quiere que esté lista antes de que acabe el año, lo más lejos posible de las elecciones autonómicas y municipales que pueden pasar factura al PSOE, como advierten los barones. Los grupos deberán apurar los plazos y agendar, cuanto antes, el debate de totalidad, que se espera bronco, como lo fue el de admisión a trámite, dos horas a cara de perro pasadas las 21.30 horas del jueves. Después tendrán que constituir ponencia y trabajar el dictamen, para llevarlo a pleno en una de las tres semanas que están habilitadas en diciembre. Habrá pleno dos días después de Navidad, y durará hasta dos días antes de que acabe el año.

Más allá de las enmiendas que podría presentar UP para intentar reorientar la redacción de alguno de los delitos que afecten al derecho de protesta, sí se prevé que actúe en lo que toca a los delitos contra los trabajadores. No habrá enmienda del socio minoritario sobre malversación, y tampoco ERC está dispuesta hoy a abrir ese melón. Aquí la coalición sí estará unida, si bien varios partidos, del PP a Junts, pasando por Ciudadanos o Vox, amenazan con dar la batalla contra lo que consideran una clara cesión a ERC.

En paralelo, la nueva ley del aborto está a punto de ver la luz: hay diferencias entre los socios, pero no se espera la tormenta que sí se ha dado con la siguiente norma en la lista, la ley trans. Llega tras las crisis que vive el Gobierno, y en particular el Ministerio de Igualdad, a cuenta de la ley del sí es sí, y tras la pelea por las enmiendas registradas por el PSOE, que Unidas Podemos rechaza de plano y le exige retirar. La más afilada es la que toca al cambio de sexo en el registro de menores de 16 años, que el PSOE quiere vincular a un aval judicial. Las dos partes dicen que quieren que esté aprobada antes del 29 de diciembre, pero ninguna ha cedido en sus posiciones.

Foto: La ministra de Igualdad, Irene Montero, durante la sesión de control al Gobierno (EFE/Fernando Villar)

El Ministerio de Igualdad, además, considera que ha visto reforzadas sus posiciones tras los ataques de Vox a Irene Montero esta semana, y tratará de hacer uso de esa fuerza para atrincherarse con la ley trans, una de sus grandes promesas. Es un debate que genera división en el feminismo, también dentro del PSOE, y los socialistas no pueden permitir que se prolongue más de lo necesario. Volverán, eso sí, a jugar la carta de la necesidad de crear una ley sólida, que no pueda ser recurrida con éxito por el PP ante el Tribunal Constitucional, una fórmula que UP considera una mera excusa.

Es la misma carta que los socialistas usan para frenar algunos de los planteamientos de sus socios en lo que toca a la ley de vivienda, que sigue encallada, con ambas partes bunkerizadas. Aquí, ERC y Bildu reman junto a UP, pero el PSOE mantiene que no habrá grandes cambios en el texto que ratificó el Consejo de Ministros, que fue muy difícil de pactar. Hoy, nadie contempla que la norma llegue a pleno antes de 2023. Si llega.

Foto: Raquel Sánchez, Isabel Rodríguez y Ione Belarra. (EFE/Fernando Alvarado)

Junto con la cuestionada ley del sí es sí, o el logro de que Pedro Sánchez haya hecho suyos algunos de los planteamientos de UP en materia fiscal, la ley de vivienda es la joya de la corona para el partido de Ione Belarra, que se nutrió desde su génesis del 15-M y del movimiento antidesahucios. Si no logran incluir unos mínimos —la prohibición de desahuciar a personas vulnerables o la regulación efectiva de los alquileres—, Podemos tendrá que afrontar un duro debate sobre la conveniencia de aprobar una ley que no sea "suficiente para atajar el problema de la vivienda", como reconocía uno de sus dirigentes.

La ley de eficiencia procesal, en la que el PSOE registró enmiendas antiokupación que enfurecieron a UP, aún requiere de más tiempo de tramitación en la Cámara, pero tensionó, tensiona y tensionará a la coalición. Unidas Podemos no perdona a sus socios que hayan asumido "el discurso de la derecha", ese discurso que llevó al diputado Rafa Mayoral a recordar al portavoz socialista, Patxi López, que ya no está "gobernando con Jaime Mayor Oreja".

Por si fuera poco, las divergencias se extienden a la ley de bienestar animal. La norma elaborada por el Ministerio de Derechos Sociales, que capitanea Ione Belarra, es otra de las grandes apuestas del partido. Por eso mostraron su ira cuando el PSOE planteó dejar a los perros de caza al margen de su aplicación, fruto de la presión de los barones. La silueta de las elecciones autonómicas y municipales se dibuja cada vez con más precisión en el horizonte, todos los grupos lo tienen muy presente.

Unidas Podemos maniobra para acercar posiciones con la ley mordaza

Dirigentes de Podemos reconocen que los cambios que se estudian en la ley de seguridad ciudadana de Mariano Rajoy, conocida como ley mordaza, no satisfacen sus expectativas. Ellos querían derogarla, si bien hoy negocian acabar con parte de sus aspectos más polémicos, aunque está resultándoles muy difícil.

Para ello llevan 32 reuniones formales del grupo de trabajo que avanza, poco a poco, desde que en febrero se aparcara la ponencia. Fuentes de UP explican que este miércoles, con los presupuestos ya encarrilados, abordaron la última de esas reuniones, si bien siguen atascados en el mismo punto que hace mes y medio. Unidas Podemos ha presentado un texto que considera a caballo entre las posiciones del PSOE y de ERC o Bildu, opuestas en lo que toca al empleo de material antidisturbios y a las faltas de respeto a los agentes.

Foto: Las ministras Irene Montero y Ione Belarra, junto al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. (EFE/Emilio Naranjo)

El planteamiento de Enrique Santiago (líder del PCE, dentro de IU), pasa por crear dos comisiones, presididas por el defensor del pueblo, para estudiar e informar cómo deben abordarse estos frentes. Hasta la fecha, sin embargo, no han recibido una respuesta clara del resto de grupos.

UP buscó ligar la reforma de la ley mordaza y la ley de vivienda a los presupuestos, algo que el PSOE rechazó de plano. Superada la pantalla de las cuentas públicas, las terceras que logra aprobar Sánchez, ya han empezado a retomar contactos. El entendimiento, de momento, parece tan lejano como hace meses.

No firmaron un alto el fuego, sino un armisticio. Superados los presupuestos generales del Estado para 2023, PSOE y Unidas Podemos saben que el "armisticio" en el que han vivido durante las últimas semanas, en palabras de un dirigente del socio minoritario de la coalición, ha llegado a su fin. Ahora toca retomar donde lo dejaron, intentar solventar diferencias que, hace solo unas semanas, parecían insalvables.

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