El PP exige al Gobierno que la ley trans se vote en el pleno del Congreso y no en comisión
PSOE y Podemos tendrán que decidir si la aprobación del proyecto de ley se reduce a los 37 miembros de la Comisión de Igualdad, lo que sería un "escándalo" para los populares. Montero quiere acelerar los trámites
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El Partido Popular quiere forzar a PSOE y a Podemos a decidir si la aprobación final de la ley trans se vota en el pleno del Congreso o se reduce a una votación en el seno de la Comisión de Igualdad, siendo esta la última opción por la que se inclina la coalición gubernamental, según señalan fuentes parlamentarias. Los populares no dan crédito y pretenden que sea el conjunto de la Cámara Baja la que se pronuncie en última instancia sobre una ley que "genera mucha controversia" no solo en la sociedad, sino también dentro de las filas socialistas. Importante recordar que, mientras en el pleno participan 350 diputados, en la comisión solo votarían 37. PSOE y UP tienen mayoría con 14 representantes —sin contar a sus socios habituales—.
Desde el Grupo Popular capitaneado por Cuca Gamarra reiteran que, en virtud del artículo 149 del Reglamento, solicitarán que, a propuesta de la Mesa y oída la Junta de Portavoces —audiencia que se ha celebrado este mismo viernes—, se decida la próxima semana si la aprobación final de la citada ley se lleva a cabo en el hemiciclo o en la Comisión de Igualdad. Importante señalar que el citado órgano tiene competencia legislativa plena para la aprobación de la ley, por lo que, si no se avoca a pleno para su aprobación, se remitirá directamente al Senado para su trámite final sin que los 350 diputados del Congreso hayan podido expresar su parecer. La petición ha superado el primer corte este viernes, y la mencionada avocación se votará en la macro-sesión del próximo 24 de noviembre.
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La Junta de Portavoces se ha reunido este viernes para, entre otros puntos, confeccionar el orden del día de la sesión plenaria de la próxima semana, pero el PP aprovechará la reunión para forzar tanto a PSOE como a Unidas Podemos a posicionarse sobre la fórmula en que la ley trans verá la luz. Una vez oída la opinión de los portavoces parlamentarios —cuyo veredicto no es vinculante—, será la Mesa la que tomará la decisión final. Lo lógico, insisten los populares, es que una norma con tantas implicaciones se vote en el pleno de la Cámara. Si socialistas y morados se oponen, inciden en el PP, "sería un escándalo".
Irene Montero, acorralada ahora por la polémica de la ley del solo sí es sí, no quiere dilatar los plazos para la aprobación de la ley trans. En un primer momento, Igualdad consiguió que el Congreso aceptase la tramitación de la norma por la vía de urgencia, lo que le permite acortar plazos y vetar las comparecencias de expertos y asociaciones en el seno de la Cámara, circunstancia que también exigía el PP. Por este motivo, Podemos —con la posible connivencia del PSOE— pretende que el proyecto de ley se apruebe en la Comisión de Igualdad y no en el pleno para acortar aún más los tiempos.
El PP conserva aún la esperanza de forzar al Gobierno, especialmente al hermano mayor de la coalición, a impulsar en el seno de la Cámara un debate "sosegado" sobre una norma especialmente compleja que levanta ampollas en importantes sectores del PSOE, con la exvicepresidenta Carmen Calvo como cara visible. Hace dos semanas, se cerró el plazo de presentación de enmiendas tras varios retrasos por las dudas de los socialistas. Los populares buscaban atraer a diputados críticos del PSOE hacia el "sentido común", pero lo cierto es que las enmiendas de los dos grandes partidos coinciden en un único punto: el referente a la eliminación de la equiparación de la violencia intragénero con la violencia machista.
Para el Grupo Popular, resulta del todo insuficiente la intención del PSOE de que el cambio registral de sexo esté amparado por una decisión judicial sin que exista un diagnóstico médico previo. Para los populares, la clave de bóveda es el propio concepto de autodeterminación de género y su rechazo al "borrado de las mujeres", en línea con la corriente feminista más clásica. En el primer partido de la oposición opinan, además, que, tal y como está redactada la norma, se incurre especialmente en una "falta de seguridad para los menores" y puede derivar en "consecuencias jurídicas muy complejas". El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ya anunció que derogará la ley si logra gobernar.
El Partido Popular quiere forzar a PSOE y a Podemos a decidir si la aprobación final de la ley trans se vota en el pleno del Congreso o se reduce a una votación en el seno de la Comisión de Igualdad, siendo esta la última opción por la que se inclina la coalición gubernamental, según señalan fuentes parlamentarias. Los populares no dan crédito y pretenden que sea el conjunto de la Cámara Baja la que se pronuncie en última instancia sobre una ley que "genera mucha controversia" no solo en la sociedad, sino también dentro de las filas socialistas. Importante recordar que, mientras en el pleno participan 350 diputados, en la comisión solo votarían 37. PSOE y UP tienen mayoría con 14 representantes —sin contar a sus socios habituales—.