El PSOE retrasa el anuncio de su cartel en Madrid para evitar rivales en las primarias

El PSOE aplaza el anuncio de su candidata al Ayuntamiento de Madrid para ajustarlo lo máximo posible a los plazos marcados en el calendario de primarias. La incógnita no se desvelará así coincidiendo con la festividad en la capital de la Almudena, como inicialmente se había previsto, sino que se dejará para los días previos al 21 y 22 de este mes, que es el límite para la presentación de candidaturas. En Ferraz nunca descartaron que pudiese haber competición interna tras haber desechado la opción de la delegada del Gobierno, Mercedes González. Al menos, que alguien intentase rivalizar para tener foco mediático, a pesar de que la candidatura se monitorizó directamente desde la secretaría general y se están generando altas expectativas al situar como alcaldable a un miembro del Consejo de Ministros o que ocupa actualmente un cargo relevante. La titular de Industria, Reyes Maroto, es la favorita en las quinielas tras haberse excluido o autodescartado otros ministros.

La diversidad y la conflictividad histórica en la federación madrileña alimentan la hipótesis de la competición, además de los precedentes de 2019. Con el retraso del anuncio, manteniendo el nombre pactado entre Pedro Sánchez y el líder regional, Juan Lobato, solo en conocimiento de un reducido núcleo, se contiene la posibilidad de que den el paso candidaturas alternativas. Y, si lo hacen, una vez conocido el rival y, por tanto, motivando la decisión, que el margen para la recogida de avales sea escaso.

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Según el calendario aprobado por la ejecutiva federal, el plazo máximo para la presentación de avales se cierra el 29 de noviembre. Con apenas una semana para recogerlos si se estira el calendario al límite. En Ferraz ven factible que puedan presentarse rivales, aunque en menor medida que estos logren reunir los avales necesarios para disputar elecciones primarias.

El respeto a los procedimientos de la democracia interna siempre va por delante, como insisten en señalar en el partido, si bien supondría tener que medir el respaldo de las bases a una decisión gestionada desde la cúpula. Esto fue lo que sucedió precisamente en 2019, cuando Pedro Sánchez fichó como candidato independiente al exseleccionador de baloncesto Pepu Hernández. Como ahora, también se retrasaron las primarias respecto al calendario general de las municipales. Sin embargo, antes de resolverse la incógnita del fichaje ya había mostrado su voluntad de presentar candidatura el histórico dirigente de Izquierda Socialista Manuel de la Rocha.

El que fuera alcalde de Fuenlabrada tras las primeras elecciones democráticas reunió los avales necesarios. También el concejal Chema Dávila. El fichaje avalado por Sánchez sobrepasó el 64% de los apoyos, sin necesidad de concurrir a una segunda vuelta. Sin embargo, durante la campaña de primarias no se evitaron las acusaciones del "dedazo" del secretario general o que se pusiese en cuestión el grado de conocimiento de la política municipal madrileña del candidato avalado por la dirección.

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En el partido no esperan que vuelva a reproducirse esta contestación interna, aunque las formas no han acabado de gustar a todos los concejales en el Ayuntamiento. La portavoz en el Ayuntamiento de Madrid, Mar Espinar, se limitó a acatar como militante la decisión de buscar un fichaje estrella para la capital y dejó en el aire la posibilidad de dar un paso al frente a la espera de mantener una conversación con el líder regional de los socialistas. En los últimos días, se ha mostrado crítica con los paracaidistas sin experiencia en la política municipal ni en el partido. Aunque públicamente no ha renunciado, sí se ha mostrado convencida de que en su partido serían conscientes "de los errores que se han cometido en el pasado" para no volver a repetirlos por "lo mucho que nos jugamos en 2023".

El perfil del fichaje estrella para estos comicios nada tendría que ver con el elegido para 2019, quien además acabó dejando su acta de concejal. A la espera de darse a conocer, el retrato que se hace es el de alguien que conoce de cerca la política madrileña y que actualmente ocupa un cargo relevante. En las últimas horas, la principal señalada es la titular de Industria, Reyes Maroto. Principalmente, después de que Lobato apuntase que sería una mujer quien liderase el cartel electoral del PSOE en la capital.

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"Vamos a tener una gran alcaldesa", avanzaba el líder regional este lunes durante una entrevista televisiva para añadir que "contará con un gran equipazo". Se da por hecho que entre sus primeros espadas se encuentre la concejala Enma López. En las últimas elecciones a la Comunidad de Madrid, ya se anunció que Maroto dejaría el Gobierno de España si Ángel Gabilondo lograba presidir la Comunidad de Madrid tras el 4-M para ser su vicepresidenta económica. Natural de Valladolid y residente en Alcorcón, Maroto es economista y ya fue diputada socialista en la Asamblea de Madrid, donde ocupó la portavocía en la Comisión de Presupuestos, Economía, Hacienda y Empleo.

En Ferraz ponen el foco en dar la batalla por Madrid. Una ciudad en la que llevan sin gobernar desde 1989 y cuya federación siempre ha sido foco de disputas internas. Actualmente, es la cuarta fuerza en el Consistorio, por detrás de Más Madrid, PP y Ciudadanos. A pesar de la situación de partida, fuentes de Ferraz sostienen que el alcalde, José Luis Martínez-Almeida, "es vulnerable". El mismo mensaje que trasladaban desde Más Madrid esta semana tras hacer pública una encuesta según la cual el bloque progresista estaría a un concejal de sumar mayoría. Las municipales y autonómicas del próximo 28 de mayo tendrán una fuerte influencia en las generales, que se disputarán a final de año si no se produce un adelanto. De ahí que desde Ferraz no se quiera dar por perdida Madrid, pues, además de su capital simbólico, es una circunscripción donde se reparten 32 diputados.