Génova minimiza el frenazo del 'efecto Feijóo' en los sondeos y el PP pide hacer autocrítica

El PP tuvo que encajar este miércoles las primeras encuestas que reflejan un frenazo del efecto Feijóo. El último barómetro de El Confidencial rompía la luna de miel con los sondeos. El líder gallego sigue en cabeza, con 122 escaños frente a los 103 que sumaría el PSOE, pero en las últimas dos semanas Pedro Sánchez ha recortado la distancia con los populares a la mitad. En estos momentos, los dos principales partidos estarían a 3,2 puntos de diferencia, frente a los 7,1 que los separaban hace apenas cinco días. Queda por ver si es un espejismo o una tendencia. En Génova prefieren aferrarse a la primera opción y remiten a análisis más optimistas.

“En cualquier caso, estamos entre cuatro y cinco puntos por encima del PSOE”, argumentan en la planta noble, donde reconocen que se examinarán las cifras, pero no habrá un cambio de estrategia. Consideran que la imagen de Alberto Núñez Feijóo como “hombre de Estado y buen gestor” sigue intacta. La prueba para su equipo es que es el candidato más valorado por los españoles. “La mejor encuesta sería juntar en una plaza a Sánchez y Feijóo”, bromean.

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La dirección nacional mantendrá su hoja de ruta centrada en la economía. En los próximos días, celebrará un Comité Ejecutivo Nacional para tomar el pulso al partido ante la cita de las elecciones municipales y autonómicas de mayo de 2023. Aún quedan candidatos por designar y congresos pendientes. Se está trabajando en propuestas sectoriales y los inputs que llegan desde los territorios son que se pueden conseguir comunidades como Valencia, La Rioja, Baleares e incluso Castilla-La Mancha.

Otros sectores son más críticos con el momento que están atravesando. Asumen que la caída en las encuestas tenía que llegar, pero alertan de que hay que hacer autocrítica. “Queda un año para las elecciones y se nos puede hacer muy largo”, advierte un barón autonómico, que reconoce que Sánchez ha puesto en marcha medidas eficaces y que el desafío para su líder es “mantener el pulso y no dar volantazos”.

Opinión

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Diputados y senadores consultados por este diario apuestan por liderar las políticas sociales, visualizando un Gobierno en la sombra donde se cuente “con los mejores”. La sensación es que hay que reforzar el equipo e incorporar a exministros de la etapa de Mariano Rajoy que ya sacaron una vez a España de la crisis. “Hay que poner sobre la mesa la grave crisis que hay y volver al discurso de pactos de Estado para dejar en evidencia a Sánchez”, defienden.

En cuanto a los pactos, hay diferentes interpretaciones. Aunque había consenso en la necesidad de sentarse con el PSOE para renovar el CGPJ, ahora hay dudas de cómo pueden leerlo los votantes. “Si se interpreta que hemos cedido ante los socialistas, nos pasará factura”, alerta un veterano que ha estado en este tipo de negociaciones. Que Cándido Conde-Pumpido acabe presidiendo el Constitucional o que no haya un compromiso claro de los socialistas para reformar el sistema de elección de los jueces se interpretará como una derrota.

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Los tiempos tampoco juegan a favor. Mientras el ministro Félix Bolaños está sentado con el vicesecretario del PP, Esteban González Pons, se habla de rebajar la pena de sedición con ERC o pactan selecciones deportivas vascas con el PNV. “Nuestro votante hay cosas que no encaja bien”, recuerda un diputado, que ve una oportunidad de hacer oposición dura con estos temas.

Los más pactistas descartan volver a la etapa de Pablo Casado del no a todo. Defienden que el PP tiene que mostrarse como un partido que es parte de la solución de los problemas que atraviesa España. Y aquí echan en falta que se eleve el perfil en Europa de Feijóo, porque es donde Sánchez está creciéndose. El gallego cerrará en los próximos días su gira por América Latina.

Nadie cuestiona en el PP que Feijóo ganará las elecciones, el miedo es que a Sánchez le den los números para repetir el escenario actual. Ganar y no gobernar no es una opción. En los próximos meses, esperan subidas y bajadas en la intención de voto, pero el diagnóstico pasa por que el líder socialista acabará de hundirse si España entra en recesión: “Veremos qué dicen las encuestas cuando a la crisis de precios se sumen los despidos”. Mientras, en la Moncloa la sensación es de euforia, pese a lo pírrico de los datos. Ven cumplidas sus expectativas de revertir la tendencia que llevan meses pronosticando. El plan es salvar los muebles en mayo para que Sánchez aguante el envite hasta las generales, donde ven opciones de repetir. Los datos siempre son interpretables.