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Podemos se desespera ante la demora de Yolanda Díaz, mientras engrasa la maquinaria para las municipales
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Arranca el ciclo electoral

Podemos se desespera ante la demora de Yolanda Díaz, mientras engrasa la maquinaria para las municipales

La vicepresidenta del Gobierno ha dejado claro qué es lo que no quiere, pero aún no está en grado de asegurar, siquiera, que vaya a ser candidata. La formación morada se enfrenta a diario a preguntas sobre Sumar

Foto: Yolanda Díaz y Ione Belarra. (EFE/Rafa Alcaide)
Yolanda Díaz y Ione Belarra. (EFE/Rafa Alcaide)
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Este lunes fue el primer día de curso para los partidos políticos, pero para Podemos ha sido, más bien, una suerte de día de la marmota. En todas sus intervenciones públicas, sus dirigentes afrontan preguntas sobre cómo prevén las próximas elecciones generales, a finales de 2023, pero siempre en lo que toca a su futurible unión con Yolanda Díaz, ministra de Trabajo y heredera de la vicepresidencia segunda por decisión de su extitular y exlíder de Podemos, Pablo Iglesias. La demora de Díaz por tomar una decisión causa cierta desesperación en los morados, que ya ultiman su maquinaría de cara a los comicios locales.

El último ejemplo tuvo lugar este lunes, con Díaz rechazando la "sopa de siglas" que le reclama Podemos. El portavoz de la formación, Pablo Fernández, reiteró que la impulsora de Sumar es su "candidata" y que la "alianza electoral va a fraguar", obviando el rechazo de la vicepresidenta segunda. Desde mayo de 2021, cuando Iglesias la designó para sucederle, Díaz ha despejado muy pocas incógnitas sobre su posible candidatura. No tiene previsto que Sumar, la plataforma que vertebra su 'proceso de escucha', decida si presentarse o no a las generales antes de diciembre o enero. En Podemos tienen claro qué es lo que rechaza, pero no qué es lo que persigue crear.

En público, los morados se niegan a contemplar la hipótesis de que Díaz no sea finalmente su candidata, pero ya han comenzado a activar su engranaje electoral para las primeras elecciones del calendario, las municipales y autonómicas del mes de mayo. Dirigentes y exdirigentes de la formación expresan hartazgo con la vicepresidenta segunda, pero también esgrimen motivos de supervivencia como organización política para hacer presión; aluden a la fuerza de la derecha y la ultraderecha, según las encuestas, pero también a que los tiempos juegan en su contra.

Foto: Consejo de coordinación de podemos

En el entorno de Díaz no contemplan hablar de sus futuros pasos, que no tendría decididos, ni quieren aventurar si Sumar —"O como leches se acabe llamando", que diría Iglesias— acabará cristalizando en una plataforma electoral. La vicepresidenta es quien marca sus tiempos, es algo que comparten buena parte de las fuerzas con intención de concurrir a las urnas con ella como candidata, y estas fuerzas, de Izquierda Unida a En Comú Podem o Compromís, han criticado que la formación morada trate de imponerle otros plazos.

Un exdirigente del espacio morado plantea incluso que Díaz puede esperar a las elecciones de mayo, en que las encuestas vaticinan un batacazo para el PSOE y para las fuerzas situadas a su izquierda, antes de sentarse a negociar. Esto serviría, a su entender, para desinflar la burbuja del partido de Ione Belarra, que reclama un trato preferente por su fuerza actual en el Congreso de los Diputados, y que no es la que, según las encuestas, lograría hoy.

Foto: La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz. EFE- Fernando Alvarado

Díaz no quiere la "sopa de siglas" que le ofrece Podemos, pero lo cierto es que este partido no reclamó ir en coalición con la impulsora de Sumar, negociar de tú a tú, hasta hace escasas semanas. De hecho, otro exdirigente morado ve un punto de inflexión en la relación entre la vicepresidenta segunda y el partido morado en una charla en la escuela de verano en el Escorial, organizada por Podemos. Díaz compartió tribuna con la actual secretaria de Estado para la Agenda 2030 y secretaria de Organización de Podemos, Lilith Verstrynge, y ambas escenificaron una suerte de tregua.

Fue en este marco, según el citado exdirigente, cuando Podemos comenzó a recobrar la "autoestima" como organización, a asumir que tiene que seguir trabajando acorde con los tiempos de la política, consciente de que se juega su propia desaparición en poco más de año y medio. Cuando volvió a pensar en sí misma como formación, en lugar de estar "esperando" a que la "rescatasen".

Foto: Díaz, con los bomberos concentrados frente al Congreso. (EFE/Mariscal)

En el partido repiten que Díaz ha logrado convertirse en la ministra mejor valorada del Gobierno, generar un importante capital político, porque fue Podemos, y en concreto Iglesias, quien apostó por aguantar una repetición electoral (noviembre de 2019) en la que perdieron siete escaños, para seguir presionando a Pedro Sánchez para forjar la primera coalición desde la recuperación de la democracia. Y, más allá de aguardar a la vicepresidenta segunda, respondiendo a las preguntas sobre Sumar, repitiendo prácticamente las mismas palabras, han decidido emprender su propio camino, de momento hacia las municipales y autonómicas.

En la reunión del Consejo de Coordinación de este lunes, previa a la rueda de prensa en la que su portavoz ha afrontado reiteradas preguntas sobre el futuro de Podemos con Sumar, el partido ha acordado la puesta en marcha de su comité electoral para las elecciones de mayo.

Foto: Las ministras Ione Belarra y María Jesús Montero. (EFE/Juan Carlos Hidalgo)

Esto supone movilizar a sus pesos pesados, desde la propia Belarra hasta la secretaria de Acción de Gobierno, Irene Montero, la responsable de Organización, el secretario de Programa, Pablo Echenique, y la responsable de Acción Institucional, María Teresa Pérez, además de media docena de coordinadores autonómicos. Deberán plantear la estrategia política, la comunicativa y la organización de la militancia, los inscritos y los votantes, según la formación morada.

Fernández, además, aseguró que, aunque cuenten con equipo electoral propio, la apuesta de Podemos es "fortalecer ese espacio de Unidas Podemos, concurrir con esas fuerzas políticas hermanas", en referencia a Izquierda Unida, y "llegar a ensancharlo con otras fuerzas políticas hermanas", como pueda ser Más País. IU también ha recordado, al arranque del curso, que participará en las municipales "de forma visible", pero también con voluntad de "sumar" y de "hacer crecer a la izquierda transformadora".

Las piezas en la izquierda van encajando, pero aún está todo por definir en lo que toca a Podemos y a Díaz. Los morados y la vicepresidenta segunda cargan a la par contra el PP de Alberto Núñez Feijóo y reclaman al PSOE que se aleje; ambos reivindican los logros del Gobierno de coalición o piden una reforma fiscal "en profundidad" a su socio mayoritario, o avalan las movilizaciones de los sindicatos contra la patronal como medida de presión para que acceda a subir salarios. En general, tienen claro frente a quiénes se posicionan, pero no cómo será su relación en escasos meses, y hasta les es difícil definirla hoy.

Este lunes fue el primer día de curso para los partidos políticos, pero para Podemos ha sido, más bien, una suerte de día de la marmota. En todas sus intervenciones públicas, sus dirigentes afrontan preguntas sobre cómo prevén las próximas elecciones generales, a finales de 2023, pero siempre en lo que toca a su futurible unión con Yolanda Díaz, ministra de Trabajo y heredera de la vicepresidencia segunda por decisión de su extitular y exlíder de Podemos, Pablo Iglesias. La demora de Díaz por tomar una decisión causa cierta desesperación en los morados, que ya ultiman su maquinaría de cara a los comicios locales.

Yolanda Díaz Ione Belarra Izquierda Unida
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