Yolanda Díaz pone en duda el aumento de inversión en defensa: "En el techo de gasto no entra"

Yolanda Díaz arranca el curso político reivindicando su perfil propio y sus logros en el diálogo social, reiterando su apoyo a las movilizaciones sindicales con acusaciones a la patronal, y con un mensaje fuerte también hacia la interna del Gobierno de coalición. En el ciclo electoral que ya comienza, Díaz ha puesto el foco en su potencial electorado, y ha rechazado nuevamente la coalición que le reclama Podemos para ir juntos a las elecciones generales, previstas para finales de 2023: "Yo no estoy haciendo nada para hacer una sopa ni una suma de siglas".

La vicepresidenta segunda y Ministra de Trabajo ha puesto en duda este lunes el incremento del gasto en defensa, acordado por el Ejecutivo con la OTAN en la cumbre de julio, en Madrid, y que este incremento vaya a tener acomodo en los Presupuestos para 2023, que ambos socios de coalición negocian estos días. En una entrevista en 'Cadena SER', Díaz no ha explicitado qué ocurrirá con este incremento, y sólo ha afirmado que en el techo de gasto pactado entre los dos socios de coalición, en julio, "no estaba el incremento en defensa". "En el techo de gasto no entra", ha insistido, reclamando unos Presupuestos "útiles a la ciudadanía", "pegados a la gente".

El aumento de gasto en defensa por valor de 1.000 millones de euros, anunciado por Pedro Sánchez y aprobado en Consejo de Ministros, abrió un nuevo escenario de tensiones entre los dos socios de coalición, con Unidas Podemos teniendo que asumir este incremento, muy difícil de justificar ante su electorado, y con Díaz y el presidente del Gobierno reuniéndose en Moncloa casi un mes después de que la vicepresidenta segunda lo reclamase.

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Díaz, que se ha autoreivindicado en varias ocasiones como artífice de 14 acuerdos en el marco del diálogo social, también ha reiterado su aval a las movilizaciones sindicales, como hiciera en el primer pleno extraordinario del curso en el Congreso de los Diputados, la semana pasada. La vicepresidenta segunda mantiene que no "animó" las movilizaciones, que no "apoyará ninguna manifestación" ni participará, y que nadie puso el grito en el cielo cuando diferentes ministros del PP alentaron movilizaciones, por ejemplo contra el aborto. "Creo que los sindicatos tienen razones para salir a la calle contra la patronal", apuntaba.

De hecho, en referencia a las palabras de la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, y la ministra portavoz, Isabel Rodríguez, a cuenta del aval de Díaz a las movilizaciones, hoy la vicepresidenta segunda ha aprovechado para lanzar un dardo a sus compañeros del PSOE en el Ejecutivo: "Entiendo que el Gobierno de España es demócrata y defiende todas las manifestaciones", aseguraba, afirmando que Ribera respaldó movilizaciones sobre el Mar Menor. "Me consta que el Gobierno está muy preocupado por el bloqueo de las negociaciones" sobre los sueldos, sostenía, apostillando que un Ejecutivo progresista "no se va a posicionar con la patronal que no va a subir los salarios".

Así, Díaz también ha reprochado a la patronal que "no está a la altura de su país", y le ha afeado que se levantara de la mesa de negociación el 5 de mayo, rechazando las subidas salariales. También le acusa de estar "'bloqueando' la negociación de convenios colectivos", recurriendo al histórico de negociaciones de estos convenios. Frente a las más de 2.000 negociaciones abiertas en otros años por estas fechas, hoy Díaz tiene constancia de 450.

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Las palabras de Díaz en el Congreso llevaron a la CEOE a criticar su "arrogancia", y hoy la vicepresidenta segunda ha reivindicado su "magnífica" relación con el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, para después justificar su rechazo a subir los salarios por el congreso en el que se juega la reelección a finales de este año.

Ni siquiera cree que los empresarios vayan a apoyar la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) para 2023, como tampoco hicieron en las dos últimas ocasiones, pero Díaz ha dejado claro que intentará sumarles al previsible acuerdo con los sindicatos. Tras la actualización de las recomendaciones del comité de expertos que asesora al Gobierno, que se reúne el 2 de septiembre, la vicepresidenta segunda pretende esperar hasta noviembre para convocar formalmente a los agentes sociales, una vez cuente con cifras definitivas de la inflación en 2022, que espera que oscile entre el 7 y el 8%.

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En el Ejecutivo no hay dudas sobre que el SMI debe subir, la clave está en las cifras, y Díaz reivindica, "al menos", equipararlo al 60%del salario medio, la cantidad comprometida en el acuerdo de coalición.

A su vez, Díaz ha reclamado una "reforma fiscal en profundidad" —algo que rechazan sus socios de coalición—, porque ha entendido que toca incrementar las cargas fiscales de las grandes empresas. "La elección que tenemos son las políticas del dolor o actuar", apuntaba, incidiendo en su llamada a subir los salarios. No cree que España entre en recesión antes de que acabe el año, aunque pide prudencia, y da por hecho que los datos del paro registrado en agosto se situará "en la tendencia" de años anteriores, esto es, la destrucción de empleo estacional.

Por otro lado, habitualmente la vicepresidenta segunda posterga las batallas con su socio de coalición, evita el conflicto en público para apostar por la negociación, en privado. En esta ocasión, sin embargo, Díaz ha recordado —sin nombrarla— su enfrentamiento con Margarita Robles, ministra de Defensa, en julio, y ha reprochado que, de los 1.000 millones de aumento de gasto en defensa aprobados entonces, "no iba un céntimo" para "generar empleo".

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Y, como hiciera estos días, Díaz ha rechazado la coalición que le reclama Podemos de cara a las generales. Sumar, la plataforma de su "proceso de escucha" tiene prevista una nueva parada en O Courel, Lugo, el 1 de septiembre, y la vicepresidenta segunda ha reiterado que no está pensando en una coalición. "Estamos emprendiendo un movimiento ciudadano", argumentaba.

Pero, sin saber "en qué va a acabar Sumar", Díaz se ha comprometido a trabajar para evitar que el PP les arrebate el Gobierno. "Le garantizo que, si de mi depende, Feijóo no entra en La Moncloa en 2023". Aún no ha anunciado que vaya a presentarse como candidata, afirma que no ha tomado la decisión, pero sabe que el ciclo electoral ya ha comenzado.