Izquierda Unida acoge actos de radicales que difunden propaganda rusa con el rostro oculto

Izquierda Unida (IU) ha acogido en dos de sus sedes en Madrid actos de difusión de propaganda prorrusa. Las charlas fueron organizadas por la Brigada Rubén Ruiz Ibárruri, un grupo de extrema izquierda que se dedica a amplificar en España las noticias de medios de comunicación controlados por el Kremlin sobre la invasión de Ucrania. Los responsables de la Brigada acusan a Occidente de provocar la invasión de Rusia y se oponen al envío de armas a Kiev para defenderse del agresor. Uno de sus líderes se llama Ramiro Gómez, que avala el relato de Moscú al acusar al Gobierno de Zelenski como un refugio de movimientos nazis. IU, la formación de la que es coordinador federal el ministro de Consumo, Alberto Garzón, sostiene que las charlas no han vulnerado sus “principios pacifistas”.

La primera conferencia tuvo lugar el pasado viernes 25 de marzo, a las 19.30 horas, en el local oficial de Izquierda Unida en el distrito de Puente de Vallecas, en el número 32 de la calle de Sierra Carbonera. La segunda se celebró al día siguiente, a las 18 horas, en la sede de IU en el distrito de Latina, en el número 9 de la calle de Seseña, según ha confirmado El Confidencial. Hubo una tercera charla en Madrid, celebrada el lunes 28 de marzo en el edificio de Biología de la Universidad Autónoma.

Los actos fueron anunciados en redes sociales por la propia Brigada Rubén Ruiz Ibarruri y por el Comité Español de Ayuda y Soporte al Donbás, una coordinadora que aglutina a grupúsculos de extrema izquierda de todo el territorio nacional que secundan el discurso de Rusia en el conflicto de Ucrania. El Comité está vinculado a Donbass Media, un canal creado el pasado febrero que se dedica a propagar contenido prorruso en español.

Cada uno de los actos celebrados en las sedes de IU contó con la asistencia de una treintena de personas. La Brigada publicó imágenes de las charlas, aunque tapando el rostro de los participantes para que no puedan ser identificados. En uno de los encuentros, se aprecian al fondo dos carteles con el anagrama de IU y murales con las siglas del Partido Comunista de España (PCE), integrado en IU, y su organización juvenil, la Unión de Juventudes Comunistas de España (UJCE).

Según una portavoz del partido que lidera el ministro Garzón, la Brigada solicitó el uso de sus locales para unas conferencias “contra el envío de armas a Ucrania y de la guerra y la invasión rusa” que no vulneraban sus “principios pacifistas”. “Nosotros estamos en contra de la invasión de Ucrania, pero siempre hemos estado también en contra de la OTAN”, asegura esta portavoz. “Por lo que sabemos, es un colectivo que está planteando una desescalada en Ucrania”, aseguran desde IU, aunque admiten que no saben lo que ocurrió en las charlas porque no estuvo presente ninguno de sus miembros.

La escenografía de los actos y la trayectoria de las personas que los protagonizaron apuntan en otra dirección. Las dos charlas estuvieron presididas por una bandera de la República Popular de Lugansk, la denominación con la que se autoproclamó independiente una de las dos regiones prorrusas del Donbás que se separaron de Ucrania en 2014 y que desde entonces se encuentran bajo el paraguas de Moscú. La protección de Lugansk y de la otra provincia que rompió con Kiev, Donetsk, es una de las principales razones que ha esgrimido el Gobierno de Putin desde el inicio de la contienda para justificar la agresión al país vecino.

Asimismo, los actos en las sedes de IU corrieron a cargo de Ramiro Gómez, un militante de extrema izquierda que ha ganado presencia en las últimas semanas en los círculos de esa corriente ideológica. Además de charlas, concede entrevistas en las que acusa a los medios de comunicación y a los gobiernos occidentales de dar una versión manipulada de la guerra. “Que haya políticos de izquierdas, que no les voy a ni a nombrar del asco que me dan, que hayan aplaudido el envío de armas, y hoy mismo he estado viendo fotos de como les han llegado los lanzagranadas a los miembros nazis del batallón Azov y demás, que estén aplaudiendo eso, me parece que deberían de pagar”, se quejó hace semanas en la web Lahaine.

En esa misma entrevista sostiene que “Putin y el Gobierno ruso” no tienen nada que ver con su “posición política”. “Al contrario, en todo caso, sería un enemigo”, dice Ramiro Gómez. Pero insiste en su rechazo al envío de armas a Ucrania, decisión apoyada por el Gobierno de coalición que preside Pedro Sánchez y que cuenta en su gabinete con Alberto Garzón. “La OTAN no es más que la apisonadora de sicarios y de unas empresas privadas que están haciendo el negocio”, se queja. En otra entrevista presume de haberlo dejado todo, haber cogido un avión para poner su "pecho" para defender el Donbás, usa expresiones como "los nazis de Kiev" y critica el apoyo que tiene de Europa y Estados Unidos. "Lo que quieren es debilitar a Rusia robándole el gas a Donbás", decía ante la cámara antes de la invasión.

Acusaba a Ucrania de acoger al fascismo que perpetra "atrocidades, fosas comunes y violaciones". "En este conflicto, el Ejército ucraniano está formado por un alistamiento forzoso, es cierto que hay voluntarios neonazis solo por coger armas y arrasar todo a su paso y mercenarios internacionales", explicaba. En cambio, ensalzaba a aquellos que luchan contra "el fascismo de Kiev" en las llamadas milicias populares que proceden de Rusia y otros países en "el mayor ejemplo de solidaridad internacional".

Dos días después de la invasión rusa sobre Ucrania, Ramiro Gómez firmó un artículo bajo el título ‘La hipocresía de un No a la Guerra que llega muy tarde’ que se reprodujo en diversas plataformas. En el texto compara el “sadismo de los fascistas” ucranianos con “la España de Franco”. Relata un episodio de las fuerzas de Kiev disparando a un convoy de civiles que estaba siendo evacuado desde Lugansk a Rusia. “Ese mismo ejército que ahora está siendo castigado por Rusia. Quien a hierro mata, a hierro muere”, se jacta. Pone en valor las visitas y viajes que ha realizado a la zona desde el inicio del conflicto en 2014.

La Brigada Rubén Ruiz Ibárruri debe su nombre al hijo de la Pasionaria, la que fuera dirigente del Partido Comunista, exiliada en Rusia tras la guerra civil. Rubén Ruiz murió en 1942 peleando con el Ejército soviético en la batalla de Stalingrado. En sus redes sociales, sus seguidores difunden sus iniciativas y fotografías del Donbás. En ellas posan con militares separatistas prorrusos que combaten desde hace años contra las tropas ucranianas. Tras uno de aquellos viajes iniciales a Donetsk y Lugansk en 2014, la Policía española arrestó a ocho personas españolas. Se les acusó de cooperación en asesinatos, depósito de armas de guerra y violación de neutralidad del Reino de España. La Audiencia Nacional a instancias de la Fiscalía terminó archivando el caso.