Feijóo rechaza una guerra de estilos en el PP: "Si traes votos, te quedas"

Cuando Alberto Núñez Feijóo repite que cerrará la puerta a "polémicas estériles" que puedan desviarle de su hoja de ruta, también se refiere a cuestiones internas. Juanma Moreno ha conseguido una incontestable victoria en Andalucía con una fórmula distinta a la receta con la que Isabel Díaz Ayuso dio la 'campanada' en la Comunidad de Madrid hace poco más de un año. Pero para el nuevo líder del PP, diferente no significa opuesto. Feijóo ha encumbrado a Moreno como 'barón de barones' tras conquistar la Junta con el modelo con el que él mismo predica en la arena nacional. "Moderación" por encima de "ideología" y "gestión" por encima de las "trincheras". Pero eso no quiere decir que vaya a dejar sin espacio al estilo de Ayuso, que hace de la confrontación ideológica una bandera. Los dos modelos, insisten en el entorno de la máxima autoridad del PP, "son complementarios".

Feijóo no pisará los callos de uno de sus perfiles más mediáticos y tampoco intervendrá en el planteamiento con que la presidenta de la Comunidad de Madrid decida guiar su gestión mientras acredite que es un modelo ganador en su región. Y eso, reiteran, solo lo determinarán las urnas llegado el momento. "Si traes votos, te quedas", insisten en Génova. Y el discurso de Ayuso, al menos de momento, se ha demostrado eficiente en su comunidad. El presidente del PP ha seguido a rajatabla el axioma que se marcó cuando aterrizó en Madrid: promover un PP "descentralizado" y dejar hacer a sus barones autonómicos, especialmente a la baronesa madrileña, cuyo marcaje por parte de la anterior dirección nacional sirvió de detonante para una crisis sin precedentes.

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El compromiso de Feijóo con sus líderes territoriales es un arma de doble filo: no capitalizará sus victorias, pero tampoco se hará responsable de sus derrotas. El líder del PP no ejercerá ninguna tutela, pero tanto para bien como para mal. Quien "sume" y aporte, tendrá un hueco en el partido. Y esa es la máxima que prima por encima de cualquier estrategia. El gallego apuesta por un partido "transversal" capaz de cubrir todas las "sensibilidades" internas para alcanzar la máxima de volver a reunificar el centro derecha. "Si algo emerge en el PP es una sólida base territorial, capaz de poner acentos propios y modular las políticas sin caer en absurdos ni en el cultivo de la diferencia por la diferencia", analizaba en un escrito la fundación FAES, liderada por José María Aznar.

"El PP tiene muchísimos afiliados y las sensibilidades son amplias. Debemos tener siempre, siempre, un pie en el centro, y con el otro pivotar hacia la izquierda y hacia la derecha", analizó Elías Bendodo, en plena resaca electoral del 19-J. El PP ha hecho una clara apuesta por la "moderación" como vía para construir una mayoría con la que llegar a Moncloa, pero no dará un toque a Ayuso por su intención declarada de no cambiar "ni un milímetro" su firme apuesta por dejar poso ideológico en las políticas de la formación. Las diferencias discursivas van más allá y mientras el tándem Feijóo-Moreno mira al PSOE para alcanzar pactos de Estado, la presidenta madrileña aboga por "no pactar por el desastre".

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Pero en el PP se conjuran para hacer de las diferencias internas un activo a explotar. "Si los dos dicen lo mismo, ¿cómo vamos a ensanchar el partido?", defendían en la cúpula nacional durante el congreso del PP de Madrid, donde Ayuso y Feijóo evidenciaron por primera vez sus distintos modelos de gestión. Moreno desplegó en Andalucía una estrategia que ya utilizó Feijóo en sus cuatro mayorías absolutas en Galicia y que ha viajado con él a Madrid: centralidad, gestión, diálogo y mucha economía. Con esa receta no solo logró el "sueño", como lo califican en el PP andaluz, de teñir por primera vez de azul una región que siempre ha escogido la papeleta del PSOE. Moreno también rompió el techo de Ayuso en Madrid, que se quedó a cuatro escaños de la mayoría absoluta.

Dirigentes con peso en el partido cierran filas con la hoja de ruta de su líder nacional, que tampoco se moverá un ápice de su intención de priorizar "el bolsillo" de los españoles por encima de cualquier otra cuestión. Pero rechazan una guerra de estilos en el PP por el discurso paralelo que mantendrá Ayuso en la Comunidad de Madrid y, sobre todo, descartan que esa circunstancia pueda pasarles factura. "Hay plaza para dos purasangres", insiste una fuente de la dirección nacional.

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Reiteran las fuentes consultadas que el respeto de Alberto Núñez Feijóo por la presidenta de la Comunidad de Madrid permanece intacto, y algunos cargos vinculan incluso el éxito de Juanma Moreno al camino que emprendió Isabel Díaz Ayuso en la región el 4-M, un resultado que impulsó a un PP todavía presidido por Pablo Casado al primer puesto en las encuestas por primera vez desde 2018. "Si Ayuso hubiese tenido una semana más de campaña, también hubiese conseguido la mayoría absoluta", se convence un dirigente con asiento en la nueva dirección nacional.

Consciente del ruido mediático en torno a esa contraposición de estilos en el PP, Ayuso descartó este martes que su modelo político pudiese chocar con el perfil moderado de Feijóo y Moreno. "Nuestros modelos son complementarios", defendió la presidenta madrileña. También trató de rebajar peso a la polémica el propio barón andaluz que, entre bromas, advirtió de que su objetivo era "competir con Madrid", pero "en el buen sentido", para atraer inversión y empresas a sus territorios. "La competencia es sana", ironizó el presidente de la Junta. "Y nosotros tenemos playa".