Euforia inversora en el inmobiliario por la mayoría absoluta de Moreno en Andalucía

Hace cuatro años, en un encuentro informal, se escuchó decir a un exministro del PP que si Barcelona continuaba avanzando por los derroteros de la inseguridad jurídica, Málaga iba a ganarle la mano. Y la profecía se está cumpliendo.

La provincia andaluza es ya el tercer foco de inversión del país, solo por detrás de Madrid y Barcelona, según el informe 'Visión Málaga 2021', de la consultora inmobiliaria Savills, un bronce que aspira a convertirse en plata tras la histórica victoria de Juanma Moreno en Andalucía.

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Aunque la Ciudad Condal sigue siendo un mercado mayor que el malagueño (solo los 300.000 metros cuadrados de oficinas proyectados para los próximos cuatro años en el 22@ igualan todo el mercado actual de la andaluza), la segunda es la nueva niña bonita de los inversores, que han recibido con los brazos abiertos el triunfo popular.

Si al imán malagueño se suman otros mercados como el sevillano o todo el negocio inmobiliario ligado a la costa, ya sean hoteles, segunda residencia nacional o comprador internacional, con un destacado peso del lujo y enclaves como Sotogrande, la comunidad andaluza tiene todos los mimbres para atraer y retener inversión.

"Independientemente de las siglas, que haya ganado el PP con mayoría absoluta es un mensaje de continuidad e, incluso, de que se van a acelerar proyectos que antes podían ir un poco más despacio por la necesidad de consensos", asegura Íñigo Molina, director de Colliers en Andalucía.

"El mantenimiento de la estabilidad política y la seguridad jurídica siempre ayuda a que los inversores se mantengan en la plaza y además a atraer inversión procedente de otros mercados, de hecho hemos tenido algún contacto hoy con inversores que refrendan esta idea", destaca también José Félix Pérez-Peña, director de Savills Andalucía.

Málaga es ya el tercer foco de inversión inmobiliaria, tras Madrid y Barcelona, y junto a ella, la única con crecimiento de población

Moreno ha desplegado en los últimos tres años unas políticas que han funcionado como auténtico imán para la inversión inmobiliaria, apostando por una menor presión fiscal, una agilización de los trámites, una aceleradora de proyectos estratégicos, el rechazo a 'topar' el alquiler y la más relevante de todas, la nueva ley del suelo, conocida popularmente como Lista (Ley de Impulso para la Sostenibilidad del Territorio de Andalucía).

Esta norma todavía está pendiente de que se publique el reglamento definitivo, que es la herramienta que facilitará su aplicación, hito que ahora se espera que gane enteros gracias a la mayoría absoluta del PP.

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La aplicación de Lista es crucial, por ejemplo, para todos los sectores que quieren hacer suelo en desarrollo, actividad que está llamada a ser uno de los manás del inmobiliario en los próximos cuatro años, ya que la falta de suelo finalista que padece toda España está obligando a girar los ojos hacia la gestión urbanística.

En el caso andaluz, como ocurre en Madrid, es todavía más relevante agilizar la gestión del suelo, ya que hay mucho apetito inversor que, para saciarse, necesita contar con producto al otro lado de la mesa.

Un ejemplo del interés por comprar terrenos en la región acaba de vivirse con las subastas de varios solares de Reyal Urbis, a las que acudieron casi una docena de firmas y en las que ha terminado imponiéndose Azora, o la subasta para los suelos de tres torres de Repsol en Málaga, que ha contado con 17 ofertas.

"Solo tres ciudades españolas, Málaga, Madrid y Barcelona, están teniendo crecimiento de población. Si a esto le añades la seguridad jurídica de las dos primeras y su rechazo a aplicar la ley de alquileres, tiene todos los mimbres para atraer inversión y para ponerse a la cabeza de la cuarta Revolución Industrial", señala Ignacio de la Torre, socio y economista jefe de Arcano.

Además de atraer inversión para el mercado residencial, de oficinas y hotelero, en los últimos años la región también ha empezado a despuntar en logística y en segmentos alternativos como residencias de estudiantes, de personas mayores y sociosanitario. "Reflejo de ello es el incremento de la inversión inmobiliaria en torno a un 35% en lo que llevamos de 2022 con respecto a 2021 en Andalucía, según datos de Savills Research", señala José Félix Pérez-Peña.

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Entre las razones que explican este auge de la comunidad andaluza, también está el hecho de que muchos inversores vean imposible invertir en Madrid, por sus elevados precios, o en Barcelona, por el mismo motivo unido a la inseguridad jurídica. En este contexto, han girado los ojos hacia Andalucía en busca de oportunidades de inversión. Y se han encontrado con un terreno abonado con el Gobierno de Moreno.

A esto se une el impacto que la pandemia está teniendo en muchos empresarios y profesionales del centro y norte de Europa, que están apostando por adquirir una vivienda en el sur de España donde pasar largas temporadas teletrabajando. Un nuevo modelo de vida que ha disparado los precios del mercado residencial, especialmente, en la Costa del Sol.

En algunas promociones como Nine Lions, los desarrollos de Finca Cortesin o Ikkil Bay alcanzan unidades por encima de los 10.000 euros el metro cuadrado, llegando incluso al entorno de los 15.000 euros en algunas unidades excepcionales. Claros ejemplos del apetito que hay por el mercado inmobiliario andaluz.