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"En Ucrania, la misma red que está detrás del vientre de alquiler organiza la prostitución"
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"En Ucrania, la misma red que está detrás del vientre de alquiler organiza la prostitución"

Elena Valenciano, presidenta de la Fundación Mujeres y exvicesecretaria del PSOE, defiende en una entrevista que la gestación subrogada "es compra y venta de niños y niñas"

Foto: Entrevista a Elena Valenciano. (Isabel Blanco)
Entrevista a Elena Valenciano. (Isabel Blanco)

Elena Valenciano (Madrid, 1960) es presidenta de la Fundación Mujeres desde junio del año pasado, aunque muchos sitúan aún Bruselas como su lugar de residencia. Una ciudad en la que trabajó como eurodiputada desde 1999 hasta 2008 y donde ejerció como portavoz socialista en el Comité de Derechos Humanos. Al PSOE se afilió con 17 años y llegó a ser vicesecretaria general tras la victoria de Alfredo Pérez Rubalcaba en el Congreso Federal de Sevilla en 2012. De la actualidad de su partido y de sus dirigentes hoy no tiene muchas ganas de hablar. Sí lo hará de otras muchas cosas.

"Vamos a llamar a las cosas por su nombre", insiste durante la conversación. Por eso no habla de gestación subrogada y le parece descafeinado el concepto de vientres de alquiler. "Es compra y venta de niños y niñas", afirma. Tampoco es ambigua con respecto a la Ley Trans. "Igual que el derecho individual no está por encima de todo, uno no puede cambiarse de sexo en el registro civil porque le apetezca y punto, ni puede hacerlo cuantas veces quiera", dice. Es una aberración, es acientífico y borra a las mujeres, añade.

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Foto: Isabel Blanco.

PREGUNTA. A los 17 años se afilió a las Juventudes Socialistas. ¿Qué le diría a los que son partidarios de eliminar las de cualquier partido?

RESPUESTA. No tiene nada que ver aquel momento con el actual. Yo tenía 17 años en 1977 y España estaba llena de organizaciones políticas de izquierdas porque la juventud estaba muy movilizada contra la dictadura y a favor de la democracia. Cuando me afilié era impensable que el PSOE fuera a gobernar España. Es decir, que entonces la selección de gente que entró en las juventudes políticas de izquierda era bastante buena, no eran personas que se acercaban a la política para conseguir privilegios o poder. Era una militancia movida únicamente por el idealismo.

Sí creo que se ha devaluado mucho el trabajo de las organizaciones políticas juveniles en algunos casos, pero eso también ha ocurrido en las adultas. El análisis que hacen algunos sobre las organizaciones juveniles podrían aplicárselo a ellos mismos.

Foto: Omar Anguita, en el último congreso federal de las Juventudes Socialistas. (EFE)

P. Vamos con una de tópicos. ¿Cuántas veces le han dicho que no le pega nada haber estudiado en el Liceo francés?

R. Me lo han dicho mucho, pero lo llevo a gala. He tenido el privilegio de tener una educación laica y progresista en un momento en el que prácticamente no había, y además mi madre ya había sido alumna de ese colegio y mi abuela era francesa. Tuve una educación que prácticamente ninguna niña de mi generación pudo tener, salvo las que estábamos en ese tipo de colegios.

P. Con la victoria de Alfredo Pérez Rubalcaba frente a Carme Chacón en el Congreso de Sevilla de 2012 a usted la nombran vicesecretaria general del partido. La relación entre esos dos candidatos algunos la definen como "interesante", y otros como interesada por parte del ganador. ¿Qué recuerda de ambos políticos?

R. Los dos eran de una calidad política enorme. Yo he tenido una relación con Alfredo Pérez Rubalcaba muy intensa. Es una persona a la que respeto, quiero, valoro y que me ha enseñado muchísimo de lo que he aprendido bueno de la política. Es alguien —sigo hablando de él en presente— con una capacidad de contar la política a la gente impresionante. Y Carme Chacón era una política joven con muchísimo futuro por delante. Todas la reconocemos porque jugó un papel muy importante en defensa de las mujeres en un momento complicado. Lo que pasa es que Alfredo ganó ese congreso y Carme lo perdió. Yo creo que era mejor que ganara quien ganó y hay quienes opinan lo contrario. Da igual, aquello se dirimió por una votación democrática de los allí presentes. Ante la ausencia de los dos, aquella batalla resulta un poco lamentable.

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Foto: Isabel Blanco.

P. Hablando de batallas, ¿qué recuerda de la campaña de las elecciones generales de 2011?

R. ¡Uff!

P. Usted fue directora de esa campaña. ¿Fue un orgullo o un marrón?

R. Lo recibimos como un gran marrón siempre porque sabíamos que íbamos encaminados a la muerte. Salíamos de la parte final del gobierno de Zapatero, había una crisis enorme, y creo que el presidente pensó que el que mejor podía contener la chamusquina era Alfredo. En ese momento era el ministro mejor valorado y es verdad que al final contuvo mucho. Es la única campaña electoral que he hecho sabiendo desde el principio que no ganábamos. Lo que discutíamos era por cuánto perdíamos.

Date cuenta de que esa campaña se hizo gobernando aún Zapatero, por tanto todas las decisiones que se tomaban el viernes por la tarde nos hacían perder votos porque aprobamos cosas terroríficas, como el escudo antimisiles impulsado en este caso por Chacón, el indulto a Alfredo Sáenz… Cada lunes teníamos que intentar convencer a la gente de que era mejor votar al PSOE que al PP. Sin embargo, hoy el resultado del 2011 sería magnífico.

Foto: Elena Valenciano y Alfredo Pérez Rubalcaba, en una imagen de 2014. (EFE)

P. Esto se escribió de usted en 2012: "Enamorada del mar, feminista a ultranza, hija de una familia bien, lleva tres décadas enredada en la política y ahora asume el papel más relevante al que nunca ha tenido acceso una mujer en el PSOE como vicesecretaria general de un partido en el que empezó como telefonista".

R: (Risas). Qué pesados con lo de telefonista, madre mía. Efectivamente, cuando estaba en la universidad me sacaba unos dinerillos trabajando media jornada en el PSOE como administrativa. Pero muchas veces, y sobre todo el 23-F, me tocaba bajar a la centralita porque recibíamos muchas llamadas del extranjero y mis compañeras no hablaban idiomas [ella habla inglés y francés]. Por eso estaba yo. Y si hubiera sido telefonista, a mucha honra.

En cuanto a lo de feminismo a ultranza, es que no sé muy bien qué quieren decir. Siempre digo que radical es un término que se utiliza mal, porque es aquello que va a la raíz de las cosas. Y en ese sentido sí soy feminista radical. Fui feminista antes que socialista.

Foto: Foto de la mesa redonda que se celebró en el 40º Congreso del PSOE en Valencia, 'Avanzamos en feminismo' (EFE/Biel Aliño)

P. Hay dos cosas muy presentes en la sociedad española, pornografía y prostitución, sobre todo entre los más jóvenes. ¿Cómo abordamos este asunto?

R. Sabemos que la infancia y la preadolescencia son etapas claves e influyentes con lo que viene después. Por eso es preocupante el nivel de negacionismo enorme de padres y madres que creen que eso lo hacen los amigos de su hijo pero no su hijo. Si eso fuera así, las estadísticas no dirían lo que dicen.

Me basta con que lo reconozcamos como un problema real y que sepamos que si no educamos en el respeto entre unos y otros no vamos a erradicar la violencia de género ni los abusos sexuales. Un chaval de 13 años está sentado en un pupitre de clase con una niña de la misma edad que es igual que él, pero él sabe que una mujer puede ser sometida a cambio de dinero y eso ella no lo sabe. Por eso ya no son iguales, pero es algo que se contempla con una enorme permisividad.

España es el prostíbulo de Europa. No solo en cuanto al consumo, sino en cuanto al tránsito, porque somos puerto de llegada y distribución. Los datos dicen que en torno al 85% de las mujeres que ejercen la prostitución en el mundo son objeto de trata. Es decir, que no han tenido ninguna otra salida.

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Foto: Isabel Blanco.

La prostitución que no es explotación es hiperminoritaria, y mientras no se ejerza de manera libre no puede considerarse algo lícito, al menos en una sociedad que sea decente. Porque hablamos de mujeres esclavas en una industria poderosísima y capitalista como es el sexo. Por eso me extraña que mujeres que provienen de la izquierda sean respetuosas con un mercado de carne tan capitalista y salvaje. Pero no somos tan estúpidas como para creer que el abolicionismo vendrá de un día para otro, porque la prostitución está en el tuétano de la sociedad.

P. ¿Están las mafias frotándose las manos con la llegada de refugiadas ucranianas?

R. Eso dicen las organizaciones expertas en ayuda humanitaria y en infancia. Alertan a las autoridades sobre ese hecho, porque hay muchos niños y niñas que están viajando solos hacia los países fronterizos. Sabemos que Ucrania además produce al año un montón de mujeres y niños para las redes de tráfico y es un tema que hay que atender. Pero las instituciones nos dicen que ya se están explotando mujeres y menores y se están realizando adopciones ilegales.

Foto: Refugiados ucranianos a su llegada a Medika, cerca de la frontera polaca. (EFE/Darek Delmanowicz)

P. Hay otras mujeres olvidadas en Ucrania, las que han alquilado su útero para los que consideran que la paternidad y la maternidad es un derecho.

R. Nosotros le llamamos vientres de alquiler y los partidarios lo llaman gestación subrogada, pero en realidad es la compra y venta de niños y niñas. Si los órganos no se pueden comprar y vender, no digamos los seres humanos. Alquilar el útero de una mujer es un horror. Llamemos a las cosas por su nombre.

Ucrania es uno de los países que más bebés produce para ser hijos e hijas de otros. Algunas de esas mujeres están siendo precisamente las más vulnerables para las redes de trata, porque el dinero que iban a cobrar no ha llegado. Y la misma red que organiza el alquiler de su vientre le organiza la prostitución. Cuando leo a algunos decir que "el Gobierno no nos escucha" pienso: ¿y quién escucha a esas madres? El derecho a tener hijos no existe en ninguna legislación del mundo.

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Foto: Isabel Blanco.

P. En su juventud escuchaba frases tipo: "Soy partidaria de la igualdad pero no soy feminista". Dígame que le parece esta, que es bastante actual: "Yo soy feminista pero no odio a los hombres".

R. (Carcajada). Siempre ha habido esa tendencia a ponernos en el lugar de las brujas, las castradoras, las antihombres… es una estrategia del patriarcado que compran por desgracia algunas mujeres. Nosotras no odiamos a los hombres, pero sí al patriarcado. Es verdad que yo habría esperado de los hombres más acompañamiento en esta batalla, porque estoy convencida de que el feminismo es una propuesta que mejora a la sociedad y por tanto a los hombres. Pero muchos no lo han entendido, supongo que por una lucha de poder, porque para que las mujeres ganen espacio es necesario que los hombres pierdan una parte del lugar que es un privilegio. Y nadie que tiene un privilegio quiere perderlo.

P. ¿Cómo valora a la ministra de Igualdad?

R. Soy enormemente respetuosa con ella, pero sinceramente esperaba más. Creo que hay un error de base en su gestión, porque su interlocución con el movimiento de mujeres más amplio es escaso, y eso no había sucedido hasta la fecha. Tenemos muy poca comunicación con el Ministerio. Esto que te voy a contar es anecdótico pero creo que relevante. Desde que en junio me nombraron presidenta de la Fundación Mujeres le pedí una entrevista y ni siquiera he obtenido una respuesta. No lo digo por mí, es que esta fundación tiene ya 25 años de trabajo y experiencia detrás.

Elena Valenciano (Madrid, 1960) es presidenta de la Fundación Mujeres desde junio del año pasado, aunque muchos sitúan aún Bruselas como su lugar de residencia. Una ciudad en la que trabajó como eurodiputada desde 1999 hasta 2008 y donde ejerció como portavoz socialista en el Comité de Derechos Humanos. Al PSOE se afilió con 17 años y llegó a ser vicesecretaria general tras la victoria de Alfredo Pérez Rubalcaba en el Congreso Federal de Sevilla en 2012. De la actualidad de su partido y de sus dirigentes hoy no tiene muchas ganas de hablar. Sí lo hará de otras muchas cosas.

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