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Sánchez y Díaz hicieron examen de Gobierno tras la crisis del 3-F en una intensa llamada
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La reforma laboral golpea al Gobierno

Sánchez y Díaz hicieron examen de Gobierno tras la crisis del 3-F en una intensa llamada

Horas después de salvar la votación 'in extremis' gracias al sí de Casero, presidente y vicepresidenta segunda se conjuraron juntos para intentar dar mayor estabilidad a la coalición y no tener sustos en las votaciones del Congreso

Foto: Sánchez y Yolanda Díaz, en el pleno del Congreso. (EFE/Kiko Huesca)
Sánchez y Yolanda Díaz, en el pleno del Congreso. (EFE/Kiko Huesca)

La votación de la reforma laboral estuvo a punto de provocar una crisis de consecuencias imprevisibles. El sí involuntario de Alberto Casero a una de las leyes más importantes del Gobierno salvó a Yolanda Díaz de una probable dimisión, como ha reconocido, y a Pedro Sánchez de que la estabilidad de la coalición entrara en la unidad de cuidados intensivos. "Si Díaz hubiera dimitido, Sánchez no se hubiera ido de rositas y también tendría que haber explicado por qué ha fracasado una de las leyes estrella", comentan en Unidas Podemos. Fueron momentos de gran apuro y, horas después, de análisis por parte de presidente y vicepresidenta segunda en una larga conversación telefónica.

El gesto de Nadia Calviño llevándose las manos a la cabeza tras la votación refleja en una imagen lo ocurrido en la bancada azul. Sánchez y Díaz venían manteniendo una conversación "constante" durante toda la semana. A las 19:30 del miércoles Díaz vio taponada su negociación, la que buscaba una abstención a última hora de ERC. Gabriel Rufián ni siquiera se presentó a una reunión que convocó la vicepresidenta segunda, cerrando esta vía y dejando la suma para convalidar el decreto-ley en manos de Félix Bolaños, el otro negociador, con quien Díaz también estaba en contacto. El ministro de Presidencia llevaba la conversaciones, junto a Santos Cerdán, con UPN. Durante todo el día dieron por amarrados los votos de los dos diputados navarros sin esperarse que a última hora Sergio Sayas y Carlos García Adanero engañarían a casi todos girando al no. Luego vino el 'milagro' en forma de equivocación de Casero, un diputado que este lunes, según amigos personales, empezaba a "reponerse" de lo sucedido.

Foto: Sánchez y Díaz en el Congreso. (Juan Medina/Reuters)

Para Díaz y su equipo, la situación fue muy seria y así se lo hizo ver a Sánchez en la conversación que mantuvieron. Fue el viernes a través del teléfono. Evitaron, explican fuentes gubernamentales, verse en Moncloa esta vez. Presidente y vicepresidenta segunda hicieron en este intercambio "franco" y "muy político" un balance de daños de la situación. La situación fue delicada y Díaz lo ha reconocido. Sánchez, por su parte, prefirió ser cauto y tras la votación afirmó en el patio del Congreso que la convalidación había sido "la victoria de toda España". Ambos, conscientes de lo que estuvo en juego y salvaron por casualidad, pretendieron dar anclaje a la coalición.

Pocas personas conocen lo que hablan Sánchez y Díaz. La relación está blindada y apenas un reducido núcleo de colaboradores tiene acceso a los términos exactos. Las fuentes consultadas se refieren a que ambos se conjuraron para intentar que los apuros del jueves no vuelvan a suceder. Hay que recordar que es el segundo gran decreto del Gobierno salvado por una carambola, después de que el de los fondos europeos saliera adelante gracias a la abstención de Vox. Dos reformas económicas trascendentales salvadas por una mayoría diferente a la de investidura. O, mejor dicho, con un socio esencial para la coalición como es ERC en el no.

Foto: La vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, y el portavoz de En Comú Podem y presidente del grupo parlamentario de Unidas Podemos, Jaume Asens. (EFE/Kiko Huesca)

Sánchez y Díaz están de acuerdo en que hay que recomponer relaciones con ERC. La herida seguía abierta este lunes. Moncloa tiene que convocar la mesa bilateral y la Generalitat está presionando. El discurso oficial del PSOE es que no se celebrará la reunión mientras no haya acuerdos previos y en eso siguen trabajando. Con Díaz, el fuego cruzado ha seguido produciéndose en las últimas horas. Rufián se ha mostrado muy duro, en público y en privado, con la vicepresidenta segunda, y en el equipo de Trabajo hay sensación de que el portavoz republicano en el Congreso ha excedido algunos límites. El ministerio sigue amenazando con hacer públicos los documentos de la negociación, pese a que Díaz afirmó este domingo en 'Salvados' que ella no filtraba información, y en ERC responden que si lo hacen, ellos responderán.

Que Sánchez y Díaz estén de acuerdo en que hay que cuidar a ERC no implica que Bolaños, como máximo responsable de Relaciones con las Cortes, vaya a dejar de explorar la vía Ciudadanos para sacar adelante reformas económicas. Se priorizará a los socios de investidura, y ahí se incluyen también PNV y EH Bildu, pero sin renunciar a otras sumas. Lo exponía este mismo lunes el ministro de Presidencia en una entrevista con Carlos Alsina en Onda Cero, asegurando que lo importante es seguir convalidando decretos y aprobando leyes en el Parlamento. El Ejecutivo no ha perdido ninguna votación importante esta legislatura, salvo la del decreto de remanentes de los ayuntamientos, y en las que ha tenido riesgo de llevarse un varapalo ha rectificado, como con la Ley de Memoria Democrática, que ha sido pospuesta. La geometría variable, por tanto, no está enterrada por Moncloa. PNV, Ciudadanos y PDeCAT, más moderados en lo económico, suman los mismos votos que ERC, EH Bildu y BNG.

Foto: Rufián en el pleno del Congreso donde se votará la reforma laboral. (EFE/Juan Carlos Hidalgo)

Díaz y Bolaños han estado en contacto durante los últimos días, confirman fuentes de ambos lados del Gobierno, pero la actitud del socialista ha provocado recelos en Unidas Podemos. Por dos motivos. En primer lugar, por insistir en la citada geometría variable, una suma que los morados rechazan. Y, en segundo lugar, porque tienen la sensación de que el ministro de Presidencia cerró el paso a cualquier posibilidad de avance con ERC. Los republicanos confirman que, en efecto, cuando el Ministerio de Trabajo les presentaba un documento (llegó a haber hasta cinco), Bolaños no lo reconocía. Llegaron a pedir a los socios de la coalición que se aclararan primero entre ellos, afirman fuentes de Esquerra.

Ningún partido ha reunido este lunes a su ejecutiva, salvo Podemos. Los morados, que no participaron en la negociación de la reforma laboral y dejaron hacer a Díaz, consideran que hay que arrojar a la basura la calculadora y cuidar la mayoría plurinacional que alumbró al Gobierno de coalición. La ministra de Derechos Sociales lo explicó este lunes en un acto sobre impuestos junto a Irene Montero. En el Museo Reina Sofía de Madrid, en presencia de la diputada de ERC Marta Rosique y del senador de Bildu Gorka Elejabarrieta, la secretaria general de Podemos instó no solo a negociar en el seno del Gobierno sino también con la mayoría plurinacional. Algo menos de dos años de legislatura por delante para ponerlo en práctica.

La votación de la reforma laboral estuvo a punto de provocar una crisis de consecuencias imprevisibles. El sí involuntario de Alberto Casero a una de las leyes más importantes del Gobierno salvó a Yolanda Díaz de una probable dimisión, como ha reconocido, y a Pedro Sánchez de que la estabilidad de la coalición entrara en la unidad de cuidados intensivos. "Si Díaz hubiera dimitido, Sánchez no se hubiera ido de rositas y también tendría que haber explicado por qué ha fracasado una de las leyes estrella", comentan en Unidas Podemos. Fueron momentos de gran apuro y, horas después, de análisis por parte de presidente y vicepresidenta segunda en una larga conversación telefónica.

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