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Biden deja a Sánchez fuera de la 'war room' sobre Rusia pese al esfuerzo militar español
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La Casa Blanca mueve ficha

Biden deja a Sánchez fuera de la 'war room' sobre Rusia pese al esfuerzo militar español

La lista de interlocutores de EEUU la forman los socios preferentes en materia de seguridad, más Polonia, frontera directa con Ucrania. El Gobierno esperaba más tras el cara a cara de Albares con Blinken

Foto: El ministro de Exteriores, José Manuel Albares. (EFE/Lenin Nolly)
El ministro de Exteriores, José Manuel Albares. (EFE/Lenin Nolly)
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Adelantar el envío de la fragata Blas de Lezo y ofrecer cazas de combate no ha sido suficiente para que Pedro Sánchez pueda formar parte del selecto grupo de líderes europeos con los que Joe Biden está abordando directamente la crisis con Rusia. Tampoco ha sido decisivo para la Casa Blanca que el Gobierno vaya a organizar en apenas cinco meses la cumbre de la OTAN en Madrid. Esa 'war room' o 'sala de operaciones' se reunió este lunes por videoconferencia y en ella no estuvo el presidente español. En Moncloa, la decisión de Washington se recibió como un jarro de agua fría porque las expectativas eran altas, especialmente tras la ronda de contactos de los últimos días del propio Sánchez y tras el cara a cara del ministro de Exteriores, José Manuel Albares, con el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, hace ahora una semana.

En realidad, no hay demasiada sorpresa en la lista de los líderes que Biden sentó en la conversación. La mayoría son los socios habituales de los Estados Unidos en materia de seguridad europea: obviamente, Francia y Alemania, las dos principales potencias del continente junto al Reino Unido, además de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y del presidente del Consejo Europeo, el belga Charles Michel, que de alguna manera representa ahí a todos los Estados miembros del club comunitario.

Foto: El presidente de EEUU, Joe Biden, junto al presidente de España, Pedro Sánchez. (EFE/EPA/Riccardo Antimiani)

La lista la cierra Polonia, que es el país líder del bloque del este, un interlocutor fundamental para Washington a la hora de debatir la seguridad del Viejo Continente, además de ostentar la presidencia rotatoria de la OSCE, que ha sido uno de los escenarios de las conversaciones con la delegación rusa, e Italia, que además de un socio fundamental de la Alianza Atlántica ostenta también la presidencia del G-7, el grupo en el que estaban el resto de invitados en la videollamada salvo Polonia. Por último, también participó Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN, con quien Sánchez habló por teléfono este domingo.

Pero Moncloa esperaba más por parte de Biden. También Exteriores. Que Sánchez pudiera haber formado parte de este grupo de líderes europeos hubiera sido un espaldarazo al apoyo cerrado que el Gobierno ha desplegado ante Washington y la OTAN. Albares, en efecto, pudo conversar el pasado martes unos 45 minutos con Blinken, justo antes de que el secretario de Estado de Biden dialogara con su homólogo ruso, Sergei Lavrov. España, en definitiva, lleva días mostrando su total apoyo a la Casa Blanca y, por eso, haber participado en esta cumbre hubiera sido importante para Sánchez. Moncloa, de paso, habría enviado un mensaje de firmeza a Marruecos.

Existe cierta decepción en el Gobierno porque, además, no es la primera vez que Sánchez se queda fuera de estas 'cumbres' o conversaciones promovidas por Biden. Si bien la lista confeccionada por la Casa Blanca no supuso ninguna sorpresa. Por ejemplo, el 6 de diciembre, Biden habló por teléfono con los líderes de Francia, Alemania, Italia y Reino Unido. Al día siguiente, volvió a llamarles para informarles de sus conversaciones con Vladimir Putin. El asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca ya mantuvo encuentros en un formato idéntico al de las conversaciones de este lunes, es decir, incluyendo también a Polonia.

Moncloa: "Los socios conocen nuestra posición"

Desde el Gobierno destacan, no obstante, que España es “el país que más contacto directo ha mantenido con la Administración Biden en los últimos días”. Remarcan el citado cara a cara con Blinken, otra reunión con Nancy Pelosi en la Cámara de Representantes y un encuentro con el comité de relaciones exteriores del Senado. Un viaje a Washington completo, destacan. El entorno de Sánchez asegura, además, que el Gobierno mantiene conexión directa con los protagonistas europeos de la videoconferencia. El presidente habló el pasado domingo con Jens Stoltenberg y también con Von der Leyen. “Estamos concertados y todos los socios conocen nuestra posición de primera mano y nosotros la suya”, afirman.

El anuncio de la llamada de Biden a los líderes europeos llegó poco después de que Blinken participara por videoconferencia en una discusión con los ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea. En las últimas horas, la Casa Blanca y los socios europeos estaban dibujando trayectorias más separadas en la estrategia sobre Ucrania. El Gobierno americano y el británico habían anunciado la salida del país de los familiares del personal diplomático, pero la noticia fue recibida con frialdad por parte de la Unión Europea. Josep Borrell, alto representante de la Unión para Política Exterior y de Seguridad, pidió no “dramatizar”, y los Veintisiete señalaron su intención de mantener a su personal y a sus ciudadanos en el país. Es también una muestra de confianza en Ucrania.

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (i), conversa con la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz. (EFE/Rodrigo Jiménez)

La salida transmite una sensación de urgencia y de derrumbe inminente que no comparten en Bruselas, que de hecho ha anunciado este lunes un paquete de 1.200 millones de euros en subvenciones y créditos para ayudar a Kiev también como una muestra de confianza en el futuro del país. La posición europea se encuentra firme en la idea de que aunque una agresión rusa a su vecino es muy posible, en estos momentos no es el escenario principal. Algunos diplomáticos apuntan a que existe una divergencia entre las posturas americana y europea.

Pese a la decisión de la Casa Blanca, España es un socio importante y su proactividad en las últimas horas ha sido muy bien recibida en la Alianza Atlántica, con sede en Bruselas. Albares, además de su reciente agenda en Washington, se muestra activo en la capital comunitaria. Tras la reunión con sus homólogos europeos, acudió al plató de televisión de Bloomberg para explicar en una entrevista en inglés la posición española, pero también la europea y la de la OTAN. Madrid está siendo activa, y eso siempre está bien visto y ayuda a influir en el debate.

Pero eso no tiene por qué traducirse en convertirse en un socio prioritario de nadie, ni recibir una invitación para una reunión. Se trata de un trabajo lento y continuo para hacer valer tu voz y tus argumentos en el medio y largo plazo. Se trata de defender tus propios intereses, y esperar por ello un premio en modo de asiento en una reunión importante es únicamente producto de una mala gestión de las expectativas.

Adelantar el envío de la fragata Blas de Lezo y ofrecer cazas de combate no ha sido suficiente para que Pedro Sánchez pueda formar parte del selecto grupo de líderes europeos con los que Joe Biden está abordando directamente la crisis con Rusia. Tampoco ha sido decisivo para la Casa Blanca que el Gobierno vaya a organizar en apenas cinco meses la cumbre de la OTAN en Madrid. Esa 'war room' o 'sala de operaciones' se reunió este lunes por videoconferencia y en ella no estuvo el presidente español. En Moncloa, la decisión de Washington se recibió como un jarro de agua fría porque las expectativas eran altas, especialmente tras la ronda de contactos de los últimos días del propio Sánchez y tras el cara a cara del ministro de Exteriores, José Manuel Albares, con el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, hace ahora una semana.

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