Bárcenas y su abogado rompen tras 11 meses y un errático amago de tirar de la manta

La relación entre Luis Bárcenas y el abogado que contrató para su último juicio no ha terminado bien. El letrado Gustavo Galán ha pedido la renuncia de la defensa del extesorero poniendo fin a una relación profesional que ya venía marcada por varios desencuentros. Galán fue el artífice de la errática estrategia de colaboración que inició Bárcenas meses antes de sentarse en el banquillo por las obras de la sede del PP. Once meses después, el saldo ha sido una nueva condena, un anuncio de querella por sus manifestaciones y la pérdida de credibilidad al no haber materializado su oferta en nada tangible para los investigadores. Según informan fuentes jurídicas, Galán presentó esta semana un escrito comunicando su decisión en la Audiencia Nacional. Lo hace tras semanas de nula comunicación con su ya excliente.

Fuentes penitenciarias informan a El Confidencial de que Bárcenas no quería recibir a su letrado en la cárcel de Soto del Real. Las comunicaciones en prisión son un derecho que asiste al recluso y por tanto es él quien tiene que facilitar al centro penitenciario el listado de nombres con los que quiere verse o hablar por teléfono. Bárcenas y Galán ni siquiera han hablado para comentar la sentencia de la Audiencia Nacional que ha condenado al extesorero a dos años de prisión por la caja B del PP. Si Bárcenas —al que el fallo le sorprendió de permiso penitenciario fuera de la cárcel— presenta recurso o no a esa condena, ya no será trabajo del abogado que le representó en el juicio.

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Fue a finales de enero de este año cuando Bárcenas irrumpió de nuevo en la escena política con un escrito remitido a la Fiscalía Anticorrupción. A lo largo de ocho folios, detonaba el pacto soterrado que durante años había mantenido con su expartido. Implicaba a Mariano Rajoy en la contabilidad paralela del PP y detallaba una escena en su despacho en la que el expresidente destruía pruebas en una trituradora. También una grabación de su antecesor en la Tesorería del partido, Álvaro Lapuerta, admitiendo los sobresueldos a dirigentes con dinero negro procedente de donaciones de empresarios. Bárcenas se comprometía a contar todo lo que sabía en todas las causas que permanecían abiertas en los tribunales. Tras esta estrategia estaba la figura de Galán, según admitió él mismo en varias entrevistas concedidas aquellos días. Prometió que se aportarían grabaciones y documentos.

Galán, un conocido del 'universo Gürtel'

Gustavo Galán no era un desconocido en el ‘universo Gürtel’. Había representado en el pasado a otros implicados en la trama de corrupción, como a la exadministradora de las empresas de la red Isabel Jordán. El letrado se anunciaba en la página web de su despacho profesional como "un profesional con marcada experiencia en resoluciones extrajudiciales de las que son ejemplo, especialmente, acuerdos con la Fiscalía Anticorrupción”. Le avalaba el caso de Jordán, condenada a seis años por la rama valenciana de Gürtel, a casi otros 15 por la época I de la trama (1999-2005) y que, a pesar de ello, disfruta de un régimen de semilibertad fuera de prisión. El Supremo calificó de "esencial" la colaboración de Jordán, y la Fiscalía justifica su excarcelación en que sus condenas tienen relación con los mismos hechos.

Galán representa a otros investigados en la trama que también han mostrado su disposición a contar lo que saben muchos años después del inicio de las pesquisas. Alguno como Arturo González Panero ha remitido recientemente un escrito en el que admite los hechos por los que en próximas fechas se sentará en el banquillo de los acusados por el juicio en torno a la rama de Gürtel en el municipio madrileño de Boadilla del Monte. Compañeros de profesión de Galán consultados por este periódico interpretaron la contratación de este nuevo abogado por parte de Bárcenas como un intento de conseguir un trato penitenciario beneficioso, no tanto para él, sino para su esposa, Rosalía Iglesias. Jordán e Iglesias habían coincidido en prisión unos meses, pero Galán siempre se encargó de desmentir estas intenciones y recordó que los beneficios penitenciarios son personales e intransferibles.

La mujer de Bárcenas había ingresado tres meses antes en la cárcel condenada a casi 13 años de cárcel por Gürtel. Así se expresaba Bárcenas a este respecto a través de su escrito de colaboración: "El sentimiento de culpabilidad de haber podido provocar que mi mujer estuviese en riesgo de perder la libertad y entrar en prisión me hizo creer inocentemente en la promesa —por parte del Partido Popular— que se me hizo llegar sobre que Rosa no entraría en prisión gracias a las gestiones que ya se habían iniciado".

"Está mal planteado por mi abogado"

Apenas hubo que esperar unas semanas para descubrir que en realidad ese texto lo había redactado el nuevo abogado de Bárcenas. Se supo porque el propio extesorero evidenció su rechazo durante su comparecencia en la Comisión Kitchen del Congreso de los Diputados. Les dijo a los portavoces parlamentarios que el PP nunca le ofreció hacer gestiones en favor de su mujer y culpó a su letrado de la redacción del texto: “A pesar de que figure en el escrito, eso está mal planteado por mi abogado (...) Ya sé que el escrito de mi abogado no precisa eso, más bien lo imprecisa, pero no ha existido ese pacto".

Antes que eso, la Fiscalía Anticorrupción había enfriado rápidamente el clima creado ante el enésimo amago de tirar de la manta de Barcenas. Avisó de que no daba ninguna credibilidad a la oferta de colaboración del extesorero. Consideraba que no era la primera vez y le pedía que aportase pruebas. Al menos hasta la fecha no consta que haya presentado nada novedoso para los investigadores. Bárcenas declaró como testigo ante el juez que investiga el caso Púnica en la Audiencia Nacional. Allí contó cómo le llevó dinero de un empresario en un sobre a Esperanza Aguirre. La expresidenta del PP de Madrid contestó con un anuncio de querella. El juez Manuel García-Castellón citó a declarar como imputado al empresario que presuntamente había hecho la aportación económica, pero archivó las diligencias poco después al no dar validez al relato de Bárcenas.

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El extesorero también prometió aportar varias cajas de documentos para respaldar su narración, pero alegó que estaban en manos de un tercero y necesitaba tiempo para recuperarlas. A día de hoy, no consta que las haya encontrado, según confirman fuentes jurídicas. Este resultado choca con las expectativas que generó el abogado en días previos. “La intención de mi cliente va más allá: va a colaborar en juicios pendientes relacionados con la Gürtel. Por ejemplo, en el caso Púnica. Él sabe que el PP de Madrid también dispuso de una caja B desde la que se financió ilegalmente el partido a través de una fundación”, dijo Galán en una entrevista concedida al diario 'El País'.

Tampoco cambió el curso de la investigación la declaración, también voluntaria, que prestó Bárcenas ante el juez Santiago Pedraz en verano, ya sin la asistencia de Galán. El magistrado investiga las donaciones de empresarios al PP en tiempos de la era de José María Aznar. Sobre ese periodo, Bárcenas apuntaba en su escrito de enero que algunas aportaciones sí fueron finalistas, es decir, se otorgaron al partido a cambio de concesiones de contratos públicos. Sin embargo, en su declaración apenas profundizó sobre esta cuestión.

Fuentes conocedoras del interrogatorio aseguran que Bárcenas no supo precisar quién habría pagado qué adjudicación. Se justificó en que esos datos estaban en la documentación que le habrían robado en la operación Kitchen. Esta salida ha sido una constante en su errática estrategia de colaboración. Su abogado también recurrió a ella ante el tribunal del juicio por las obras en la sede del PP para explicar que no le sería fácil probar los aspectos más sensibles de su confesión de enero. Para tratar de demostrar la grabación sobre los sobresueldos de su antecesor, el ya fallecido Álvaro Lapuerta, pidió citar a varios periodistas que en sus informaciones [alguna de hace ocho años] dijeron haberla oído. La paradoja del giro estratégico era que uno de esos periodistas citado por Galán había publicado un libro con informaciones sobre el tema que el propio Bárcenas había tachado en su día de "invenciones".

Los jueces valoran la declaración de 2013

Finalmente, Bárcenas ha sido condenado a otros dos años de cárcel al quedar acreditado que el PP pagó con dinero negro las obras de su sede. El extesorero ya había sido condenado a 29 años por la época 1 de la trama Gürtel (1999-2005) por el Tribunal Supremo. A petición de sus abogados anteriores, la Audiencia Nacional le recalculó la condena y fijó en 13 años el máximo de estancia en prisión, lo que le permitió solicitar los primeros permisos de salida. Tiene derecho a 36 días al año por estar clasificado en segundo grado y haber cumplido ya un cuarto de esos 13 años. Ha salido ya en varias ocasiones en el último año.

La Fiscalía se opone a estas salidas, ya sea porque las considera prematuras o porque cree que Bárcenas no ha satisfecho económicamente sus delitos. Con todo, la reciente sentencia dictada por la Audiencia Nacional reconoce la colaboración del extesorero. Eso influirá positivamente a la hora de pedir nuevos beneficios, pero ni siquiera eso es del todo atribuible a la estrategia diseñada por su ya exabogado. Los jueces dan especial relevancia a la declaración que prestó en julio de 2013 ante el juez Pablo Ruz, que incluso inspiró una película.

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“Ha quedado acreditada —dice la sentencia— su colaboración real, activa y eficaz para el mejor esclarecimiento de los hechos y sus autores, la cual tuvo su inicio con su declaración como imputado el 15 de julio de 2013, en la que además de aportar la documentación original en papel e informática con las anotaciones de ingresos y pagos conocida como ‘papeles de Bárcenas’, hizo un relato detallado y completo de la llevanza de la contabilidad B y de la aplicación de tales fondos, lo que mantuvo hasta el juicio oral”.

Sin embargo, los jueces aclaran que “no se aprecia esa mayor relevancia en la actuación colaboradora del acusado Bárcenas”. Dejan claro que la clave “fueron los registros practicados con posterioridad en las sedes de Unifica y del PP” y que el extesorero había “incurrido además en algunas contradicciones en su declaración en juicio con respecto a las anteriores”. A partir de ahora, Galán y Bárcenas seguirán su propio camino por separado.