Cosidó se desvincula de la Kitchen: "Me enteraba de lo que tenía que enterarme"

El que fuera director general de la Policía Ignacio Cosidó durante el Gobierno de Mariano Rajoy ha comparecido en la comisión de investigación del Congreso de los Diputados sobre el espionaje a Luis Bárcenas. Lo ha hecho decidido a jugar el papel de 'el hombre nunca estuvo allí'. Ha dicho desconocer que bajo sus pies se crease una estructura paralela en el cuerpo y se desvinculó de los seguimientos al extesorero del PP. Según ha dicho, entre sus competencias no estaba dirigir las investigaciones porque eso es algo que corresponde a jueces y fiscales. "Me enteraba de lo que tenía que enterarme", ha declarado.

El argumento de descargo de Cosidó —exportavoz del PP en el Senado bajo la dirección de Pablo Casado— supone en realidad una afirmación de doble filo, ya que lo que se investiga en torno al caso Kitchen es precisamente una operación parapolicial centrada en arrebatar a Bárcenas información comprometedora para el PP de espaldas a la investigación judicial. Para ello, se usaron fondos reservados del Ministerio del Interior, entre otras cosas, para pagar los servicios del chófer del extesorero quien acabó con una plaza en la Policía.

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Casi cuatro años después del arresto del comisario José Villarejo, Cosidó no se encuentra investigado en ninguna de la treintena de piezas separadas del caso abiertas en la Audiencia Nacional. Su nombre apenas aparece en las conversaciones incautadas al polémico comisario que vertebran las pesquisas. Sin embargo, varios comisarios implicados en los seguimientos al extesorero del PP y a su familia han afirmado que Cosidó lo sabía y estaba informado de la operación presuntamente ilegal. El portavoz del PSOE, David Serrada, le ha indicado que había sido citado sobre todo porque bajo su mando se generó una estructura paralela en la Policía.

Cosidó no se encuentra investigado en ninguna de la treintena de piezas separadas abiertas en la Audiencia Nacional

Cosidó lo ha negado y ha despejado al entonces ministro Jorge Fernández Díaz la decisión de nombrar a Eugenio Pino como su número dos al frente de la Dirección Adjunta Operativa del Cuerpo. Ese fue el departamento en el que se fraguaron la mayoría de los escándalos conocidos en los últimos años. El ex director general del cuerpo ha reprochado al diputado socialista que le diese crédito a las declaraciones de Villarejo, quien la semana pasada le implicó en la Kitchen: “Jamás he despachado con Villarejo, jamás he comido con él, jamás he intercambiado un mensaje con él y jamás le he dado una indicación a través de terceras personas”.

Cosidó ha admitido que con el conocimiento que tiene ahora, quizá no hubiese condecorado a Villarejo como hizo en 2012. Ha afirmado que, si en sede judicial se confirman las acusaciones en su contra, “en absoluto” se podría calificar de ético su comportamiento

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“Parece que usted era una especie de extraterrestre”, le ha replicado el diputado socialista. El papel de Cosidó en aquellos años de la Policía sigue generando controversia. Las fuentes policiales que prestaron funciones en aquella dirección no se ponen de acuerdo respecto a su conocimiento de lo que sucedía bajo sus pies: o no se enteró o prefirió no enterarse. El despacho de Eugenio Pino que visitaba Villarejo y el resto de mandos investigados estaba apenas a unos metros del suyo en la misma planta de la sede de la Dirección General de la Policía en la calle Miguel Ángel de Madrid.

“No le vi”, ha dicho Cosidó cuando el diputado de Vox se ha interesado acerca de su conocimiento sobre Villarejo. El ex director general de la Policía y actual asesor de la Junta de Castilla y León ha vuelto a despejar, en este caso a Eugenio Pino: “Era un subordinado suyo. Estaba destinado con una atribución de funciones que se produce creo que en el año 2011. Quedó adscrito a la Dirección Adjunta Operativa, es decir, no fue una decisión que se tomara bajo mi mando, sino que es un destino que se produce con anterioridad a mi llegada”.

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“¿Alguna vez le saltó alguna alarma?”, le ha interrogado de nuevo Vox, pero Cosidó apenas ha aludido a dos investigaciones internas que se hicieron sobre Villarejo en 2016, ya cerca de su jubilación, una de ellas por un presunto blanqueo de capitales derivado de la fortuna que manejó el mando. Ambas se cerraron sin consecuencias y una de ellas fue encargada a un inspector de confianza que la archivó en falso. Según admitió el propio inspector en la Audiencia Nacional se indagó solo para “salir del paso”.

En otro momento de su comparecencia, Cosidó ha hablado de un momento clave en el seno de aquella Policía. Tuvo lugar en el año 2015 tras un enfrentamiento entre Villarejo y el que fuera jefe de la Unidad de Asuntos Internos, Marcelino Martín Blas. Aquel conflicto se saldó con el cese del segundo. Según las conversaciones que obran en la Audiencia Nacional, Villarejo presionó para evitar ser destituido. Cosidó ha vuelto a responsabilizar a Pino de aquella decisión.

Aunque no lo ha dicho expresamente, en la comparecencia de Cosidó planeó el distanciamiento que hubo entre él y el ministro Jorge Fernández Díaz, quien se apoyó en Pino a medida que fue avanzando la legislatura de Rajoy. “Le noto más nervioso que hace tres años, le he visto flaquear”, le ha interpelado el portavoz de ERC, Gabriel Rufián. “Villarejo quizá miente, pero es que aquí están mintiendo todos. O fue usted un negligente porque pasaron cosas gravísimas o fue usted un cooperador necesario”, ha añadido.