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El PSC mandará en la mesa de diálogo y ERC debe ajustar su bicefalia
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SÁNCHEZ Y ARAGONÈS FIJAN MAÑANA LA AGENDA

El PSC mandará en la mesa de diálogo y ERC debe ajustar su bicefalia

Se da por hecha la presencia del ministro Miquel Iceta, autor intelectual de la 'tercera vía' para Cataluña. También estarán Yolanda Díaz y Manuel Castells. Los independentistas mantienen discrepancias internas

Foto: Pere Aragonès saluda a Oriol Junqueras al salir de Lledoners. (EFE)
Pere Aragonès saluda a Oriol Junqueras al salir de Lledoners. (EFE)

Pedro Sánchez y Pere Aragonès tienen previsto definir este martes en el Palacio de la Moncloa los términos de la famosa mesa de diálogo entre el Gobierno central y el Govern. Formato, composición, calendario y marcos para delimitar qué propuestas de máximos tienen cabida y cuáles no. En Moncloa tienen clara su agenda, pero reconocen que enfrente se encontrarán con unos interlocutores con diferentes sensibilidades que podrían materializarse en estrategias contradictorias. De ahí que apuesten por no reactivar la mesa hasta septiembre y dar tiempo a ERC y Junts para que primero lleguen a un acuerdo entre ellos. La desconfianza sobre la presión que Waterloo pueda ejercer sobre los republicanos para que se desvíen de la vía pragmática es cada vez mayor.

A expensas de que se produzca una hipotética remodelación del Gobierno, que en los diferentes ministerios dan por descontada antes de verano, Moncloa pretende que su delegación refleje la pluralidad interna de la coalición, priorizando la presencia de ministros catalanes del PSC, además de En Comú Podem, la confluencia catalana de los morados. Sin confirmación oficial, se da a entender la presencia del ministro de Política Territorial y primer secretario del PSC, Miquel Iceta. De hecho, las tesis federalistas de los socialistas catalanes, su 'tercera vía', guiará la agenda catalana que pretende llevar Moncloa a la mesa de negociación, en lo referente al autogobierno, la financiación, la redacción de un nuevo Estatut o el reconocimiento a la nacionalidad de Cataluña, la "nación de naciones".

Desde el entorno de Iceta evitan confirmar su presencia en la mesa y se limitan a explicar que "estará allí donde el presidente del Gobierno lo requiera". Otros compañeros del Consejo de Ministros reconocen que, al concebirse como una mesa de gobiernos, Salvador Illa no estará presente, pese a que sí estuvo en la primera reunión cuando era ministro de Sanidad, y que lo lógico sería que su lugar lo ocupase otro cuadro del PSC. Este no podría ser otro que Iceta. Este último se ha encargado en las últimas semanas de ir allanando el camino sobre las propuestas que pretenden desplegar desde el Gobierno a favor del mayor autogobierno de Cataluña.

Foto: Imagen: Raquel Cano.

Lo que sí confirman fuentes de Unidas Podemos es que el lugar que ocupó Pablo Iglesias en la primera reunión de la mesa de diálogo será ahora para la vicepresidenta tercera, Yolanda Díaz. Asimismo, está previsto que también siga participando el ministro de Universidades, Manuel Castells, como cuota de los comunes y con una capacidad para hacer de puente con el universo independentista mayor que la de los socialistas catalanes. Los otros nombres, a la espera de cómo queda definido el Ejecutivo ante una hipotética crisis de gobierno, serían, además de Pedro Sánchez, los de Carmen Calvo y María Jesús Montero. La intención es dar así continuidad a lo establecido en la primera mesa de diálogo, cuando Quim Torra presidía la Generalitat. Entonces, se decidió también que la siguiente reunión se celebraría en Cataluña.

En la parte independentista hay muchas más discrepancias sobre quién formará la delegación, y de su decisión final dependería también que Moncloa pudiese realizar cambios en la suya. Aragonès lo plantea como una “mesa entre gobiernos”, pero no se descarta que la integren personas ajenas. Por ejemplo, Josep Maria Jové (ERC), quien ya estuvo en la primera reunión de la mesa siendo solamente diputado del Parlament, al igual que Josep Rius (Junts). Pero todavía es pronto, según fuentes de la Generalitat.

Está también por definir el papel que jugará en todo este proceso el presidente de ERC, Oriol Junqueras, recién salido de prisión

Por parte de JxCAT todavía es más complejo porque los actuales consejeros del Govern son personas de la confianza de Jordi Sànchez, pero no de Carles Puigdemont. En la anterior mesa, Elsa Artadi y Josep Rius formaron parte de ella, pero ahora ellos dos son la punta de lanza de la oposición a Jordi Sànchez. Así que todavía se tiene que configurar la composición del lado catalán. En cualquier caso, se tendrá que mantener una paridad.

Está también por definir el papel que jugará en todo este proceso el presidente de ERC, Oriol Junqueras, recién salido de prisión. Algunos sectores de los republicanos defendieron en un primer momento su presencia y su portavoz, Marta Vilalta, aseguró que "es innegable que nos gustaría muchísimo que pudiera ir, es evidente". Desde el Ejecutivo han evitado vetarlo, pero insistiendo en que la intención pasa porque formen la mesa cargos del Gobierno. Aseguran, asimismo, que no se les ha trasladado de las filas republicanas esta idea, y hasta ponen en duda que el líder de ERC quiera formar parte de la delegación catalana.

Tras la concesión de los indultos, los republicanos deberán ajustar su bicefalia. Aragonés preside la Generalitat y Junqueras preside el partido ya fuera de la cárcel. Una nueva fase pendiente de reevaluar y encajar, dado que el modelo de bicefalia orgánica e institucional característica del PNV no suele dar buenos resultados en la mayoría de los partidos políticos.

Foto: El 'expresident' Carles Puigdemont. (EFE) Opinión

De forma paralela a la composición de las delegaciones, deberá definirse el formato de la mesa. Desde el independentismo, se avanza la intención de que la mesa de diálogo se pueda dividir por áreas de trabajo sectoriales para tratar diferentes asuntos. Y es que, además de discutir el encaje territorial de Cataluña, se pretende abordar toda una agenda catalana con la economía como una de sus principales claves. Desde un nuevo modelo de financiación hasta el impulso del corredor mediterráneo, pasando por la armonización fiscal o, como ya adelantaba hace unos días el presidente de la Generalitat, los traspasos del puerto de Barcelona, el aeropuerto de El Prat o el Consorcio de la Zona Franca.

Sánchez y Aragonès, en la mesa

Distintos ámbitos de negociación, por tanto, con interlocutores que irían variando, o bien una sola mesa con interlocutores que se van sentando y levantando según los asuntos a tratar. En el primer encuentro de esta nueva etapa, que previsiblemente se celebraría en Barcelona, está garantizada la presencia de Sánchez y Aragonès, pero no ya en los siguientes, que irían avanzando bajo el liderazgo de sus respectivos equipos, con la pretensión de formar grupos de trabajo más técnicos acordes a las temáticas sectoriales.

Desde el Gobierno, se entiende que ahora les toca mover ficha a los independentistas. Les reclaman gestos y, sobre todo, llevar a la mesa de diálogo propuestas que no estén fuera del marco constitucional. No se exige que abandonen su ideología o sus reivindicaciones, pero sí plantearlas dentro del ordenamiento jurídico para poder avanzar hacia una solución de consenso. Todo ello a la expectativa de cómo reaccionará Junts y si sus presiones acabarán por torcer el brazo a ERC para que abandone su tímido camino hacia el pragmatismo.

Foto: Vista general de la ciudad de Barcelona. (Pixabay)

La agenda más inmediata pasará así por lo material y los traspasos, aunque el nudo gordiano y la finalidad de la mesa de diálogo es la salida al problema territorial. En esta línea, los independentistas siguen defendiendo la máxima de la autodeterminación —un referéndum pactado en el caso de ERC—. Una línea roja para el Gobierno, que insiste en que cualquier solución se debe dar dentro del marco constitucional y el ordenamiento jurídico.

Pedro Sánchez y Pere Aragonès tienen previsto definir este martes en el Palacio de la Moncloa los términos de la famosa mesa de diálogo entre el Gobierno central y el Govern. Formato, composición, calendario y marcos para delimitar qué propuestas de máximos tienen cabida y cuáles no. En Moncloa tienen clara su agenda, pero reconocen que enfrente se encontrarán con unos interlocutores con diferentes sensibilidades que podrían materializarse en estrategias contradictorias. De ahí que apuesten por no reactivar la mesa hasta septiembre y dar tiempo a ERC y Junts para que primero lleguen a un acuerdo entre ellos. La desconfianza sobre la presión que Waterloo pueda ejercer sobre los republicanos para que se desvíen de la vía pragmática es cada vez mayor.

Oriol Junqueras
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