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El 'mediador' del diálogo con Cataluña se llama José Luis Rodríguez Zapatero
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INTERLOCUCIÓN CON PSOE Y ERC

El 'mediador' del diálogo con Cataluña se llama José Luis Rodríguez Zapatero

Zapatero lleva meses con una intensa agenda de contactos discretos con cargos de PSOE, Unidas Podemos y ERC, incluso con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez

Foto: Imagen: Raquel Cano.
Imagen: Raquel Cano.
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Hay cuatro expresidentes vivos. Solo uno se mantiene al margen de la actualidad política.

Felipe González, José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero tienen en común cierto gusto por la exposición pública y cierta querencia por influir en las estrategias de sus respectivos partidos, el PP y el PSOE. A los tres les gusta el plató y la trastienda, el foco y la sombra. González es contundente en los actos en los que participa, incluso desde la sutileza, como pudo comprobarse el pasado lunes en la entrega del premio Rojana Alfredo Pérez Rubalcaba al escritor y viñetista 'Peridis'. Se refirió a Cataluña sin críticas directas, pero con avisos indirectos. Aznar prefiere evitar a los medios; le agradan los actos de escaleta controlada. Zapatero ve un micrófono y no duda: se detiene y habla.

El expresidente socialista afirmó el pasado lunes que los indultos a los presos del 'procés' son una decisión "valiente" y "positiva para España". Más recientemente, en una entrevista a la publicación catalana 'El Temps', señaló que constituyen "la decisión más importante de la legislatura" y que "dará grandes frutos al país". Aznar se ha expresado en términos antagónicos. La medida de gracia no solo agujerea el suelo institucional, en concreto el del Tribunal Supremo, el tribunal sentenciador, sino que además deja impune el "golpe de Estado" que a su juicio se produjo el 1 de octubre de 2017.

Foto: Ilustración: El Confidencial Diseño

Que González y Aznar se pronuncien estaba dentro de lo esperado, igual que las apariciones públicas de Zapatero. E igual que el silencio pétreo de Mariano Rajoy, el expresidente agazapado.

Lo que no estaba dentro de lo previsto era que el exlíder leónes del PSOE lleve tiempo hablando con cargos de su propio partido, de Unidas Podemos y de ERC para ayudar en la recuperación del diálogo, según han informado a El Confidencial tres fuentes conocedoras de las conversaciones. Este medio ha intentado recabar la versión del expresidente, pero no ha habido respuesta ni a los mensajes ni a las llamadas.

Sintonía con Sánchez

José Luis Rodríguez Zapatero, en julio de 2019, en una entrevista a Carlos Alsina, dijo visiblemente molesto (se le puede ver en las imágenes grabadas por las cámaras del estudio de Onda Cero) que estaba a favor de estudiar los indultos a los presos del 'procés' siempre y cuando se pidieran, pues entonces se activa un trámite regulado por ley que ha de gestionar el Gobierno. Es justamente lo que ha sucedido. El malestar del expresidente obedeció a lo que llamó "una 'fake'" derivada, a su vez, de otra entrevista en un medio catalán. Según su opinión, le tergiversaron las palabras para que quedara como dicho por él que estaba a favor de los indultos, sin el matiz de que se analizaran.

Desde entonces ha ido modulando su posición. En diciembre de 2020, en el programa Espejo Público de Antena 3, subrayó que "todos los gestos de aproximación a Cataluña" le parecerán "buenos". Desde entonces, y con más énfasis en las últimas semanas, a medida que se acercaba la decisión del Consejo de Ministros, el apoyo de Zapatero a la medida de gracia ha sido evidente.

placeholder Los expresidentes del Gobierno Mariano Rajoy (i) y José Luis Rodríguez Zapatero. (EFE)
Los expresidentes del Gobierno Mariano Rajoy (i) y José Luis Rodríguez Zapatero. (EFE)

Su posición al respecto ha llegado al PSOE por varias vías, es decir, en Ferraz y en Moncloa. Una fuente de su partido destaca la experiencia que aporta, pues en 2004 afrontó la reforma del Estatuto de Cataluña en unas circunstancias que en muchos aspectos se están reproduciendo ahora. La derecha reaccionó a la operación con virulencia y el entonces líder del PP, Mariano Rajoy, encabezó una campaña de recogida de firmas para que el referéndum se celebrara en todo el país, no solamente en Cataluña. Fracasó en el intento a pesar de que juntó 4.000.000 de firmas, hoy almacenadas en una nave industrial próxima a Madrid. Fue una época de tensión en la calle y de tensión entre los partidos, de suspicacias con el independentismo y de giros de guion verdaderamente asombrosos. Luego volveremos a ello.

Lo vivido entonces lo está contando Zapatero a dirigentes socialistas actuales. El Confidencial ha procurado confirmar si también a Pedro Sánchez. Aunque en Moncloa ha reinado el silencio, una fuente socialista recalca que la interlocución entre el expresidente y el presidente se restableció hace meses, por lo que es "lógico" que ahora estén hablando frecuentemente sobre cómo encarar el diálogo con Cataluña. Sobre las potencialidades de la operación y sobre sus riesgos.

Es probable que esta cercanía explique los posicionamientos a favor de los indultos que Zapatero ha mostrado este el último mes

El titular de la Presidencia del Gobierno desde 2004 a 2011 mantiene una excelente sintonía con el secretario general de Presidencia, Félix Bolaños, quien entre sus funciones desempeña también la de las relaciones con los antecesores de Sánchez, incluidos los del PP. Su seguridad o sus desplazamientos oficiales son supervisados por este departamento. Como la sintonía con Sánchez se ha restablecido, la opinión de Zapatero llega por tanto al más alto nivel.

No siempre hubo buena relación entre ambos. Durante la primera etapa del actual líder socialista como secretario general, esta fue inexistente, o cuando menos esporádica. La proximidad de Zapatero con Susana Díaz no contribuyó a generar confianza, más bien al contrario. La dimisión de Sánchez, su posterior renuncia al escaño y el desafío de las primarias les colocó en las antípodas. El deshielo se produjo recientemente, ya que durante el tiempo que estuvo el líder socialista en Moncloa, entre julio de 2018 y enero de 2020, la interlocución no se caracterizó ni por la asiduidad ni por el interés de las conversaciones.

Es probable que esta cercanía explique los posicionamientos tan claros a favor de los indultos que Zapatero ha mostrado durante el último mes.

Sintonía con Unidas Podemos y con ERC

Zapatero está muy encima de la actualidad. Terminado el episodio de su mediación en Venezuela, ha comenzado un periplo de contactos discretos con figuras políticas de primer nivel y de apariciones puntuales y medidas en medios de comunicación. Su papel se asemeja en parte al de Felipe González, aunque desde una atalaya diametralmente opuesta. El primer presidente socialista es muy crítico con el Gobierno y sus intervenciones se cuentan por advertencias: advertencias por la deriva en Cataluña y advertencias por la deriva de la economía. En cambio, las intervenciones del segundo presidente socialista se cuentan por muestras de optimismo: optimismo por el diálogo con la Generalitat y optimismo por el tirón de la economía.

Dicen fuentes gubernamentales que periódicamente acude a los ministerios para departir con sus titulares. También, como se ha dicho, a Moncloa. Le piden opinión y consejo y él los da, y si no, pasa unos días recabando información para aportarla más adelante. Añaden las fuentes que su objetivo es favorecer diálogos y mediaciones. A veces, propicia encuentros.

Es conocida la simpatía que siente por Pablo Iglesias, y la que Pablo Iglesias siente por él. El medio 'eldiario.es' desveló al día siguiente de la frustrada investidura de Pedro Sánchez, en julio de 2019, la identidad de la persona que propuso la cesión de las políticas activas de empleo a un ministerio de la formación "morada" con el fin de propiciar el Gobierno de coalición. Fue Zapatero.

También mantiene un alto nivel de intercambio de impresiones y consejos con el portavoz de ERC, Gabriel Rufián

Dicen fuentes conocedoras de aquel lance que el expresidente lanzó la idea al líder de Unidas Podemos tras recibir el parecer de Moncloa. Intentó en el último suspiro deshacer la animadversión y el rechazo frontal entre los dos principales partidos de izquierdas. No pudo. Ahora que no está Iglesias, la interlocución y el trato con Yolanda Díaz se ha vuelto asiduo, aunque a decir verdad la amistad proviene de antes. También mantiene un alto nivel de intercambio de impresiones y consejos con el portavoz de ERC, Gabriel Rufián.

Como el foco está en Cataluña, en el diálogo, Zapatero se siente como pez en el agua. Ha mostrado a sus interlocutores un alto nivel de conocimiento y una memoria exacta. Estos días ha revivido algunos episodios clave de aquel proceso que convulsionó la política nacional entre 2004 y 2010, entre el comienzo de la ponencia en el Parlamento de Cataluña y la sentencia del Constitucional que desdibujó el texto que la población catalana avaló en referéndum. Episodios como los almuerzos y reuniones que tuvo en Moncloa con dirigentes como Artur Mas, Josep Antoni Duran i LLeida, Josep Lluis Carod-Rovira o Joan Puigcercós, auténticos giros de guion cocinados en el más absoluto sigilo y difundidos luego con toda la intención del mundo.

Hay cuatro expresidentes vivos. Solo uno se mantiene al margen de la actualidad política.

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