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Sánchez llevará a la mesa de diálogo su apuesta federal de la "nación de naciones"
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RECHAZO AL REFERÉNDUM PACTADO

Sánchez llevará a la mesa de diálogo su apuesta federal de la "nación de naciones"

Miquel Iceta y Salvador Illa allanan el camino antes de fijar unas posiciones que el PSOE tiene previsto ratificar en su cuadragésimo congreso, dando continuidad a las declaraciones de Ganada y Barcelona

Foto: Pere Aragonès y Pedro Sánchez. (Reuters)
Pere Aragonès y Pedro Sánchez. (Reuters)
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El Govern acudirá a la mesa de diálogo con su posición de máximos centrada en la amnistía y la autodeterminación. Un punto de partida que desde el Ejecutivo rechazan de plano por considerarlo fuera del marco constitucional y el ordenamiento jurídico. Estos son los límites trazados por el Gobierno, aunque desde Moncloa acudirán con la disposición a "hablar de todo". Su contraoferta, para acercar posiciones y contribuir a la distensión, pasa por desempolvar la vía federalista auspiciada por el PSC. Esto es, más autogobierno a través de la redacción de un nuevo Estatut y una reforma del sistema de financiación. Posiciones que está previsto ratificar en el 40 congreso del partido el próximo mes de octubre para dar continuidad a la declaración de Ganada (2013) y de Barcelona (2017), según fuentes conocedoras de la ponencia territorial. Se recuperará así el concepto de España como "nación de naciones", añaden estas mismas fuentes.

El ministro de Política Territorial y primer secretario del PSC, Miquel Iceta, se encargaba este pasado miércoles en el Congreso de ir allanando el terreno al reconocer que incluso sería "deseable" una reforma de la Constitución en sentido federal. Lo hacía durante una respuesta a la portavoz de EH Bildu, Mertxe Aizpurua, después de que esta le reclamase eliminar los "corsés" de la Carta Magna para facilitar un mayor autogobierno. "Hay que esperar un poco más", concluía Iceta porque ahora no se darían las condiciones necesarias para ello. Por si la declaración de intenciones no fuese suficiente, Iceta reforzó su mensaje con una imagen, acudiendo al hemiciclo pertrechado con su ensayo 'La Tercera Vía: Puentes para el acuerdo', donde desarrolla la propuesta federal para Cataluña, y que tras su intervención mantuvo en un lugar visible.

Si bien desde el entorno del ministro evitan confirmar si formará parte de la mesa de diálogo, limitándose a afirmar que estará "si el presidente lo decide", se da por descontando que ocupará el asiento que tuvo en la primera reunión Salvador Illa. Precisamente, era el líder del PSC en el Parlament quien continuaba este jueves por la senda que abrió su compañero de filas. "Estamos a favor de mejorar el autogobierno, y una herramienta es un Estatuto", explicaba a través de los micrófonos de RNE, posicionándose a favor de realizar un referéndum sobre esta propuesta a la que vinculan una mayor capacidad para generar consenso entre los catalanes.

Foto:  El ministro de Política Territorial y Función Pública, Miquel Iceta. (EFE)

Al mismo tiempo, recordaba la línea roja de la autodeterminación: "Si es un referéndum para votar un acuerdo, estamos de acuerdo. Si es un referéndum de autodeterminación, es decir, sometemos a consideración de la ciudadanía una ruptura, nosotros no estamos de acuerdo", respondía tajante el secretario de Organización de los socialistas catalanes. Este miércoles, desde Argentina, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, aseguraba ya que todos los pasos en la mesa de diálogo para buscar soluciones al conflicto catalán se producirían "siempre dentro de los marcos de la Constitución y de nuestra legalidad jurídica".

Antes de que se ponga en marcha la mesa de diálogo, Illa daba así por buena la intención de ERC de llevar a referéndum las conclusiones o las propuestas de la mesa de diálogo. Con o sin acuerdo, avanzan fuentes de la dirección del partido republicano, porque su objetivo es "votar, votar y votar". Es más, si no hay acuerdo, avanzan que estarían dispuestos a que se hiciese un referéndum sobre la propuesta de los socialistas, para un nuevo Estatut, aunque se reservan la opción de hacer campaña para pedir el voto en contra. Su opción, insisten, es la de un referéndum pactado, lo que denominan vía escocesa. Algo que no tendría encaje constitucional si es para plantear la secesión.

Pese a las posiciones de máximos y la enorme distancia política, hay voluntad entre las partes para al menos desescalar el conflicto y abrir un diálogo que comience por normalizar las relaciones institucionales. Con todos los riesgos habidos y por haber de esta operación, y sin descartarse por tanto la posibilidad de que descarrile en cualquier momento, la mesa de diálogo serviría en un principio para abrir un periodo de dos años de estabilidad y sin sobresaltos institucionales. Dos años que coinciden con el ecuador de la legislatura catalana en el que Pere Aragonès se comprometió con sus socios de investidura a someterse a una cuestión de confianza. Coincidiría este plazo también con los compases finales de la legislatura de Pedro Sánchez, de llevarse a término en 2023.

Foto: El jefe de la oposición en Cataluña, Salvador Illa, durante una comparecencia en el Palau Recasens de Barcelona. (EFE)

Unas elecciones generales que el PSOE tiene claro que para volver a ganarlas lo tiene que hacer imponiéndose en los territorios periféricos y, principalmente, Cataluña, donde además se suele votar diferente en las generales que en las autonómicas. Territorios donde calaría el mensaje del PSOE como voto útil frente a la alternativa recentralizadora de PP y Vox, pudiendo arrancar votos a formaciones tan dispares como BNG, Compromís, Podemos o, incluso, independentistas. El PSOE lo apuesta todo a una carta, y la periferia gana protagonismo.

De ahí la apuesta más federalizadora que se revalidaría en el cuadragésimo congreso federal de los socialistas, que además acogerá Valencia reforzando esta mirada territorial. El encargado de defender la ponencia sobre la España autonómica será el delegado del Gobierno en Euskadi, Denis Itxaso. Esto es, actualizar el compromiso sobre las reformas necesarias para un nuevo impulso del autogobierno, siempre sobre la base de la Declaración de Granada, primero, y de la Declaración de Barcelona, después, en las que se asienta la doctrina federal del partido. De hecho, las presiones del PSC fueron determinantes para recuperar en el programa electoral de las últimas elecciones generales las alusiones indirectas al federalismo y la España plurinacional. Del borrador habían desaparecido ambas declaraciones, la promesa de "impulso" del autogobierno y las alusiones al reconocimiento de las "singularidades" territoriales.

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès. (EFE)

La vía Iceta, que representa las tesis más federalistas dentro del PSOE, la definió el ministro de Política Territorial durante el traspaso de carteras cuando accedió al cargo como una suerte de unión en la diversidad. En su libro 'La tercera vía', publicado los meses previos al referéndum unilateral, desarrollaba la propuesta que lo sigue acompañando para "ensayar fórmulas federales que harían posible conciliar intereses diferentes, compartir identidades, asegurar el respeto a la diversidad y construir un proyecto común, autogobierno y gobierno compartido".

"Soy un constructor de puentes" y un "militante del pacto", según se autodefinía en las páginas de este ensayo-manifiesto. Tras su toma de posesión, lo expresaba de forma más directa: "No hay fortaleza más fuerte que la que viene del acuerdo". El PSC llevaba en su programa electoral para las últimas elecciones catalanas, donde Illa fue primera fuerza, una reforma de la financiación autonómica, con una "hacienda federal", y de la Constitución para convertir España en un Estado federal.

El Govern acudirá a la mesa de diálogo con su posición de máximos centrada en la amnistía y la autodeterminación. Un punto de partida que desde el Ejecutivo rechazan de plano por considerarlo fuera del marco constitucional y el ordenamiento jurídico. Estos son los límites trazados por el Gobierno, aunque desde Moncloa acudirán con la disposición a "hablar de todo". Su contraoferta, para acercar posiciones y contribuir a la distensión, pasa por desempolvar la vía federalista auspiciada por el PSC. Esto es, más autogobierno a través de la redacción de un nuevo Estatut y una reforma del sistema de financiación. Posiciones que está previsto ratificar en el 40 congreso del partido el próximo mes de octubre para dar continuidad a la declaración de Ganada (2013) y de Barcelona (2017), según fuentes conocedoras de la ponencia territorial. Se recuperará así el concepto de España como "nación de naciones", añaden estas mismas fuentes.

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