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Díaz se compromete ante Sánchez a dar estabilidad y estirar la legislatura hasta 2023
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CORRELACIÓN DE DEBILIDADES

Díaz se compromete ante Sánchez a dar estabilidad y estirar la legislatura hasta 2023

Se priva a la oposición de uno de sus principales argumentos para trasladar a la opinión pública que la legislatura está abocada al fracaso: la conflictiva relación entre los socios

Foto: La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. (EFE)
La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. (EFE)

Aunar objetivos comunes y alejar los conflictos pacificando la coalición. La relación de los socios de gobierno ha dado un vuelco durante las últimas semanas. Coinciden con la asunción del liderazgo en el sector morado por parte de Yolanda Díaz, pero también con los resultados del 4-M, sobre los que se impulsa el líder de la oposición, Pablo Casado, para visibilizar un cambio de ciclo que las encuestas, incluido el CIS, parecen reforzar. Como diría Manuel Vázquez Montalbán, se trata más de una correlación de debilidades que de una correlación de fuerzas. En este contexto, se busca dar estabilidad al Gobierno y estirar la legislatura hasta finales de 2023.

Si Pedro Sánchez se reinventa en este contexto para llevar a término la legislatura, tratando de contrarrestar el impulso de la principal alternativa política al Ejecutivo y llegar a la próxima campaña electoral con el viento a favor de la recuperación económica, Yolanda Díaz se pliega a estos objetivos refiriéndose a un "reinicio" de la legislatura, intensificando la coordinación con sus socios y ordenando a los suyos dejar atrás el "ruido". Pragmatismo y, según ven fuentes del grupo parlamentario, mayor "prudencia". "Cabeza fría y paso a paso", define otro diputado morado esta nueva fase.

Foto: La vicepresidenta tercera y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, a su llegada al Congreso de los Diputados. (EFE)

"Empezamos una etapa nueva" y "la legislatura empieza ahora", trasladó Díaz en su primera reunión con el grupo de Unidas Podemos en el Congreso, reconociéndose en los mensajes de Moncloa sobre los resultados de la estrategia de vacunación y el horizonte de reformas y recuperación económica con el sostén de los fondos europeos. A los diputados les demandó centrarse en lo importante, porque "nosotros no somos gente de ruido". Desde el entorno de Díaz, se refieren a una forma de "feminizar la política".

Sin ruido, precisamente, es como se está gestionando la crisis migratoria y diplomática con Marruecos. Ni un solo reproche en público, aunque en privado se reconozca, por ejemplo desde el entorno de la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, cierta "incomodidad" con lo que entienden como devoluciones en caliente y que siempre habían reprochado desde las filas moradas al ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska.

Foto: La ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra. (EFE)

El contacto es permanente entre Sánchez y Díaz. "Máxima coordinación posible" fue el objetivo que se marcó esta última tras asumir la vicepresidencia tercera, con la intención de "recuperar" los espacios de coordinación, tanto formales como informales, según indicaban desde su entorno. De momento lo están consiguiendo, y tanto la agenda como los objetivos y los mensajes se han unificado. Incluso el tono de grandilocuencia a la hora de definir el horizonte futuro y los resultados que tendrá el plan de recuperación, tanto por las inversiones como por las reformas.

"Hacer una nueva historia de éxito en nuestro país", afirmaba este jueves Sánchez durante la presentación del plan 'España 2050'. "Modernizar", "transformar", "ambicioso pero realista" y afán por una "meta común" para alcanzar "cumbres de progreso ni siquiera visibles hace 30 años" eran otras de las ideas fuerza que el jefe del Ejecutivo ha colocado antes de anunciar un rimbombante "gran diálogo nacional" sobre el futuro del país que durará "varios meses". Díaz tampoco se queda atrás y cuando presentó el componente relativo al mercado laboral del plan de recuperación aseguró que “estamos ante una auténtica revolución en el mercado de trabajo español” y que "vamos a escribir un nuevo contrato social", la misma arenga que utilizó en la mencionada reunión con su grupo parlamentario.

placeholder Sánchez, durante la presentación de la iniciativa 'Pueblos con futuro'. (EFE)
Sánchez, durante la presentación de la iniciativa 'Pueblos con futuro'. (EFE)

La nueva hoja de ruta ya comenzó a vislumbrarse durante el traspaso de carteras, cuando Díaz asumió de la mano de Pablo Iglesias sus nuevas responsabilidades. Entonces ya aprovechó para dejar claro un mensaje que daba cuenta de su estilo y que anticipa el papel que pretendía jugar al evocar "aquellos días de unidad y responsabilidad compartida en el Gobierno", en referencia a la gestión de la pandemia durante la primera ola y el desarrollo del escudo social. Todo lo logrado, añadió en su discurso —sobre el que destacó la mano tendida y la "responsabilidad compartida"—, "se lo debemos al esfuerzo y sacrificio de muchas personas, y en todas y todos ellos nos reconocemos". "Responsabilidad y memoria", insistía.

Desde entonces, los conflictos en el seno de la coalición se han quedado de puertas adentro. El único conato de confrontación se produjo a cuenta de la retirada de la reforma dura del CGPJ, pero se abortó en apenas unas horas y antes de que se hiciese una bola mediática. El desacuerdo pronto se convirtió en acuerdo y todo se atribuyó posteriormente a una "confusión" y un fallo de coordinación interno.

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante la presentación del proyecto 'España 2050'. (EFE)

Un cambio del libro de estilo, tanto en las formas como en el fondo, que busca pacificar unas relaciones con el PSOE que en los últimos meses se habían ido deteriorando cada vez más. Se priva así a la posición de uno de sus principales argumentos para trasladar a la opinión pública que la legislatura está abocada al fracaso: la conflictiva relación entre los socios.

En niveles máximos de desconfianza ciudadana, según datos recogidos por el Centro de Investigaciones Sociológicas, y con el PP reduciendo la ventaja de los socialistas de los 11 puntos en el barómetro de abril a los cuatro y medio del barómetro de mayo, Sánchez necesita ganar tiempo y recuperarse de los últimos reveses. Desactivar el efecto 4-M e ir recobrando el pulso para llegar en las mejores condiciones al final de la legislatura. Vacunación y fondos europeos son los principales apoyos, pero también la nueva estrategia de sus socios de gobierno que está imprimiendo Yolanda Díaz.

Aunar objetivos comunes y alejar los conflictos pacificando la coalición. La relación de los socios de gobierno ha dado un vuelco durante las últimas semanas. Coinciden con la asunción del liderazgo en el sector morado por parte de Yolanda Díaz, pero también con los resultados del 4-M, sobre los que se impulsa el líder de la oposición, Pablo Casado, para visibilizar un cambio de ciclo que las encuestas, incluido el CIS, parecen reforzar. Como diría Manuel Vázquez Montalbán, se trata más de una correlación de debilidades que de una correlación de fuerzas. En este contexto, se busca dar estabilidad al Gobierno y estirar la legislatura hasta finales de 2023.

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