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Los contagios de fin de año aceleran el ritmo de una tercera ola que ya supera a la segunda
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CORONAVIRUS: DATOS DE LA SEMANA

Los contagios de fin de año aceleran el ritmo de una tercera ola que ya supera a la segunda

La segunda ola fue larga y desigual entre las comunidades; la tercera está afectando a casi todas a la vez, lo que ha provocado un rápido crecimiento del número de contagios

Foto: Imagen: El Confidencial.
Imagen: El Confidencial.

Cuando las comunidades empiezan a pedir al Gobierno que les permita decretar el confinamiento domiciliario, es que la situación es muy grave. Sucedió en octubre y está volviendo a pasar en los últimos días. El Ejecutivo no accedió a la petición de las regiones hace tres meses y ahora se resiste de nuevo. Lo que funcionó entonces debe funcionar ahora. Considera que el marco aprobado para hacer frente a la segunda ola, que permite aplicar el toque de queda y los cierres perimetrales, entre otras medidas, es suficiente para frenar la tercera.

La evolución de la pandemia, sin embargo, no es igual. Los datos indican que el empeoramiento es ahora más rápido. En las últimas cinco semanas, la incidencia acumulada (casos por 100.000 habitantes) a 14 días ha pasado de menos de 200 casos a más de 500, según los datos que publica cada día el Ministerio de Sanidad. En la segunda ola, una subida similar tardó más de dos meses en producirse.

El miércoles, Sanidad notificó 38.869 nuevos casos. Si exceptuamos los lunes, que acumulan datos de tres días, es la cifra más alta desde el comienzo de la pandemia (aunque la comparación con la primera ola, cuando solo se detectaba un 10% de los casos, no es real). El dato del jueves, 35.878, es el segundo más alto de toda la serie. Este incremento, que recuerda al vivido en las últimas semanas en Reino Unido e Irlanda, es consecuencia del aumento de la movilidad y los contactos asociados a la Navidad.

Todo comenzó en diciembre

En concreto, el 9 de diciembre. Ese día, el primero tras el puente de la Constitución, la tendencia favorable de las tres semanas anteriores cambió. Lo dijo una semana después Fernando Simón, que avisó de que era probable que el empeoramiento continuara hasta mediados o finales de enero. "Después de un periodo muy favorable, sin que la situación fuera buena, ahora tenemos que tener mucho cuidado para que este incremento no nos vuelva a llevar a niveles de octubre y noviembre. El objetivo es minimizar el impacto", dijo el director del CCAES el 17 de diciembre. Ese objetivo no se ha conseguido.

Cuando Simón pronunció esas palabras, el Gobierno y las comunidades autónomas ya habían tomado la decisión de abrir la mano durante la Navidad, permitiendo las reuniones para familiares y allegados, aunque alguna comunidad fue más estricta (por ejemplo, la Comunidad Valenciana, que ahora está muy mal). Pero todo había empezado a empeorar antes.

Que el cambio de tendencia empezara el 9 de diciembre significa que la causa hay que buscarla a finales de noviembre, cuando los gobiernos autonómicos levantaron algunas restricciones que habían impuesto en octubre para frenar la segunda ola. Si a esa desescalada se le suman el frío, las reuniones prenavideñas, las compras... La Navidad aceleró algo que ya estaba en marcha.

Para este análisis, hemos situado el inicio de la tercera ola el 9 de diciembre. En esa fecha, la incidencia acumulada a 14 días era de 203,9 casos por 100.000 habitantes, según los datos publicados por la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica (RENAVE), que suelen ser más altos que los publicados por el ministerio porque están más consolidados. Son datos hasta el 11 de enero, para evitar los retrasos, aunque puede haber infranotificación en los últimos días mostrados.

El primer día que se alcanzó una incidencia similar en la segunda ola fue el 25 de agosto. El primer gráfico detalla la evolución de la incidencia a partir de esas dos fechas, mostrada como una media semanal para suavizar los picos. Alrededor del 4 de enero, el número de casos empieza a aumentar de manera más rápida. Son 11 días después de Nochebuena. Y tres o cuatro días más tarde, ese crecimiento se ha acelerado, como consecuencia de un periodo de alta transmisión a finales de 2020, dijo este jueves Simón.

El director del CCAES explicó que "la tercera ola, por el momento, tiene un nivel de transmisión similar" a la segunda. "La característica diferencial con la segunda ola es que tenemos un periodo de transmisión puntual muy grande que se produjo a final de año y que ha dado esa variación significativa de la tendencia a partir del 7 u 8 de enero". Simón señaló que aunque la segunda ola comenzara en verano, su periodo de ascenso hasta el pico fue de solo unas semanas en octubre. En concreto, entre el 22 de septiembre y el 7 de octubre, la incidencia acumulada cayó, según los datos de Renave. Y a partir de la segunda fecha, creció durante casi un mes, hasta el 4 de noviembre: de 290,5 casos por 100.000 habitantes, a 594,5.

Suben los ingresos

La tercera ola va por el mismo camino. Además de la velocidad, hay otra diferencia: la evolución es más homogénea entre comunidades. Lo peor de la segunda ola se produjo en octubre, pero ya en agosto Madrid atravesaba un momento complicado. Cuando llegó lo peor al resto del país, allí todo iba a mejor. Fue junto a Canarias la región que mejor salvó esas semanas. Ahora, aunque hay grandes diferencias entre comunidades, la tendencia es alcista en todas. La segunda ola fue larga y desigual entre las comunidades; la tercera avanza más rápido y está afectando a casi todas por igual, lo que ha provocado un rápido crecimiento del número contagios

Esa subida de los contagios que comenzó en diciembre ya se nota en las hospitalizaciones. La ocupación de las UCI por pacientes covid-19 no ha parado de crecer desde el 4 de enero y ya está por encima del 27%. La media semanal de ingresos diarios ya está por encima del pico que se alcanzó a principios de noviembre.

Lo preocupante es que tras la segunda ola no dio tiempo a que los hospitales se vaciaran. La estancia en la UCI de los pacientes más graves de coronavirus se puede alargar varias semanas. Ese incremento de las hospitalizaciones ha pillado a los hospitales ya saturados, y lo estarán más en las próximas semanas como consecuencia del récord de contagios que estamos viviendo.

"Esa transmisión muy grande a final de año implica que tenemos un volumen de casos al mismo tiempo en un periodo muy corto. Esa es la peor situación que puede esperar un sistema asistencial. Eso es lo que va a producir que nuestros hospitales y nuestras UCI estén en un riego quizá diferente al que estuvieron en la segunda ola, durante un periodo determinado", dijo Simón.

Cuando las comunidades empiezan a pedir al Gobierno que les permita decretar el confinamiento domiciliario, es que la situación es muy grave. Sucedió en octubre y está volviendo a pasar en los últimos días. El Ejecutivo no accedió a la petición de las regiones hace tres meses y ahora se resiste de nuevo. Lo que funcionó entonces debe funcionar ahora. Considera que el marco aprobado para hacer frente a la segunda ola, que permite aplicar el toque de queda y los cierres perimetrales, entre otras medidas, es suficiente para frenar la tercera.

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