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Cataluña vuelve al debate y centra la última prórroga: todo depende de Cs y ERC
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NEGOCIACIONES 'IN EXTREMIS' DEL GOBIERNO

Cataluña vuelve al debate y centra la última prórroga: todo depende de Cs y ERC

Cuenta atrás. El mes de duración es uno de los principales escollos, mientras Cs deja claro que ERC debe quedar fuera de la ecuación. Los republicanos buscan justamente aislar a Arrimadas

Foto: El diputado de Ciudadanos Edmundo Bal (i) y el de ERC Gabriel Rufián en la primera sesión de la Comisión del Congreso para la Reconstrucción. EFE
El diputado de Ciudadanos Edmundo Bal (i) y el de ERC Gabriel Rufián en la primera sesión de la Comisión del Congreso para la Reconstrucción. EFE

Cuando quedan 24 horas para la votación de la quinta prórroga del estado de alarma, el Gobierno mantiene abiertas las conversaciones con los grupos políticos y los apoyos siguen en el aire. Al menos, por ahora. El cambio más sustancial que Pedro Sánchez planteará a la Cámara será que la duración de esta prórroga, posiblemente la última, sea de "alrededor de un mes" y no a los 15 días de las últimas cuatro veces, como publicó este diario y confirmó el propio presidente el sábado. La extensión se ha convertido, fuera de toda duda, en uno de los principales escollos dentro de las negociaciones con los grupos que aún están dispuestos a dar el sí, como también se apreció este lunes en la Comisión Constitucional del Congreso, en la que compareció la vicepresidenta primera y principal negociadora, Carmen Calvo.

El Ejecutivo apura los tiempos y mantiene abiertas las dos puertas necesarias para poder ganar la crucial votación del miércoles. De un lado, aspira a atraer a ERC a la abstención —voto no en la última ampliación, pese a los esforzados intentos de la número dos por hacer cambiar de opinión a los de Oriol Junqueras—, y a afianzar en el sí a Ciudadanos y al PNV. "Seguimos negociando. Yo creo que es difícil que no vean la necesidad de la prórroga", indicaba este lunes a última hora un miembro del estrecho círculo de confianza del presidente. En definitiva: el Gobierno está confiado y cree que sacará adelante la extensión, pero aún juega con las dos barajas.

Calvo señala que la "cogobernanza" imperará en la nueva prórroga y pide apoyo

Sin embargo, antes incluso de cerrar el diálogo con los grupos —la vicepresidenta ha contactado hasta con Laura Borràs, de JxCAT, aunque de manera más simbólica, porque sacar al partido de Quim Torra del no se antoja imposible—, el Ejecutivo deberá tomar una primera decisión: poner fecha a la prórroga. Se lo impone la ley reguladora de los estados de alarma, excepción y sitio, de 1981: el Consejo de Ministros, que se reúne este martes, ha de fijar cuándo terminaría la quinta extensión. La Moncloa quiere cubrir toda la desescalada, lo que le llevaría a mantener el mecanismo hasta el 5 de julio, cuando finalizarán previsiblemente la fase 3 Madrid, Barcelona y su área metropolitana y la mayor parte de Castilla y León. Pero también asume que ese deseo no podrá cumplirse, de ahí que trabaje con un escenario más modesto: que la alarma acabe el 28 de junio o bien cuando se cumpla un mes, el 24.

El Consejo definirá este martes las condiciones y duración de la prórroga, de un mes. Será "flexible", "gradual". La alarma se irá levantando por territorios


Calvo, este lunes en el Congreso, no puso día y hora. Solo avanzó que, ahora que va remitiendo la pandemia, el mundo social y empresarial requiere tener claros unos horizontes y saber que la prórroga concluye "a finales de junio" para empezar a "reaccionar". Para seducir a los grupos, la vicepresidenta insistió en que esta ampliación no será como las anteriores: será "gradual", "flexible", ya que se podrá ir levantando según los territorios vayan alcanzando la nueva normalidad. La salida de la transición debiera coincidir, dijo, con las conclusiones de la Comisión de Reconstrucción Social y Económica que ya funciona en el Congreso y que persigue "un gran acuerdo" para abordar las consecuencias de la crisis del covid-19.

Foto: La vicepresidenta primera, Carmen Calvo, este 18 de mayo en la Comisión Constitucional del Congreso. (EFE)

"No es caprichoso"

La prórroga será "radicalmente diferente", por tanto, porque el mando único se condensará en el ministro de Sanidad. Salvador Illa será ya la única autoridad competente y delegada. Pero el Gobierno, y esto era un aviso a ERC, no quiere perder ese poder extraordinario para Illa, porque Sanidad ha de disponer del "último control" sobre la pandemia, ya solo de carácter "preventivo" y "sanitario", y para tener "garantías de que no hay punto de retorno", esgrimió. Muy poco antes, el presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, resumió el mensaje que Sánchez había dirigido a los barones en el consejo político federal que habían celebrado de manera telemática. El presidente está dispuesto a dar mayor "margen" a las CCAA, pero sin renunciar al control de Sanidad. Calvo defendió, como ha venido haciendo todo el Gabinete, que la alarma es un instrumento necesario para seguir controlando la libertad deambulatoria, principal vector de transmisión del virus. "No es caprichoso", indicó.

Ciudadanos cierra la puerta a respaldar a Sánchez una vez más si finalmente el periodo propuesto es de 30 días. Y no quiere nada de mesa de diálogo

La vicepresidenta se afanó en convencer al representante de la formación naranja, José María Espejo-Saavedra. Pero Ciudadanos cierra la puerta a respaldar a Sánchez una vez más si finalmente el periodo propuesto es de 30 días. El partido de Inés Arrimadas, cuyos votos se hicieron indispensables en el último debate, no comparte la exigencia de que la prórroga, por mucho que pueda ser la última, vaya a tener esa duración. El partido liberal apostará en la interlocución que mantiene con el Ejecutivo por una ampliación de 15 días. Podría negociar un periodo “determinado y razonable” que superara la quincena, pero que, en ningún caso, alcanzaría el mes de duración.

Fernández Vara: "Esto no va de ganadores y de perdedores y quien piense así está despistado"

Ni Sánchez el sábado ni Calvo este lunes concretaron el periodo exacto y esa indeterminación es lo que en Ciudadanos no alcanzan a entender. La cuestión es que tanto el partido naranja como los independentistas de ERC tienen la llave en esta ocasión, siempre y cuando los votos del PNV vuelvan a estar amarrados. Sobre todo, ahora que el PP de Pablo Casado ya tiene confirmado el voto contrario de sus 88 diputados.

Ciudadanos solo baraja el sí en el caso de que la prórroga sea inferior a 30 días y se acerque más a los 15 de las anteriores ocasiones, además de exigir que ERC quede fuera de la ecuación. O, al menos, que el Ejecutivo dé prioridad al pacto con los naranjas. En caso de que la negociación de Sánchez siga adelante con el grupo republicano, se abrirían los otros dos escenarios (abstención y voto en contra). Y la decisión final dependerá del papel que juegue ERC, según ha podido saber este diario.

La abstención de ERC y el sí de Ciudadanos siguen en el aire

Si Sánchez se asegura el apoyo del grupo de Gabriel Rufián con base en condiciones como recuperar la mesa de diálogo, el voto de los diputados naranjas podría irse automáticamente al no. No habría paso intermedio. La abstención, en cambio, llegaría si no hay pacto con ERC, pero la prórroga llega al mes de duración.

Foto: El diputado de Ciudadanos, Edmundo Bal, este lunes en la sede de Ciudadanos. (Eugenia Morago)

La estrategia de utilidad inaugurada por Arrimadas hace dos semanas, y constatada en una entrevista con este diario al mostrarse favorable a influir en otras decisiones importantes en el Congreso, sigue vigente. Pero el partido naranja entiende esa utilidad también como la vía de alejar lo máximo posible la ruta independentista del estado de alarma y la situación de excepcionalidad —“no tiene sentido mezclar este debate, porque esa mesa no ayuda a salvar vidas ni empleos”, repiten—. Por eso, su voto dependerá en gran medida de lo que el Ejecutivo termine pactando con los republicanos catalanes. Sánchez pidió el pasado sábado a los de Junqueras "desligar absolutamente" la alarma de la mesa con el Govern, aunque su compromiso de abordar la negociación con Cataluña, a futuro, se mantiene intacto.

Foto: Una mujer pasa con mascarilla delante de un restaurante cerrado en la Rambla de Cataluña, en Barcelona, este 18 de mayo. (EFE)

Y ERC intenta aislar a Ciudadanos

Y mientras tanto, ERC —que en la última votación se unió a JxCAT y otros partidos como Vox para votar en contra de alargar el estado de alarma— intenta recuperar la iniciativa y su influencia en Madrid a costa de una nueva negociación. La clave es la cogobernanza en la que ha ido avanzando Sánchez. O lo que es lo mismo: que las CCAA ganen peso en el plan de desescalada. Por eso, los republicanos piensan apurar al máximo las conversaciones antes del pleno de este miércoles. Además de un mayor protagonismo de las autonomías, fuentes de ERC esperan que sus 13 diputados sirvan sobre todo para que el Gobierno deje de apoyarse en Ciudadanos. Por tanto, el objetivo es doble: apuntarse algún tanto en política autonómica y, de paso, aislar al partido de Arrimadas.

"Cataluña no puede ser una gestoría. Las medidas deben poderse tomar desde las instituciones catalanas", advierten desde el partido de Junqueras

Fuentes soberanistas aseguran que el mantener, por ahora, el no de los republicanos es más instrumental hasta ver qué obtener de la negociación. Hasta este mismo lunes, el grupo de Rufián aseguraba que “no se habían dado los cambios suficientes por parte del Gobierno para cambiar el enfoque del estado de alarma”. Consideran que para que se produzca su abstención, el Govern debe poder decidir sobre la gestión del coronavirus en esta comunidad: "Cataluña no puede ser una gestoría. Las medidas deben poderse tomar desde las instituciones catalanas", insistieron.

placeholder El portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián. (EFE)
El portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián. (EFE)

Por su parte, los ocho diputados de JxCAT continúan instalados en el no habitual. De hecho, a pesar de que Calvo mantiene contactos con la portavoz de este grupo en el Congreso, Laura Borràs, las últimas peticiones dejan claro que la posición difícilmente cambiará. El partido del ‘president’ pide precisamente que Torra sea reconocido ya como “autoridad competente”, lo que parece poco probable cuando se negocia una prórroga que lo que hace es mantener al Ministerio de Sanidad como máxima autoridad. Por tanto, en el mundo independentista, la principal baza —una vez más— es la presión que el Gobierno pueda ejercer sobre ERC para acercar posiciones.

Cuando quedan 24 horas para la votación de la quinta prórroga del estado de alarma, el Gobierno mantiene abiertas las conversaciones con los grupos políticos y los apoyos siguen en el aire. Al menos, por ahora. El cambio más sustancial que Pedro Sánchez planteará a la Cámara será que la duración de esta prórroga, posiblemente la última, sea de "alrededor de un mes" y no a los 15 días de las últimas cuatro veces, como publicó este diario y confirmó el propio presidente el sábado. La extensión se ha convertido, fuera de toda duda, en uno de los principales escollos dentro de las negociaciones con los grupos que aún están dispuestos a dar el sí, como también se apreció este lunes en la Comisión Constitucional del Congreso, en la que compareció la vicepresidenta primera y principal negociadora, Carmen Calvo.

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