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Pedro Sánchez se lanza al 'acuerdo de reconstrucción' sin propuestas concretas
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CONSECUENCIAS POLÍTICAS DE LA PANDEMIA

Pedro Sánchez se lanza al 'acuerdo de reconstrucción' sin propuestas concretas

El presidente llamará a los líderes solo para conocer su predisposición, entre el escepticismo de todos sobre las posibilidades de cerrar un pacto de Estado

Foto: Enrique Villarino.
Enrique Villarino.

A Pedro Sánchez le pareció hace días que es una buena idea lo de proponer el pacto de Estado, con la referencia a lo que fueron los Pactos de la Moncloa del inicio de la Transición, según explican en el Gobierno.

Y para su asesor y jefe de Gabinete, Iván Redondo, es "un significante" oportuno, un "artefacto comunicativo" útil, expresado en términos que no le son ajenos cada día. Supone quitarse presión, tras haber comprobado en dos plenos del Congreso que por ahora tiene el apoyo crítico (muy crítico, en algunos casos) de los partidos, pero no tiene asegurado el respaldo para el futuro.

Por eso el presidente del Gobierno asumió la idea, la mencionó el pasado fin de semana en su intervención ante la prensa y este jueves dio el paso de referirse al acuerdo al inicio del agrio debate del Congreso en el que se prolongó el estado de alarma hasta el 26 de abril. Ahora solo falta llenarlo de contenido.

Foto: Pedro Sánchez, este 9 de abril durante su intervención en el Congreso por la segunda prórroga del estado de alarma. (Reuters)

El pasado sábado dijo: "Deberemos pasar del 'qué pueden hacer los demás por mí' al 'qué puedo hacer yo por los demás'. Algo que ya hizo nuestro país hace cuatro décadas en eso que saben de sobra todo los ciudadanos más veteranos, de más edad, que son los Pactos de la Moncloa cuando logró conjurar gravísimas amenazas para nuestra economía y también de nuestra democracia y "vamos a trabajar en unos Pactos, unos nuevos Pactos de la Moncloa para relanzar y reconstruir nuestra economía y también el tejido social que lógicamente se va a ver resentido durante estas semanas tan duras como consecuencia del confinamiento y su impacto económico y social".

El miércoles, un día antes del debate, en conversaciones cruzadas con miembros de su equipo y con su vicepresidente Pablo Iglesias, el presidente del Gobierno llegó a la conclusión de que no es conveniente hablar de Pacto de la Moncloa. Que aunque forman parte de la Transición hacia la democracia en la que participó el PSOE, puede tener alguna connotación negativa para algunos de los posibles firmantes. Había que buscar otro nombre.

Se llegó a la decisión en esas conversaciones de que lo mejor es hablar de "Acuerdo Nacional para la Reconstrucción" y evitar en lo posible lo de Pacto de la Moncloa.

Y así fue como horas después, Pedro Sánchez primero dijo en su intervención inicial desde la tribuna del Congreso que "ese es el sentido de la propuesta de unos nuevos Pactos de la Moncloa que formulé el sábado pasado y que quiero reiterar hoy, aquí y ahora solemnemente ante esta Cámara", para ya a continuación ir hacia la nueva denominación: "Lo que propongo es un gran Acuerdo Nacional para la Reconstrucción económica y social en el que participen todas las fuerzas dispuestas a arrimar el hombro, partidos políticos por supuesto, pero también empresarios y sindicatos, y por supuesto las comunidades autónomas. Les propongo un "Gran Pacto por la reconstrucción económica y social de España".

No dio pistas de su contenido, alcance o plazos porque aún no están decididos. Sí está decidido el nombre de la cosa.

La idea que explica el equipo de la Moncloa es hacerlo lo más extenso posible en la convocatoria. Ya se ha dicho que se pretende incluir a partidos, sindicatos, empresarios y comunidades, pero, además, se valora la entrada de ayuntamientos y lo que se conoce como sociedad civil. También en esto el hipotético acuerdo sería muy diferente al de la Transición, cuando no había aún ni autonomías.

A los ayuntamientos se les da especial importancia porque pueden tener un papel más próximo al ciudadano y también porque el frente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) está el socialista Abel Caballero, alcalde muy popular y con buenas relaciones con los de otros partidos, con socialistas de vieja guardia y con presencia en los medios. El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, elogiado estos días desde diferentes sectores, y Ada Colau de Barcelona podrían tener un papel destacado.

El propósito, según esas fuentes, es que durante este fin de semana Sánchez y su equipo estudien los términos generales y la propuesta y, sobre todo, la metodología, que en este tipo de acuerdos es casi lo más importante. Para ello, el presidente tiene programados contactos con su equipo y su ministro con la idea de perfilarlo, pero sin cerrar ninguna propuesta de momento.

De hecho, la ministra portavoz, María Jesús Montero, ya ha aclarado este viernes que Sánchez hablará por separado con los líderes políticos y que no les formulará ninguna propuesta concreta, escuchará durante la semana si tienen "capacidad real de aportar a un proyecto donde no sobra nadie".

El presidente en el Congreso lo dijo así: "Les convoco formalmente por ello la próxima semana a una primera reunión a todas las fuerzas políticas que quieran participar de este gran Acuerdo económico y social para la reconstrucción de nuestro país". Parecía entenderse que sería "una reunión", pero serán contactos bilaterales. Salvo nuevo cambio.

A partir de ahí no está decidido si el presidente se comprometerá a hacer una propuesta en las siguientes semanas, si trabajarán 'sherpas' al modo de las cumbres europeas o, incluso, si el "artefacto comunicativo" quedará solo en eso.

Foto: El líder del PP, Pablo Casado (c), a su salida del pleno celebrado este jueves en el Congreso de los Diputados para aprobar una nueva prórroga del estado de alarma. (EFE)

En la idea general y muy preliminar que transmite su equipo está el intentar integrar propuestas económicas anticíclicas, aunque sean generales, para hacerlo lo más amplio posible, y que comprometan a todas las instituciones a medidas de protección social para el momento en el que la pandemia remita. Que transmita la idea de no dejar a nadie al margen de la protección del Estado.

No obstante, entre las muchas dificultades que explican fuentes parlamentarias está la de que en este momento ya hay muchas medidas en marcha, tras ser aprobadas por decreto por el Consejo de Ministros, pero pendientes del futuro trámite en el Congreso como proyectos de ley. Es decir, se puede solapar el debate con cada una de ellas con el contenido genérico del Acuerdo para la Reconstrucción. Bastante quebradero de cabeza será tramitar todas esas medidas en el Congreso cuando sea posible.

Y ya se ha demostrado que no hay precisamente unanimidad sobre esas medidas como lo demuestra el hecho de que el decreto que contiene la mayoría de ellas haya sido convalidado con más abstenciones que votos favor y solo con el apoyo de los dos partidos de la coalición gubernamental, PSOE y Unidas Podemos.

En el Gobierno ven dificultades para cerrar ese acuerdo a corto plazo, sobre todo, tras haber apreciado el clima agrio del debate del Jueves Santo, pero entienden que quien no quiera estar tendrá que justificarlo públicamente y quizás quedar en evidencia. Si se avanza en las conversaciones, el Gobierno ganará tiempo y se quitará presión y si los populares se descuelgan quedarán como los que rechazan un acuerdo en un momento tan delicado, ese es el planteamiento.

A las muy duras palabras de Pablo Casado y, sobre todo, de Santiago Abascal en el Congreso siguieron la réplica de Adriana Lastra y la de Sánchez, escritas de antemano, y sin temor a la confrontación, a diferencia de lo que ocurrió en el pleno anterior cuando expresamente dijeron que no era momento de enfrentamientos. El Jueves Santo, la orquesta del Titanic siguió tocando la misma pieza que se ha interpretado en España desde hace muchos años sin consciencia de que el barco ya había chocado. Y seguirá tocando este martes, porque hay sesión de control al Gobierno, ya con más ministros y con duelos que si no impiden el pacto, al menos, no lo favorecen.

"Primero que llamen y luego veremos", asegura la versión oficial de la dirección del PP, dando a entender que, obviamente, habrá respuesta a la llamada y se escuchará la propuesta. Aunque con escepticismo porque hasta ahora el Gobierno ha dado por hecho el voto positivo de los de Casado a los decretos de alarma sin la deferencia de consultar previamente siquiera. Y sin que en su última conversación, el sábado 4 de abril, Sánchez le hiciera referencia alguna al pacto que anunció ese mismo día.

Tampoco ha habido respuesta a sus propuestas para hacer frente a la crisis. Por eso, consideran los populares que todo es una trampa de la Moncloa.

Los más entusiastas son los líderes de Ciudadanos, de hecho Inés Arrimadas envió una carta a Sánchez el 4 de abril en la que ya le hablaba de impulsar los "Pactos de Reconstrucción Nacional" (casi acierta el nombre final), que identificó como "Pactos de la Moncloa del Siglo XXI" para "proteger el bienestar de los ciudadanos y la economía de nuestro país". Hace una semana, Arrimadas le reiteró la propuesta en su contacto telefónico y casi 10 días después tendrá respuesta práctica del presidente del Gobierno.

Foto: El diputado de Ciudadanos, Edmundo Bal, en el Congreso este jueves. (EFE)

VOX se ha autoexcluido y ni siquiera coge el teléfono a Sánchez y PNV y ERC tampoco están entusiasmados, aunque se dejarán llevar siempre que no se pisen sus obvias rayas rojas.

Las palabras de Aitor Esteban lo resumen perfectamente: "El PNV siempre ha actuado de forma responsable y estaremos siempre abiertos a acuerdos y estaremos allí donde esté el juego el interés de la ciudadanía, pero hoy no estamos en 1977, hay instituciones democráticas, un Estado autonómico, y sería más lógico residenciar los acuerdos en las instituciones que ya existen y con respeto a los distintos ámbitos de gobierno y decisión".

Los sindicatos se muestran favorables a escuchar y ya mantienen estrecha relación con el Gobierno, con acuerdos públicos y respaldo a medidas del llamado "escudo social".

Pero la relación con la patronal no pasa por buen momento, por su queja al no haber sido consultados sobre la renta mínima. El Gobierno trabajaba en ello hace semanas, José Luis Escrivá negociaba con las comunidades, pero la medida no iba a estar hasta junio, así que la Vicepresidencia de Pablo Iglesias anunció una renta mínima puente o provisional que se supone que se aprobará en las próximas semanas. También en esto hay que reconstruir puentes primero.

Y respecto a las comunidades autónomas basta con leer la carta que la presidenta Isabel Díaz Ayuso remitió a Sánchez nada más acabar el debate del jueves para calcular las opciones inmediatas del Acuerdo Nacional para la Reconstrucción.

A Pedro Sánchez le pareció hace días que es una buena idea lo de proponer el pacto de Estado, con la referencia a lo que fueron los Pactos de la Moncloa del inicio de la Transición, según explican en el Gobierno.

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