Génova lanza el 'Gobierno en la sombra' de Ayuso como ariete contra Sánchez e Iglesias
Pretende que el Gobierno de Madrid encabece la oposición a todo lo que el PP considera vaivenes del Ejecutivo central: desde la política exterior a la economía o la relación con Torra
El PP sí cree en Isabel Díaz Ayuso. Al menos, en su capacidad para actuar como "contrapeso" al nuevo Gobierno de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias y ejercer de 'ariete', de la mano de un ideólogo como Miguel Ángel Rodríguez. Por ello, desde Génova 13 se ha dado luz verde a que el Gobierno de la Comunidad de Madrid se comporte como un auténtico 'Gabinete en la sombra' que intente responder a todo lo que el PP considera vaivenes del Ejecutivo central. Desde la política "de cesiones" con Torra a la política fiscal. Y como se entiende que Exteriores es terreno abonado para esas contradicciones, el Gabinete madrileño ya cuenta hasta con una 'ministra de Exteriores' oficiosa: la consejera de Presidencia, María Eugenia Carballedo.
La idea de Génova es que Madrid visibilice la 'oposición' a Sánchez e Iglesias. Desde Génova, se entiende que Ayuso no solo "encabeza el Gobierno con más proyección mediática y con más PIB" de cuantos gobiernan o cogobiernan los populares, sino que, además, la presidenta madrileña es más afín que otros barones populares. "Feijóo va por libre y tiene sus propios intereses; Juanma [Moreno Bonilla] viene de otra familia [la sorayista] y tampoco tiene la misma relación con Pablo [Casado]. Isabel es una apuesta personal de la actual dirección y la sintonía es otra", insisten fuentes del PP regional.
La llegada de Miguel Ángel Rodríguez a la jefatura de Gabinete de Ayuso no es ajena a toda esta operación de intentar convertirla en el ariete contra las políticas del nuevo Gobierno de coalición entre PSOE y Podemos. Como en su día se hiciera con Esperanza Aguirre desde Moncloa. Corría el año 96, Aznar y su jefe de Gabinete acababan de llegar a Moncloa y la ministra de Cultura, una bisoña política madrileña, era objeto de mofa en las televisiones. También Wyoming —como acaba de suceder con Ayuso— la convirtió en objeto de sus chanzas. Lo demás, y lo que vino después, ya es historia.
Comparecencia por la reunión Sánchez-Torra
En este plan hay que situar la comparecencia sin preguntas de la presidenta madrileña de la tarde de este jueves para ponerse al frente de la oposición al encuentro entre Torra y Sánchez. Una comparecencia "en la zona de banderas" del Gobierno de la comunidad en la que Ayuso ha censurado que Sánchez se reúna con "un político inhabilitado por la Justicia", un "delincuente" y un hombre "racista y xenófobo". "España está indignada con lo que ha sucedido hoy en Cataluña: un político inhabilitado por la Justicia ha recibido al presidente del Gobierno en su propio país como si fuera un mandatario extranjero, como si se tratara de una cumbre bilateral entre dos países diferentes" para hablar "en secreto", en vez de hacerlo "públicamente", de "autodeterminación" o de la "amnistía".
Ayuso, durante más de un minuto, desgranó los ataques contra la reunión de Sánchez con Torra, criticó la frase del presidente del Gobierno de que "la ley no basta en Cataluña" y le recordó la hemeroteca, cuando dijo que "Torra es el Le Pen español y el PSOE le va a hacer frente", que "en Alemania Torra no tendría ningún cargo público por sus ideas xenófobas" y que "Torra no es más que un racista al frente de la Generalitat supremacista que ahoga la identidad a la mitad de la sociedad".
La idea de Génova es responder a todos los movimientos polémicos de Sánchez con el Gobierno de Ayuso. Además de MAR, la presidenta cuenta en su Gabinete con Javier Fernández Lasquetty, otro 'pata negra' aznarista que compartió gabinete en Moncloa con Rodríguez y que llegó a ocupar la secretaría general de FAES hasta 2007. Desde la Consejería de Hacienda de la CAM, Lasquetty encabezaba este miércoles las exigencias al Consejo de Política Fiscal y Financiera que va a reunir el Gobierno central con un requerimiento para exigir la devolución de la liquidación pendiente del IVA a las regiones y explicaciones sobre el recorte de Hacienda en las entregas a cuenta a las comunidades autónomas. "A cada vaivén del Gobierno, una reacción", insisten en Génova.
Y la política exterior tampoco es ajena a esta estrategia. Desde hace años, José María Aznar y FAES han pedido al PP convertir Venezuela en su "punto central" del debate público, y el pasado mes de enero ha servido para que Madrid y su Gobierno regional lleven a cabo estas directrices.
Ayuso se puso a la cabeza de la manifestación para recibir al presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó, en contraposición con un Pedro Sánchez que no solo se negaba a recibirle —delegando en su ministra de Exteriores, Arancha González Laya— sino que tenía que hacer frente a la primera gran crisis de su Ejecutivo con la visita de la vicepresidenta venezolana, con nocturnidad, secretismo y las mil versiones del ministro José Luis Ábalos, en Barajas: desde la no visita al no saludo, pasando por la zona vip, al encuentro de 25 minutos en que no se habló de nada o la desautorización a la Policía, que avisaba que la vicepresidenta venezolana no podía entrar en territorio español...
Pero no solo encabezó el reconocimiento a Guaidó en su visita a Madrid: instó, a través de una proposición no de ley, a todos los grupos regionales a exigir a Sánchez reconocer al venezolano como presidente legítimo de Venezuela y liderar en la UE su reconocimiento. “Madrid no puede ser ajena al grito de libertad de los venezolanos”. Ayuso organizó una recepción al presidente venezolano en la sede de la presidencia regional y posteriormente acusaba a Sánchez de no recibir a Guaidó porque "no quería hacerle un feo" a su vicepresidente, Pablo Iglesias. "No puede esconderse tras una pajarita para decir que no podía", en referencia a su presencia en los Goya. "Con el Falcon, puede llegar a todas partes", insistía Ayuso, pero Sánchez "les debe el puesto a los amigos del chavismo".
Ayuso ya tiene 'ministra de Exteriores'
"La idea, dicen en el PP regional, "es que Madrid sea la alternativa 'segura' a los vaivenes del Gobierno central". También en política exterior. Y en esta estrategia de crear un 'Gabinete en la sombra' se encuadra la agenda de la consejera de Presidencia de Díaz Ayuso, María Eugenia Carballedo, en el mes de enero. Carballedo ha mantenido una actividad frenética con la comunidad internacional: el jueves 16 se reunió con el presidente del Consejo Regional de Lacio; al día siguiente se reunía con la comunidad china en Madrid para presentar el Año Nuevo chino; el jueves 29 anunciaba su presencia en el desayuno informativo del embajador alemán en el Palace, y por la tarde acudía a la embajada italiana para la presentación de una revista. Por último, se reunía con Danilo Turk, presidente de la World Leadership Alliance Club, en lo que ha sido la primera toma de contacto entre el Gobierno de Ayuso y una organización que reúne a más de 100 exjefes de Estado y de Gobierno.
Carmen Calvo ha captado el mensaje: "La política exterior es del Gobierno y es intolerable que el PP quiera utilizar instituciones como la CAM para eso"
Esta intensa actividad de la consejera Carballedo, volcada en la política exterior, ya ha servido para que fuentes naranjas en el Gobierno de la comunidad le hayan colgado el sobrenombre de 'la canciller de Ayuso'. Y es que, aunque Génova sí cree en la capacidad de la presidenta de la comunidad para ser el ariete contra el nuevo Gobierno, son los propios socios de gobierno de los populares los que más cuestionan esta estrategia con la presidenta.
Carmen Cavo sí ha captado el mensaje
De momento, quien sí ha captado el mensaje es el propio Gobierno central. La vicepresidenta primera, Carmen Calvo, aseguraba en una entrevista a 'El País' el pasado domingo al preguntarle por el caso Ábalos y la no recepción de Sánchez a Guaidó que "la política exterior es asunto del Gobierno de España y es intolerable que el Partido Popular quiera utilizar instituciones como el Ayuntamiento de Madrid o la comunidad autónoma para eso. Están haciendo política exterior donde no corresponde. Y exigimos que se respeten las instituciones". El primer objetivo de la estrategia con Ayuso —ser el Gobierno en la sombra— parece conseguido.
El PP sí cree en Isabel Díaz Ayuso. Al menos, en su capacidad para actuar como "contrapeso" al nuevo Gobierno de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias y ejercer de 'ariete', de la mano de un ideólogo como Miguel Ángel Rodríguez. Por ello, desde Génova 13 se ha dado luz verde a que el Gobierno de la Comunidad de Madrid se comporte como un auténtico 'Gabinete en la sombra' que intente responder a todo lo que el PP considera vaivenes del Ejecutivo central. Desde la política "de cesiones" con Torra a la política fiscal. Y como se entiende que Exteriores es terreno abonado para esas contradicciones, el Gabinete madrileño ya cuenta hasta con una 'ministra de Exteriores' oficiosa: la consejera de Presidencia, María Eugenia Carballedo.
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