Un directivo de BBVA revela que FG pactó con la Policía en Canillas investigar a Pineda

La pieza de BBVA del caso Tándem contiene un pasaje que amenaza con tumbar el juicio por extorsión contra los líderes de Ausbanc y Manos Limpias que se celebra estos días en la Audiencia Nacional. El responsable de los servicios jurídicos del banco, Eduardo Ortega, habría admitido en un documento hallado por Asuntos Internos que acompañó a Francisco González a un almuerzo con la cúpula de la Policía Nacional en el que se supuestamente se decidió poner en marcha la investigación contra Luis Pineda, según recoge un escrito de la Fiscalía Anticorrupción al que ha tenido acceso El Confidencial.

La comida habría tenido lugar en el complejo policial de Canillas, cuartel general de la Policía, en enero de 2015. Ortega explicó en el documento descubierto, titulado "Relatorio", que en ese encuentro se pactó que él personalmente se encargaría de redactar una denuncia anónima contra Ausbanc que sería utilizada para abrir una investigación contra Pineda, enemigo declarado de González. Fuentes cercanas a Francisco González desmienten que en este encuentro "de carácter institucional" el ex presidente del banco tratara el tema de Ausbanc, y que "así lo declaró ante el juez".

Según el relato del escrito, se decidió que él haría llegar la denuncia al entonces responsable de seguridad del banco, Julio Corrochano, y este a su vez se la trasladaría al comisario Villarejo para que se encargara de formalizar su presentación ante la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía Nacional, la sección que se haría cargo de las pesquisas.

En el sumario consta un escrito remitido por BBVA a la Audiencia Nacional el 8 de julio de 2019 en el que la propia entidad admite que ha encontrado en la agenda de Francisco González una anotación del almuerzo de Canillas, un indicio que apuntalaría el relato de Ortega.

Operación Nelson

La maniobra funcionó. La denuncia concertada en ese almuerzo desencadenó el inicio de la llamada operación Nelson contra Ausbanc, que se saldó en abril de 2016 con la detención de Pineda y del secretario general de Manos Limpias, Miguel Bernad, por orden del Juzgado Central de Instrucción número 1. Aunque BBVA aparece en esa causa como uno de los perjudicados por las extorsiones de Ausbanc y Manos Limpias y se conocía desde hacía tiempo que el banco había pagado a Villarejo para investigar al cabecilla de la falsa asociación de usuarios de banca, nunca hasta ahora había trascendido la implicación directa del expresidente del banco en el origen de ese procedimiento.

Las anotaciones de Ortega podrán ser utilizadas por las defensas de Pineda y Bernad para reclamar la suspensión de su juicio en la Audiencia Nacional o incluso su anulación alegando que el procedimiento habría estado viciado desde el principio por la participación de un rival directo de los acusados como era González. Pineda se enfrenta a una petición de cárcel de 118 años y 5 meses y, Bernad, de 24 años y 10 meses.

Otros perjudicados

No obstante, fuentes jurídicas cuestionan la trascendencia de la confesión de Ortega. Aseguran que, una vez recibida la denuncia anónima, la UDEF puso en marcha su propia investigación sobre Ausbanc y Manos Limpias bajo la supervisión del juez Santiago Pedraz y la Fiscalía de la Audiencia Nacional. Además de BBVA, en el sumario del caso Nelson también figuran como perjudicadas otras entidades, como Caja Madrid (Bankia), NovaCaixaGalicia (Abanca) y Credit Services. La Policía logró acreditar, asimismo, hechos distintos a los que contenía la denuncia inicial, como que Pineda y su entorno estaban utilizado la asociación de usuarios para apropiarse de las cuotas de sus abonados y también de las subvenciones que recibía el ente de todo tipo de administraciones públicas.

Con todo, la pieza de BBVA revela que la investigación contra Ausbanc fue uno de los mayores encargos que hizo la entidad al comisario en los 13 años que lo tuvo a sueldo. En total, el comisario habría cobrado del banco por esa operación más de siete millones de euros.