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Unidas Podemos 'nombra' su Gobierno sin esperar a Sánchez y molesta al PSOE
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Sánchez sorprende a los suyos con el retraso

Unidas Podemos 'nombra' su Gobierno sin esperar a Sánchez y molesta al PSOE

Los socialistas consideran que no es normal que los de Iglesias hayan designado hasta a directores generales sin esperar al líder. Los morados marcan territorio el primer día de la coalición

Foto: Pedro Sánchez es felicitado por Pablo Iglesias tras conseguir ser investido por el Congreso, este 7 de enero. (EFE)
Pedro Sánchez es felicitado por Pablo Iglesias tras conseguir ser investido por el Congreso, este 7 de enero. (EFE)

Primero, pausa hasta la próxima semana. Fue la primera decisión de Pedro Sánchez ya como presidente electo del Gobierno, recién investido por el Congreso. Tomarse su tiempo para cuadrar las piezas de su Ejecutivo, pese a que los socialistas habían argumentado que España necesitaba uno con "urgencia", sin más dilación. No habrá ministros hasta la próxima semana. No oficialmente. Porque sí están claros ya quiénes serán los de Unidas Podemos. Es más, los morados dieron a conocer de manera más o menos velada no solo los titulares de las carteras que tienen asignadas sino segundos niveles e incluso directores generales. Entonces retumbó en la cabeza de varios dirigentes socialistas aquella sentencia de Sánchez de julio: "No puede haber dos gobiernos en uno". El argumento para no ceder a una coalición. El malestar en las filas socialistas con Iglesias era evidente, pero en el círculo del jefe del Ejecutivo negaban que esa fuera la justificación del retraso en los nombramientos. El presidente necesita su margen, "como hicieron sus antecesores", "no hay nada extraordinario", calibra sus fichajes, incidían en su equipo de confianza.

Los nombres de Sánchez se conocerán, pues, la semana próxima, pese a que hasta este mismo martes sus colaboradores más cercanos señalaban que todo iría muy rápido y que el viernes se celebraría el primer Consejo de Ministros de la coalición. Ya no será así. El presidente no quiere correr ahora, una vez pasado el trago más complicado, la investidura, pero Pablo Iglesias sí. De hecho, Unidas Podemos sí ha definido la mayor parte de la estructura que pilotará. Además de la vicepresidencia de Asuntos Sociales y Agenda 2030, al frente de la que estará el propio Iglesias, se sentarán en el Gabinete Irene Montero (Igualdad), Yolanda Díaz (Trabajo), Manuel Castells (Universidades) y Alberto Garzón (Consumo). Un total de cinco asientos en un Gobierno que rondará la veintena de carteras ministeriales.

La vicepresidencia de Iglesias será la segunda, mientras que la primera la ocupará Carmen Calvo, mujer clave para el presidente y coordinadora de toda el área política del nuevo Ejecutivo, y la tercera, económica, será para Nadia Calviño. El líder de los morados contará con las competencias de asuntos sociales, a las que se le sumarán las del alto comisionado para la Agenda 2030, un área estratégica para los socialistas, que pilotaba Cristina Gallach, y que hasta ahora dependía de manera directa del presidente. Se trata de un total de dos secretarías de Estado: la de la Agenda 2030, que dirigirá Ione Belarra (será ella la encargada de sacar adelante los 17 objetivos de desarrollo sostenible de la ONU para su cumplimiento en 2030), y la de Derechos Sociales, al frente de la cual estará el responsable económico de la formación, Nacho Álvarez.

Iglesias, Díaz, Montero, Garzón y Castells pilotarán los ministerios de UP. Belarra y Álvarez serán secretarios de Estado del jefe de los morados


El jefe de Gabinete de Pablo Iglesias será Julio Rodríguez, jefe del Estado Mayor de la Defensa (Jemad) cuando la ya fallecida Carme Chacón estaba al frente del Ministerio de Defensa. Rodríguez será el hombre de confianza del líder de Podemos después de que Pablo Gentili renunciase a este puesto el pasado mes de diciembre para ser alto cargo del nuevo Gobierno de Argentina. Al frente del Instituto de la Juventud (Injuve), que también dependerá de la Vicepresidencia Segunda, Iglesias situará a la periodista alicantina de 26 años María Teresa Pérez (Petrer, 1993). La futura directora general fue diputada en la breve legislatura tras las elecciones de abril, pero no consiguió escaño en los comicios de noviembre.

Foto: Pedro Sánchez es felicitado por Carmen Calvo tras ser investido presidente del Gobierno, este 7 de enero. (EFE)

Echenique y Vera, las caras de la nueva etapa

La cartera de Trabajo (Díaz) contará con una Secretaría de Estado, una vez que se desgajen de ese ministerio Seguridad Social y Migraciones. El PSOE mantendrá el control sobre ambas áreas, donde podría mantenerse Magdalena Valerio. Asimismo, Universidades (Castells) no contará, como ocurre actualmente, con las competencias de Ciencia e Innovación, que también quedarán en manos de los socialistas, aunque no se sabe si las retendrá Pedro Duque.

"Empieza el 'show' de Pablo. Está en su naturaleza. Es un 'prota'. No vale para asumir un rol secundario", señala un integrante de la cúpula socialista

Pablo Echenique asumirá la portavocía del grupo confederal de Unidas Podemos en el Congreso. La entrada de dirigentes morados en el Ejecutivo de coalición progresista con el PSOE conllevará cambios tanto en el partido como en el grupo parlamentario confederal para afrontar esta nueva etapa, implantándose una dualidad a partir de la cual la portavoz del partido seguirá siendo Noelia Vera y el del grupo parlamentario, Pablo Echenique, según pudo saber este diario. Los perfiles que "van a ser clave" en la fase que ahora se abre para llevar el peso de la formación de aquí en adelante, según confirmaban fuentes cercanas a la dirección, serán Alberto Rodríguez, Noelia Vera, Rafa Mayoral y Ana Marcello.

Fuentes socialistas consideran que "no es normal" esta serie de 'nombramientos' sin esperar a que Sánchez designe a los ministros y estos a su vez a sus altos cargos. "No ha sido algo tremendo, pero desde luego no ha gustado nada", indicaban desde el aparato federal. "Ha molestado mucho y ha cabreado al personal. La primera en la frente. Algunos creían que habían espabilado. Pues empieza el 'show' de Pablo. Está en su naturaleza. Es un 'prota'. No vale para asumir un rol secundario", ilustraba un miembro de la ejecutiva a este diario. "Da la horrible sensación de dos gobiernos en uno", terciaba otro. Además, Iglesias concedió sus dos primeras entrevistas tras la investidura de Sánchez en dos medios, en 'eldiario.es' y en 'El intermedio' (La Sexta). En esta última, por cierto, incorporaba la expresión "presos políticos catalanes".

Iglesias: "Tiene que ser la legislatura del constitucionalismo, de convertir derechos en realidades"

Los socialistas atribuyen los 'nombramientos' a la inexperiencia de Podemos en tareas de gobierno, pero también a su deseo de marcar perfil político. Tanto en el tripartito con Pasqual Maragall como en el pacto con Carles Puigdemont, ERC dio los nombres de sus 'consellers' antes de que los anunciara el 'president'. La ley del Gobierno, de 1997, establece que el presidente es quien nombra los ministros. "Corresponde al presidente del Gobierno (...) proponer al Rey el nombramiento y separación de los vicepresidentes y de los ministros". Y es una prerrogativa que siempre ha hecho valer Sánchez. De hecho, una de las advertencias que lanzó en julio es que la potestad de montar el Ejecutivo era suya y solo suya. El primer día del primer Gobierno de coalición de la democracia se estrenaba así con disfunciones entre los socios.

Foto: Carmen Calvo (d) y María Jesús Montero. (EFE)

"Hay que dar valor a las cosas"

No solo eso. La decisión del presidente de no dar a conocer la composición de su Gabinete hasta dentro de una semana desconcertó profundamente a miembros de su partido. Primero, porque sus colaboradores de confianza habían asegurado en los últimos días que todos los movimientos irían en cadena: toma de posesión ante el Rey —es este miércoles a las 11:00—, difusión de la lista de ministros y promesa ante el monarca el jueves 9, a fin de que la primera reunión del Gabinete tuviera lugar el viernes 10. Ello casaba con la propia decisión del hasta ahora candidato de agendar su debate de investidura lo antes posible, nada más cerrar su acuerdo con ERC, sin ver pegas a que el pleno arrancase el 4 de enero, sábado previo a Reyes. Incluso después de recibir la confianza del Congreso, en su núcleo duro sostenían que todo iría rodado, porque además el organigrama está cerrado con Iglesias.

En el equipo del presidente niegan malestar con UP, y alegan que solo necesita tiempo: "Todavía no está todo cerrado. Así de sencillo. Pronto lo estará"

Pero todo cambió de repente y Sánchez marcó su 'timing'. Ferraz no ofreció explicaciones oficiales. "Necesita un poco de tiempo, nada más", "todavía no está todo cerrado. Así de sencillo. Pronto lo estará", alegaban dos miembros de su círculo de confianza. Sin embargo, en el PSOE cundía la sorpresa y bullían las especulaciones, aunque ningún dirigente decía conocer la razón de fondo que había llevado al presidente a echar el freno. Algunos indicaban que, en efecto, todos los jefes del Ejecutivo necesitan un poco de oxígeno para configurar su equipo. Otros lo achacaban a que esta semana es clave para el futuro de Quim Torra, puesto que podría convocar elecciones autonómicas anticipadas si se confirma su inhabilitación —ocasión para no constituir en 15 días la mesa de gobiernos acordada con ERC—. Otros lo atribuían, al menos en parte, a su malestar con Unidas Podemos, para dejar claro que él es el presidente y el que compone su Gabinete. En la Moncloa negaban este extremo —"estamos tranquilos y rematando"— y apuntaban a que se trata de la "gestión normal" que hacen todos los líderes del Gobierno y que algunos fichajes necesitan su maduración. Esa reflexión abría la puerta a que haya incorporaciones de relumbrón para un Ejecutivo de coalición en el que los dos socios competirán por brillar.

Sánchez esperará a la semana que viene para anunciar su Gobierno

"Una vez consolidada la investidura, que era lo urgente y lo importante, ahora el presidente necesita sus tiempos —razonaron desde su equipo en la Moncloa—. No hay nada más. Entramos en la fase más personal, de comunicar a los que no siguen que ya no estarán en el nuevo Gobierno y de llamar a aquellos con los que quiere contar". "Todo es más natural", indicaba otra fuente muy cercana al líder socialista, "lo hará en unos días, y hay que dar valor a las cosas".

Los ministros fijos por el flanco PSOE son Calvo, Calviño, Ábalos y Ribera, aunque se da por seguro que seguirá Montero, y quizá Marlaska y Robles

Cuando ganó la moción de censura, Sánchez tuvo que construir un Gobierno desde cero, y comunicó sus nombramientos el miércoles 6 de junio, cuando el día 2 había prometido su cargo ante el Rey. Entonces, ayudado por quien se convertiría en su director de Gabinete, Iván Redondo, y por quien sería secretario general de la Presidencia, Félix Bolaños, desplegó una estrategia que le funcionó: dar a conocer poco a poco los nombres de sus ministros para generar un clima de expectación favorable hacia él. Ahora podría repetir esa maniobra. Además, no está previsto que haya cita del último Consejo de Ministros en funciones este viernes —tras el cual comparecería como portavoz su actual titular, Isabel Celaá—, porque no está convocada para este miércoles la Comisión General de Secretarios de Estado y Subsecretarios, que siempre precede a las reuniones semanales del Gabinete.

Echenique será el nuevo portavoz de Unidas Podemos en el Congreso

En la cuota PSOE, hay pocos ministros confirmados al cien por cien. Sí, desde luego, Calvo, Ábalos y Calviño. También María Jesús Montero al frente de Hacienda y tal vez portavoz. Y Teresa Ribera en Transición Ecológica. Y se espera que continúen Margarita Robles y Fernando Grande-Marlaska. Pero a partir de ahí las certidumbres se desvanecen. A Sánchez, desde luego, y como ya advertían en su entorno, le gustan las "sorpresas". Más ahora que estrena Gobierno de coalición en una legislatura que se prevé tormentosa, con "berrinche" de la oposición y ataques durísimos. Su primer golpe de efecto ya está dado: esperar.

Primero, pausa hasta la próxima semana. Fue la primera decisión de Pedro Sánchez ya como presidente electo del Gobierno, recién investido por el Congreso. Tomarse su tiempo para cuadrar las piezas de su Ejecutivo, pese a que los socialistas habían argumentado que España necesitaba uno con "urgencia", sin más dilación. No habrá ministros hasta la próxima semana. No oficialmente. Porque sí están claros ya quiénes serán los de Unidas Podemos. Es más, los morados dieron a conocer de manera más o menos velada no solo los titulares de las carteras que tienen asignadas sino segundos niveles e incluso directores generales. Entonces retumbó en la cabeza de varios dirigentes socialistas aquella sentencia de Sánchez de julio: "No puede haber dos gobiernos en uno". El argumento para no ceder a una coalición. El malestar en las filas socialistas con Iglesias era evidente, pero en el círculo del jefe del Ejecutivo negaban que esa fuera la justificación del retraso en los nombramientos. El presidente necesita su margen, "como hicieron sus antecesores", "no hay nada extraordinario", calibra sus fichajes, incidían en su equipo de confianza.

Pedro Sánchez María Jesús Montero Pedro Duque Teresa Ribera Fernando Grande-Marlaska Margarita Robles Alberto Garzón Irene Montero Carme Chacón Moncloa Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) Pablo Echenique Nadia Calviño Carmen Calvo Rey Felipe VI
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