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Sánchez, a la carga en un Congreso ya en campaña: "Pido una mayoría más rotunda"
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SEGUNDO CONTROL EN SIETE MESES

Sánchez, a la carga en un Congreso ya en campaña: "Pido una mayoría más rotunda"

Los líderes se lanzan a los ataques en el cierre de la XIII Legislatura. Sánchez pide a los ciudadanos una mayoría "más rotunda" y Casado le acusa de "incapacidad" para gobernar

Foto: Pedro Sánchez se dirige a Pablo Casado desde su escaño, este 18 de septiembre en el Congreso. (EFE)
Pedro Sánchez se dirige a Pablo Casado desde su escaño, este 18 de septiembre en el Congreso. (EFE)

La XIII Legislatura —13, esta vez el número cumplió con su papel de pregonero del mal fario— está liquidada y la campaña electoral, antes emboscada, ya se puede dar por arrancada. El Congreso vivió este miércoles mucho, todo, de eso. Una sucesión de mítines a todas las bandas en la última sesión de control al Gobierno. Del Ejecutivo (que los españoles den "una mayoría más rotunda" al PSOE para que la oposición no tenga "capacidad de bloqueo"), del PP ("Quien no es capaz de gestionar su investidura, difícilmente puede gestionar una nación como España"), de Unidas Podemos ("No han querido negociar nada con nadie"). El PSOE contra populares, naranjas y morados, y de estos contra Pedro Sánchez.

El hemiciclo acogió este miércoles la primera parte de este camino de 53 días hacia el 10-N, en la segunda sesión de control al Ejecutivo en siete meses. El primer tramo de la escalada es el cómo hemos llegado hasta aquí. El reparto de culpas. El salón de plenos se convirtió entonces en el altavoz de los mítines de los líderes de los últimos días. Duros reproches que solo se rehuyeron en el choque con el PNV. Arrancó el jefe de los populares, Pablo Casado, con un "se le ha visto el plumero" dirigido a Pedro Sánchez. Porque él, como otros grupos, sostiene que el presidente siempre buscó la repetición electoral "desde el principio" para reforzarse, para lograr ser investido "por agotamiento electoral", para ser "presidente súbito, como los santos".

"Para este viaje no hacían falta estas alforjas", reflexionó. Pero las elecciones, le avisó Casado, "las carga el diablo". El PP, no obstante, "estará a la altura" y tratará de "recuperar el rumbo de una nación" que a Sánchez, arremetió, le queda "grande". De "miles de gobiernos" que se han formado desde abril "el único que ha fracasado ha sido usted", le espetó el dirigente conservador, que acusó al jefe del Ejecutivo de haber "traicionado a todos" y demostrar que "no es de fiar".

Casado afea a Sánchez que quiera ser investido "por agotamiento" y por dirigir España a las urnas. Pero los comicios "los carga el diablo", avisa


Para Sánchez, sin embargo, el "problema" es que el PP no "asumió" el resultado electoral del 28-A, con el que los españoles quisieron acabar con "siete años de recortes e injusticia social", con el rosario de dirigentes populares "yendo a pasear al Supremo" por casos de corrupción, con la política de la "crispación". Los ciudadanos votaron "un Gobierno progresista que no dependiera de las fuerzas independentistas", proclamó, en uno de sus 'claims' más repetidos en estos meses. "Ustedes", dijo a la bancada del PP, "ustedes", dijo a la de Cs, y "ustedes", dijo a la de Unidas Podemos, "han bloqueado la formación del Gobierno. Es así de sencillo", acusó. Gobierno, reiteró, que quiere "estable", guiado por la "moderación".

Foto: El presidente en funciones y líder del PSOE, Pedro Sánchez, este 17 de septiembre durante su rueda de prensa en la Moncloa. (Reuters)

"Mírenos a los mortales socialistas"

Entre abucheos de la bancada conservadora que intentó parar la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, Sánchez denunció que al PP le faltó "sentido de Estado", a los naranjas, "responsabilidad", y a los morados, mientras, les sobró "dogmatismo". "Espero que los españoles den una mayoría más rotunda al PSOE para que ustedes no tengan capacidad de bloquear un Gobierno, que es lo que necesita España", lanzó Sánchez a Casado, para quien el "problema" estriba en que los conservadores "no reconocen la legitimidad al PSOE para gobernar" cuando les toca estar en la oposición.

"Les va a ir muchísimo peor de lo que sus Redondos les susurran", lanza Álvarez de Toledo. Calvo responde contra los "pactos de perdedores"

El segundo choque PP-PSOE lo protagonizaron las segundas espadas. Primer (y último) duelo de esta legislatura en una sesión de control entre Carmen Calvo y Cayetana Álvarez de Toledo. La portavoz popular acusó a la vicepresidenta en funciones de haber sido la "ejecutora" de la "farsa socialista". Mala ejecutora, a su juicio, porque solo ha mantenido "diez reuniones" —se entiende que con Unidas Podemos— en cinco meses, desde el 28 de abril. "Estará agotada de tanto negociar". A lo que se reduce la "comedia progresista", siguió, es a "liquidar" a los socios progresistas con el dinero de todos. "Ni cuando ganan las izquierdas son capaces de gobernar". Ella, igual que su jefe, tras reprochar a los socialistas que no estén en condiciones de garantizar la undiad del país, lanzó otro aviso: "Les va a ir muchísimo peor de lo que sus Redondos les susurran". Álvarez de Toledo se refería al que todos califican como factótum del presidente, Iván Redondo, su director de Gabinete.

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"Escucharla hablar es como cuando llueve, hay que abrir el paraguas", ironizó Calvo. "Le pido desde su altura inalcanzable que nos mire a los mortales socialistas", siguió la número dos del Ejecutivo, acusando implícitamente a la diputada popular de soberbia. La vicepresidenta se defendió subrayando que los socialistas sí son los que pueden garantizar la unidad de España, y no un partido, el PP, que solo tiene una representante en el Congreso (Álvarez de Toledo) por Cataluña y ninguno en el País Vasco. Porque un Gobierno "progresista", apuntó, es aquel que "no cae por corrupción" mediante una sentencia, el que no es una "fábrica de desapego" y hace crecer el independentismo, el que no hace recaer las "subidas de impuestos" sobre las clases medias. La traca se la dejó para el final: PP y Cs "han hecho las prácticas juntos", alcanzando "pactos de perdedores" con Vox en muchas instituciones del país, desplazando a la fuerza ganadora, el PSOE.

Quieren "incumplir su programa"

Ni Sánchez ni Calvo tuvieron rifirrafes con Ciudadanos este miércoles. Pero la vicepresidenta sí lo mantuvo con Ione Belarra, portavoz adjunta de Unidos Podemos y miembro de la comisión negociadora de los morados. Ambas se sentaron frente a frente en los meses pasados. Sin éxito. Y esos roces entre ellas se vieron en el pleno. "No han querido negociar nada con nadie [...]. Están donde querían, camino a una repetición electoral en las que sus gurús de comunicación les dicen que van a ganar más escaños", le espetó Belarra, en otra referencia implícita a Redondo. La diputada morada recriminó a los socialistas que no pararan de pedir la abstención a PP y Cs y que rechazasen una coalición, que es la fórmula que "daría estabilidad" a España, ya que el Gobierno en solitario que siguió a la moción de censura representaba un modelo que "fracasó".

"Ustedes han tenido un problema todo el tiempo: o su líder estaba dentro del Gobierno o se rompía la baraja", espeta la vicepresidenta a Podemos

El resultado, para Belarra, es que "mucha gente está estupefacta y muy enfadada" porque no ha sido posible construir ese Ejecutivo bicolor por la cerrazón, entiende del PSOE, cuando UP "no ha parado de ceder", hasta sacrificar incluso a su líder, Pablo Iglesias. La conclusión que saca el grupo confederal es que Sánchez no quiere gobernar con ellos porque quieren "incumplir su programa" y porque han vuelto a recibir presiones de los poderes económicos.

"¿Ve cómo comprendemos de manera distinta la Constitución y las instituciones?", se arrancó Calvo. Se refería a que Belarra estaba preguntando más al PSOE que al Ejecutivo. La vicepresidenta recordó que fue Unidas Podemos quien rechazó en julio la oferta de coalición que puso sobre la mesa, porque la consideraba "florero". "Ustedes han tenido un problema todo el tiempo: o su líder estaba dentro del Gobierno o se rompía la baraja". "El Gobierno de coalición lo rechazaron ustedes, solo ustedes, en concreto su líder", remachó, cargando todas las culpas en Iglesias.

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Dureza con ERC

El otro duelo directo del Congreso este miércoles fue el de Sánchez con el portavoz de ERC, Gabriel Rufián. Este le afeó que haya desperdiciado "una oportunidad histórica". "¿Cómo cree que se fue la gente anoche a la cama? ¿Ilusionada, contenta? ¿Distinguiendo entre unos y otros? [...] No soy politólogo, pero la gente está hasta los bemoles de nosotros, de todos nosotros. Está hasta las narices", reflexionó el dirigente republicano, en línea con la pesadumbre que ha presidido su discurso y su apelación a PSOE y Unidas Podemos de los últimos meses. Rufián repartió estopa a ambos. Al presidente, por intentar "pactar" con la derecha (Cs) que le llama "banda" y a la que buscó "frenar", y a los morados, por estar "donde querían" los socialistas que estuvieran, "quejándose en los platós".

El Gobierno "aplicará cualquier artículo de la Carta Magna para defender la legalidad, la soberanía nacional y la integridad territorial", advierte Sánchez

Rufián apuntó que en la campaña anterior ERC se hacía la pregunta de qué Sánchez se encontrarían. "Ya lo sabemos: el del 155". El diputado advirtió de que los socialistas, "cuanto más fuertes son, más se acercan a la derecha". "Pero volveremos, y volveremos más fuertes", avisó.

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El presidente siguió con su tono de campaña, acudiendo a la firmeza contra los secesionistas. "Mi proyecto político para Cataluña es el mismo que tengo para Extremadura, Andalucía, Castilla-La Mancha [...], en definitiva, el que tengo para todos y cada uno de los territorio de mi país". Y a continuación, la advertencia: "Vamos a defender la Constitución. Si hay un partido constitucionalista en este país y en este sistema político, es el PSOE. Vamos a defender el diálogo, el acuerdo, la convivencia. Pero no se equivoque: si la Generalitat intenta violentar el Estatuto y la Constitución, el Gobierno aplicará cualquier artículo de la Carta Magna para defender la legalidad, la soberanía nacional y la integridad territorial". O sea, nueva referencia al 155, que el Ejecutivo no vacilará en activar. Otro argumento de campaña.

La XIII Legislatura —13, esta vez el número cumplió con su papel de pregonero del mal fario— está liquidada y la campaña electoral, antes emboscada, ya se puede dar por arrancada. El Congreso vivió este miércoles mucho, todo, de eso. Una sucesión de mítines a todas las bandas en la última sesión de control al Gobierno. Del Ejecutivo (que los españoles den "una mayoría más rotunda" al PSOE para que la oposición no tenga "capacidad de bloqueo"), del PP ("Quien no es capaz de gestionar su investidura, difícilmente puede gestionar una nación como España"), de Unidas Podemos ("No han querido negociar nada con nadie"). El PSOE contra populares, naranjas y morados, y de estos contra Pedro Sánchez.

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