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Sánchez justifica su apoyo a Pepu: "Tengo mi derecho como militante a posicionarme"
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PRESENTACIÓN DEL PRECANDIDATO EN LA LATINA

Sánchez justifica su apoyo a Pepu: "Tengo mi derecho como militante a posicionarme"

El presidente y su núcleo de poder en Ferraz arropan al precandidato socialista, que se compromete a "ayudar" en toda la legislatura si no gana el 26-M y no consigue hacerse con la alcaldía

Foto: Pedro Sánchez y Pepu Hernández, este 3 de febrero en La Latina. Con ambos, Mara Rabadán (de blanco), Mar Espinar (vestido negro), Mercedes González (chaqueta gris) y Ramón Silva (gafas). (EFE)
Pedro Sánchez y Pepu Hernández, este 3 de febrero en La Latina. Con ambos, Mara Rabadán (de blanco), Mar Espinar (vestido negro), Mercedes González (chaqueta gris) y Ramón Silva (gafas). (EFE)

Derroche indisimulado de apoyo de Pedro Sánchez y de su dirección federal hacia Pepu Hernández. No había duda y no la hay ya. El presidente del Gobierno lo ha elegido y lo defiende a las claras, sin sombra ni disfraces. Cree que es "el alcalde que necesita Madrid". Lo "mejor" que puede ofrecer su partido, el PSOE, para el 26 de mayo en una plaza estratégica y que no gobierna desde hace 30 años. Pero el jefe del Ejecutivo es consciente de que su designación, la ruptura de la neutralidad por la que hasta ahora había apostado en los distintos procesos internos, ha generado resquemores en una militancia, la madrileña, tradicionalmente muy irredenta y también acostumbrada a que el dedo divino de Ferraz decida su futuro, acertado o no. Por eso a la primera de cambio tuvo que justificar ante sus propias bases ese apoyo a su hombre para la capital: tiene su "derecho" a posicionarse, la responsabilidad de no "desentenderse" de lo que ocurra en "la mejor ciudad del mundo".

Este 3-F era el día. La jornada de presentación de Hernández como precandidato socialista a la alcaldía después de cinco días de mutismo absoluto, incluso cuando le llovían las informaciones sobre su situación patrimonial.

El aspirante se dirigía por primera vez a la militancia que tendrá que darle primero su confianza antes de convertirse oficialmente en el hombre llamado a recuperar Madrid para el PSOE. Fue en el histórico y emblemático teatro La Latina, en pleno centro de la ciudad, arropado por los pesos pesados de la ejecutiva federal —no solo Sánchez, también los números dos y tres, Adriana Lastra y José Luis Ábalos—, y regional —el secretario autonómico, José Manuel Franco—, el candidato a la Comunidad, Ángel Gabilondo, la ministra Reyes Maroto; la portavoz municipal, Puri Causapié, el exbarón madrileño Rafael Simancas, diputados autonómicos y nacionales, senadores (José Cepeda), concejales, miembros del equipo del presidente en la Moncloa, y hasta el último alcalde socialista de la ciudad, Juan Barranco... Una demostración incontestable de apoyo del aparato socialista hacia un Hernández que debuta en política tras toda una vida dedicado al deporte y que promete no rendirse: si no gana, prometió que se quedará en el ayuntamiento, para "ayudar" durante la legislatura. No dará la espantada. Un mensaje muy importante de puertas para dentro y la primera incógnita resuelta.

El PSOE de la militancia no implica que la dirección se desentienda, no se ocupe de construir proyectos políticos ganadores


Sánchez y el precandidato hicieron su entrada en el interior del teatro pasado el mediodía, a ritmo de Loquillo y su 'Feo, fuerte y formal'. Los dos juntos. Ambos subieron al escenario. Juntos también, y acompañados por José Manuel Franco y los hombres y mujeres que sostienen la campaña del exseleccionador nacional de baloncesto, los concejales Ramón Silva, Mar Espinar y Mercedes González y la militante Mara Rabadán. "Tenía unas ganas de presentar este acto y de que conociérais a Pepu...", se arrancó el presidente, que se confesó "muy emocionado y agradecido" (guiño incluido a la expropietaria de La Latina, Lina Morgan, fallecida en 2015). Ya desde el principio advirtió a las bases, algo revueltas en los últimos días, de que la "neutralidad" queda garantizada, porque "se va a respetar" el proceso de primarias. Lo cierto es que en todos los procesos anteriores, desde que venciera a Susana Díaz en 2017, jamás se había mojado tantísimo y de forma tan palpable Ferraz. Pero en esta ocasión es distinto: Madrid importa mucho a Sánchez y, visto el malestar interno, necesita emplearse a fondo y decir a sus afiliados que Pepu es él. Y remarcar que puede decirlo.

Foto: Pedro Sánchez y el exseleccionador de baloncesto Pepu Hernández, el 2 de octubre de 2014 en el Fórum Europa, Madrid. (Inma Mesa | PSOE)

Mucha gente "capaz" pero poco dispuesta

El líder socialista insistió en que ese "PSOE de la militancia" que alumbró su propia candidatura en 2017 no se ha marchitado. Que entonces prometió que todas decisiones importantes que tomaría el partido, sean investiduras o elección de candidatos o secretarios generales, contarían con el plácet de las bases. Eso es "básico" y está "garantizado". "También hay un derecho, el de todos y cada uno de los militantes, también el mío como militante, a poder posicionarme y a poder decir cuál creo que es el mejor proyecto y la mejor candidatura para la alcaldía de Madrid", reivindicó ante el millar de militantes y simpatizantes que abarrotaban La Latina. Intentaba salvar así las contradicciones evidentes de su discurso, apuntalado en los últimos años sobre la base del poder de las bases.

Sánchez no ahorra en elogios hacia Pepu, de quien destaca su "fuerza, determinación y compromiso": "Es el alcalde que necesita Madrid"

"Si Pepu hoy está aquí es por la petición que como militante le he hecho. Es más, tres días han bastado para que saboree las mieles del compromiso político con el PSOE", añadió, en una referencia implícita a las noticias, adelantadas por este diario, de que Hernánduz creó una sociedad instrumental con la podría haber pagado menos impuestos. "No ha abierto la boca y ya le están atacando —dijo—, igual que les pasó a los ministros del Gobierno y a mí [por la tesis doctoral], porque sabe la oposición y en particular la derecha que Pepu puede y va a ganar las elecciones".

Sánchez explicó qué entiende por ese nuevo PSOE que él encarna y dirige. "El PSOE de la militancia no implica que la dirección se desentienda, que no diga nada, que no se ocupe de construir proyectos políticos ganadores, incorporando a gente de fuera y de dentro". El secretario general subrayó que en este año largo que lleva de nuevo al frente del partido, se ha "preocupado y ocupado, y mucho, de presentar una candidatura potente y competitiva" con capacidad para ganar la capital. Pero durante sus "conversaciones con muchísima gente" para sondear su disposición a encabezar la lista para Madrid, charlas con "personalidades" que podían haber sido "extraordinarios alcaldes y alcaldesas", encontró a "mucha gente capaz pero poca gente dispuesta a dar el paso". "Y Pepu es capaz y está dispuesto a dar el paso". Es decir, que Hernández fue el único que le dijo que sí de todos aquellos a los que sondeó. Y la lista de nombres que han trascendido públicamente ha sido larga: Cristina Narbona, Margarita Robles, Fernando Grande-Marlaska, Alfredo Pérez Rubalcaba...

Pepu Hernández anuncia en el teatro de La Latina su candidatura a la alcaldía de Madrid

Sánchez, desde luego, no ahorró en elogios hacia Hernández, a quien conoce desde que tenía 14 años, desde los ochenta, cuando entrenaba al Estudiantes, y en aquella época ya era una "persona cautivadora y muy carismática". Le atrajo su "fuerza, su determinación, su compromiso". "Todos queríamos ser entrenados por Pepu", porque podía hacerles crecer "como jugadores y como personas". Años después, en 2014, cuando accedió a la secretaría general del PSOE, le pidió que le presentara en un desayuno informativo, y encontró en él ese mismo "empuje, determinación y compromiso social". "No tengo ninguna duda: Pepu es el alcalde que necesita Madrid".

Tándem "competitivo y motivador"

Hernández es el llamado, cree el PSOE, a recoger el testigo de Manuela Carmena. Porque el partido se siente "responsable" y quiere dar "una dirección a la ciudad que ahora", en manos de la alcaldesa, "no tiene". El precandidato tiene la obligación de movilizar a todos los votantes progresistas "desilusionados con una izquierda que no supo gobernar el cambio". Por eso, continuó Sánchez, el PSOE ha de ofrecer "lo mejor" de sí mismo para ganar, que no ofrece "menos" de lo que se merece a la que es "la mejor ciudad del mundo", Madrid, y agradece a Hernández su disponibilidad y su voluntad de someterse a las primarias, pese a que la dirección las podía haber suprimido si hubiera querido, como recordó José Manuel Franco.

Hernández subraya que la política nunca le ha sido ajena y que simpatiza con el PSOE: "No tengo carné, pero soy socialista de corazón y de pensamiento"

"¿Cuándo el PSOE ha presentado un tándem tan competitivo, tan motivador, tan representativo de lo mejor de la sociedad madrileña? ¿Cuándo? ¡Nunca!", proclamó el presidente, refiriéndose al tique con Gabilondo. "Por eso es tan importante que el PSOE se ponga en pie", que demuestre que quiere "competir", que luche, porque muchos votantes están esperándolo. Sánchez estaba llamando a sus bases a la movilización, a combatir el desánimo. También por esa razón elogió el "compromiso político" y el esfuerzo de los militantes de a pie que conocen la ciudad y sus necesidades. El presidente se centró en respaldar a su aspirante en la capital, no introdujo apenas temas de índole nacional. Ni tampoco sacó a colación Venezuela. Tampoco cuando los periodistas le preguntaron a la entrada del teatro, en cuyo patio de butacas también se sentó (y es relevante a efectos internos) el secretario general de UGT Madrid, Luis Miguel López Reillo.

Pepu Hernándezfue el último en saltar al escenario. Se notaba la expectación. No había hablado desde su designación. El precandidato leyó la mayor parte de su intervención. Intentó jugar sobre seguro, lanzando guiños a la militancia para que sepa que es de los suyos, pero en esta primera faena le faltó algo de pasión y el auditorio no se encendió de primeras, ni le aclamó al grito de "¡alcalde!". Las bases estaban aún frías, como lo estaban al principio con Gabilondo, y hoy es uno de sus referentes indiscutibles y más queridos.

placeholder Pedro Sánchez y Pepu Hernández saludan a los militantes y cargos socialistas reunidos en el teatro La Latina, este 3 de febrero. (EFE)
Pedro Sánchez y Pepu Hernández saludan a los militantes y cargos socialistas reunidos en el teatro La Latina, este 3 de febrero. (EFE)

"La política nunca me ha sido ajena. Todos estamos en política. No he pertenecido a un partido. Quizá no me afilié para preservar mi independencia, que no significa indiferencia. No tengo carné, pero soy socialista de corazón y de pensamiento", aseguró, para meterse en el bolsillo a los afiliados. "Abrazo las ideas progresistas, simpatizo con el PSOE porque es el partido de la solidaridad y la tolerancia, el partido de la igualdad y el respeto, de las razones y las emociones", siguió. Las razones dan "solidez, convicción", y las emociones "movilizan", y cuando confluyen producen una "química especial" que lleva a afrontar "los retos más difíciles".

Sánchez: "Pepu es el alcalde que necesita Madrid"

Un Madrid "más feminista"

A él le mueve el "compromiso". "Mi compromiso es contigo, Pedro, y con todos los militantes", sostuvo entre aplausos. Hernández que admira del PSOE y de sus bases su lucha por la igualdad, su pelea por los ciudadanos, su combate para que Madrid sea una mejor ciudad. Le motiva su ánimo de cambiar las cosas, y cree que puede aportar desde fuera, y por eso se desquitó del "zapatero a tus zapatos" que le lanzó el exministro de Cultura Íñigo Méndez de Vigo. "¿Por qué solo piensan que la actividad política es propia de la aristocracia o de la oligarquía?". Y le motiva el momento actual, la "crispación política y los datos falsos", la necesidad de "defender los derechos y libertades" que se creían conseguidos, su deseo de hacer un "Madrid más feminista".

Me gustaría ser el alcalde de Madrid pero, si no lo consigo, mi compromiso es ayudar en toda la legislatura

"Me gustaría ser el alcalde de Madrid pero, si no lo consigo, mi compromiso es ayudar en toda la legislatura", remarcó el exseleccionador de baloncesto, dando a entender que seguirá en su escaño, y no lo abandonará como hizo, por ejemplo, Miguel Sebastián, que ni recogió su acta de concejal en 2007 tras el descalabro en las urnas. Hernández manifestó su voluntad de conformar un grupo municipal "con gran potencial" que dé respuesta a los problemas reales de la ciudad, desde la vivienda o limpieza hasta la mejora del transporte o la estimulación de la cultura y el combate a la desigualdad en los barrios y distritos de Madrid, la urbe en la que nació y en la que vive (es vecino de Canillejas). Persigue un Madrid que vuelva a "vibrar", un Madrid "mejor".

Foto: Marlis González Torres.

Hernández volvió en varias ocasiones a su pasado deportivo, a sus comienzos, cuando debutó como entrenador de baloncesto a los 15 años, y cómo los valores que impregnan el deporte, "respeto", "esfuerzo", "confianza", "generosidad" y sobre todo trabajo en equipo valen para la política. Su otra media naranja en esta campaña, si supera la prueba de las primarias, será Gabilondo. "Es un honor trabajar contigo —le elogió—. Pondremos la metafísica y el deporte al servicio de un proyecto compartido".

Franco, por su parte, se afanó en garantizar que las primarias serán "limpias y transparentes" y, como prueba de su compromiso con el proceso, anticipó que si otros candidatos le piden que les acompañe, él lo hará. "Que gane el que tenga que ganar, porque las primarias están para eso, para elegir al mejor candidato que nos haga ganar Madrid tras tantos años. El que lo ponga en duda comete un gran error", señaló. El barón madrileño recordó que "el aparato" federal, la gestora, también estaba a favor de Susana Díaz en la lucha interna de 2017, y al final el madrileño ganó.

Pepu Hernández se compromete con el PSOE toda la legislatura si no es alcalde

Cuarta precandidatura en marcha

La idea de equipo municipal la proporcionaron dos mujeres del núcleo de campaña de Hernández: la concejal Mar Espinar y la militante de Retiro Mara Rabadán. La edil presumió de precandidato "rotundo", capaz de enfrentarse a una "derecha bizarra que no se arrepiente de nada" (el PP), a "otra que piensa que es un carnaval, que van disfrazados y no son nada serio" (Ciudadanos), y a una "izquierda soberbia" dirigida por una mujer (Manuela Carmena) que quiere que "el mundo se adapte a ella", y cuyo proyecto puede resumirse en ideas "cerriles", "cerradas", "entre magdalenas y el postureo progre". Ella ha sido uno de los látigos constantes de la regidora en este mandato.

Los precandidatos necesitan el aval del 5% del censo (300 firmas) para pasar el primer corte. La votación será el 9 de marzo; la segunda ronda, el 16

Espinar insistió en que el PSOE debe tomar ese espíritu deportivo de Hernández, para creer en sí mismo e ir a la cancha para dejarse "la piel", "voto a voto, pulgada a pulgada". "Pepu da mucho miedo a la derecha y mucha envidia a las izquierdas, y por eso tantos golpes bajos. ¡Pepu, aguanta las patadas!", le animó, subrayando que el partido "sabe lo que necesita" Madrid, porque en todos estos años se ha "pateado los distritos" y escuchado a sus gentes. Rabadán admitió que la lucha el 26-M no será fácil —"Carmena nos lo va a poner difícil"— y expresó su confianza en el "criterio" del presidente. "No nos dejemos llevar por los enfrentamientos. Las bases llevamos a Pedro a la secretaría general y las bases decidiremos el candidato al ayuntamiento [...]. Las guerras internas no llevan a ningún sitio [...]. Pase lo que pase el proceso nos enriquece como organización".

Que Ferraz, Moncloa y el PSOE-M hicieron un esfuerzo extraordinario de movilización lo evidenciaba el volumen de cargos públicos y orgánicos presentes. Incluso de fuera de la capital, como los alcaldes de Alcalá, Javier Rodríguez; Fuenlabrada, Javier Ayala, Getafe, Sara Hernández (la líder de la federación anterior a Franco), o Aranjuez, Nina Moreno. Y en los palcos del teatro se podía ver a los dos máximos colaboradores del presidente, Iván Redondo —que no se prodiga en actos de partido, pero se sienta en el comité electoral y ha estado al frente de la operación para fichar al exentrenador—, y Félix Bolaños. Del Gobierno destacó la presencia de la ministra de Industria, Reyes Maroto, una de las figuras del PSOE-M que más ha sonado como opción en los últimos meses.

placeholder Pedro Sánchez, este domingo a su llegada al teatro La Latina. (EFE)
Pedro Sánchez, este domingo a su llegada al teatro La Latina. (EFE)

Casi al mismo tiempo que se desarrollaba el acto llegaba la noticia de que se lanzaba una cuarta precandidatura: la de la sexóloga y 'coach' socialista Marlis González Torres. Es la única mujer por ahora en la carrera de primarias: ya son seguros Pepu Hernández, el aspirante oficialista; el veterano Manuel de la Rocha Rubí, exdiputado nacional y exalcalde de Fuenlabrada, y el concejal Chema Dávila, secretario general de la agrupación de Centro. Aquellos que superen la prueba de los avales —habrán de recoger el respaldo del 5% de un censo de unos 6.000 afiliados, algo menos de 300 firmas—, deberán enfrentarse al voto de la militancia el 9 de marzo en primera vuelta. Si ninguno logra más del 50% de los apoyos, habría una segunda ronda para los dos más votados una semana después, el 16.

Una ley contra la discriminación y por la tolerancia... y contra la ultraderecha

Pedro Sánchez compareció ante el millar de cargos y militantes socialistas en su cuádruple condición de presidente del Gobierno, secretario general, militante y vecino de Madrid. En casi todo momento hizo bascular su discurso, de unos 15 minutos, en torno a Pepu Hernández. Pero alguna incursión en otros temas sí hizo. 

Así, advirtió de que "los tiempos no están para bromas" por el auge de la ultraderecha. "Hemos visto que se banalizan las conquistas sociales", dijo, o que los conservadores prefieren hablar de violencia intrafamiliar, y no de género.

"Os dije que en esta legislatura íbamos a aprobar una ley importante para el colectivo LGTBI, que se ve amenazado por esa ultraderecha que quiere recluirlo y excluirlo del espacio público. Vamos a aprobar en este periodo de sesiones en el Congreso, dentro de pocas semanas, una ley contra la discriminación y por la tolerancia, porque eso es respetar la diversidad, la tolerancia, el respeto a las minorías", aseguró entre aplausos.

Derroche indisimulado de apoyo de Pedro Sánchez y de su dirección federal hacia Pepu Hernández. No había duda y no la hay ya. El presidente del Gobierno lo ha elegido y lo defiende a las claras, sin sombra ni disfraces. Cree que es "el alcalde que necesita Madrid". Lo "mejor" que puede ofrecer su partido, el PSOE, para el 26 de mayo en una plaza estratégica y que no gobierna desde hace 30 años. Pero el jefe del Ejecutivo es consciente de que su designación, la ruptura de la neutralidad por la que hasta ahora había apostado en los distintos procesos internos, ha generado resquemores en una militancia, la madrileña, tradicionalmente muy irredenta y también acostumbrada a que el dedo divino de Ferraz decida su futuro, acertado o no. Por eso a la primera de cambio tuvo que justificar ante sus propias bases ese apoyo a su hombre para la capital: tiene su "derecho" a posicionarse, la responsabilidad de no "desentenderse" de lo que ocurra en "la mejor ciudad del mundo".

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