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Ferraz y el PSOE-M se remangan para intentar frenar el malestar interno con Pepu
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POR AHORA, UN SOLO RIVAL, MANUEL DE LA ROCHA

Ferraz y el PSOE-M se remangan para intentar frenar el malestar interno con Pepu

Las dos direcciones se implican activamente para vencer las resistencias y contactarán con los secretarios locales para sondearles. La gran herramienta de presión es la confección de las listas

Foto: Pepu Hernández toca el violín durante una inauguración, en noviembre de 2011, en Madrid. (EFE)
Pepu Hernández toca el violín durante una inauguración, en noviembre de 2011, en Madrid. (EFE)

Pedro Sánchez sabe que no puede perder su batalla interna más personal, en la que ha empeñado parte de su capital político de cara a las elecciones del 26 de mayo. Sabe que Pepu Hernández, su elegido para hacerse con la alcaldía de Madrid, ese oscuro objeto de deseo que se escapa de las manos de los socialistas desde hace 30 años, ahí es nada, ha de ganar con holgura la primera contienda. La interna. Y por eso Ferraz se va a movilizar. Se va a implicar activamente para que el ex seleccionador nacional de baloncesto tenga un plácido aterrizaje en una federación siempre tan agitada como la madrileña y logre hacerse con la complicidad de la militancia. También se remangará la cúpula regional que dirige José Manuel Franco. Todo para impedir que un plan trazado con sumo sigilo salte por los aires y acabe estallando en la cara del presidente del Gobierno. La táctica será "la de siempre": contactar con los aparatos locales y convencerlos para que respalden a Hernández.

El PSOE-M acogió con estupor la designación de Sánchez. La noticia, que llegaba a las 22:30 del martes —horas antes de lo que estaba programado—, dejó en 'shock' a cuadros y militantes del partido. Nadie esperaba que él, Pepu Hernández (Madrid, 1958), el capitán que llevó al equipo español de baloncesto a la gloria en 2006, el premio Príncipe de Asturias de los Deportes, el hombre que tenía una ligazón casi umbilical con el presidente por su pasado común en el Estudiantes, fuera el aupado a la plaza quizá más estratégica de todas las que se disputan en apenas cuatro meses. Y de las más complicadas, en las que el PSOE parte con unas expectativas pésimas, con el miedo en el cuerpo a convertirse en quinta fuerza política, detrás de Vox.

Un cierto malestar se extendió entre cuadros y bases en las primeras horas, tras el impacto inicial. Los había y los hay que no entienden la razón del fichaje del exseleccionador, los que anticipan que no será un candidato que arrastre lo suficiente, los que lo ven como una "ocurrencia" de Sánchez, los que no sienten la necesidad de tirar de un independiente, los que sostienen que puede no sumar lo suficiente al aspirante regional y valor consolidado, Ángel Gabilondo. Para otros, sin embargo, la opción de Pepu Hernández sí es óptima, porque es una persona ajena al circuito político que da el paso y se compromete en un momento muy complicado, porque es una cara reconocible para buena parte de los madrileños, porque rompe la "vieja naftalina" del PSOE de Madrid, una federación muy envenenada internamente.

Las dos cúpulas no piensan por ahora desactivar a De la Rocha, que ya ha insistido en que se presentará: sus apoyos, dice, han crecido


La dirección federal y la regional eran este miércoles conscientes de que el dedazo de Sánchez no había sentado igual de bien en todas las esquinas del partido. De hecho, en Ferraz asumían que será difícil evitar la competición en primarias. Y es que los descontentos con la apuesta personalísima del presidente —conducida por él mismo y un reducido núcleo de colaboradores en la Moncloa, y trasladada a Franco— tienen a un referente al que mirar: Manuel de la Rocha Rubí (Madrid, 1947), exdiputado nacional, exalcalde de Fuenlabrada y miembro de Izquierda Socialista. El veterano dirigente, de hecho, confesaba en declaraciones a este periódico que había recibido más mensajes de apoyo de compañeros, que le animaban a no retirarse. Y no lo hará, mantendrá viva su candidatura. El bajo umbral de avales necesario para pasar el corte (un 5% de un censo total de unos 5.000 afiliados) acordado tras el último congreso federal le ayuda a competir. La primera vuelta será en ese caso el 9 de marzo.

Foto: El exdiputado socialista Manuel de la Rocha Rubí, el pasado 17 de noviembre. (EFE)

"Va a sorprender y dar juego"

Ni Ferraz ni Buen Suceso, la sede del PSOE-M, intentarán desactivar a De la Rocha para persuadirle de que tire la toalla. Es más, sí que creen que una contienda interna puede legitimar a Hernández y darle a conocer entre las bases. "Va a haber lío y ruido, es verdad. Hay malestar. Pepu es un buen candidato pero quizá no es tan rotundo porque no tiene el perfil de Gabilondo, pero sí hay que ser más optimistas y nos puede ayudar a subir en un sitio, Madrid, donde estamos por debajo de otros territorios. Pepu es listo y culto, tiene discurso, va a sorprender y va a dar juego", valora un miembro del aparato federal.

"Vamos a intentar pacificar, calmar, convencer", señalan desde Ferraz, donde advierten de que "el que se mueve no sale en la foto"

Pero la estrategia ya está marcada. Tras las primeras horas de digestión de la noticia —"el día de reflexión"—, la dirección de Sánchez se va a emplear a fondo para vencer resistencias y escepticismos. "Vamos a intentar pacificar, calmar, convencer", subrayan desde Ferraz. La persona elegida para entablar contactos con los secretarios de agrupaciones locales es Santos Cerdán, el responsable de Coordinación Territorial de la cúpula y mano derecha del responsable de Organización y ministro de Fomento, José Luis Ábalos. En la dirección, señalan una herramienta poderosa que será utilizada como argumento: la confección de las listas. Y es que la elaboración de las candidaturas es el paso siguiente a la elección del cabeza de cartel, y habrá muy pocas plazas para muchos cuadros. "Y el que se mueve no sale en la foto", advierten desde el aparato federal.

Pepu Hernández, el fichaje de Sánchez para la Alcaldía de Madrid

Es claro a estas alturas que Hernández es la carta directa de Sánchez. Ni la dirección ni él lo ocultan. Ni disimulan. El propio presidente presentará a su candidato el domingo en un acto que se prevé grande para los estándares del partido en la capital —unas 900 personas—, en el teatro de La Latina. El líder socialista, como aseguran en Ferraz, quiere remarcar así que Pepu Hernández es su nombre para la alcaldía, para que las bases asuman que si no lo apoyan, en realidad están dándole la espalda a él mismo. Poca broma.

El propio Sánchez fue explícito en rueda de prensa en Ciudad de México, donde aterrizó este miércoles procedente de República Dominicana. "Al hablar de la candidatura de Pepu se me enciende una sonrisa. Le doy la bienvenida y quiero agradecerle dos cosas: su compromiso con la ciudad de Madrid y la confianza que ha depositado en el PSOE" para aspirar a "transformar" la capital con un "proyecto ilusionante".

Foto: Pedro Sánchez y el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, este 30 de enero en el Palacio Nacional, Ciudad de México. (Reuters)

Apoyo previo del Gobierno

A continuación, dejó bien claro que no va a ser neutral en este proceso. En absoluto. "Que no se nos olvide. Soy afiliado [de Madrid], votaré en este proceso y lógicamente votaré por Pepu". El apoyo no podía ser más explícito, y eso que el presidente no será llamado a las urnas, ya que al menos hasta las primarias (2017) que disputó a Susana Díaz, era militante en Pozuelo, y no en la ciudad de Madrid. Antes que el jefe del Ejecutivo prestaron su total respaldo su número dos, Carmen Calvo, y las ministras de Economía y Hacienda, Nadia Calviño y María Jesús Montero.

Sánchez deja claro que no quiere ser neutral: desde México le muestra su apoyo ("votaré por Pepu") y lo presentará el domingo en un acto en Madrid

Sánchez no se plantea la opción de que Hernández pueda caer ante las bases. Fuentes muy próximas al presidente indicaban que se le comentó al exseleccionador la posibilidad de que fuera nominado directamente sin pasar por primarias, porque los estatutos permiten que la comisión federal de listas pueda suspender un proceso interno en situaciones excepcionales. Prueba, una vez más, de que el secretario general está dispuesto a sacrificar la voz de la militancia con tal de garantizarse que su apuesta llega al 26-M. Hernández, en cambio, pidió al presidente someterse a primarias para ganarse así la candidatura, informa EFE.

Es lo que él comenzó a hacer este mismo miércoles, cuando a través de su nueva cuenta de Twitter publicó la carta que le había enviado a Franco, confirmándole su deseo de competir. En su escrito, Pepu señala que se presenta "con humildad" e "ilusión". "Quiero ganarme el apoyo de la militancia de base con honestidad, compromiso y trabajo. Ganarme su confianza y ser digno acreedor de ella" como paso previo al camino hacia las urnas del 26-M, manifestó.

Pero no solo se ha movido y se moverá Ferraz. También lo está haciendo ya la cúpula regional. Franco fue advertido hace algo más de dos semanas por el jefe del Ejecutivo de que el exseleccionador de baloncesto era una de sus opciones. El viernes, conocía la hoja de ruta programada para esta semana si se cerraba el fichaje, y el lunes se le anunció que estaba ya atado. Para entonces, el líder del PSOE-M había convocado a su ejecutiva regional. Programó la cita para este miércoles por la tarde. La reunión se saldó sin sobresaltos. "Plácida", según resumía uno de los asistentes.

¿Habrá más aspirantes?

Franco y el responsable de Madrid Ciudad en la dirección regional, Agustín Vinagre, comenzaron ayer a contactar con los secretarios de las agrupaciones locales, para sondearles y vencer el malestar interno. "La idea es hablar con ellos, explicarles el 'making of', insistir en que hay que pensar en dirigirnos al que nos va a votar, y no en nosotros mismos. Hacemos, en definitiva, lo de siempre en estos casos, y la gente lo está entendiendo. Hemos hablado con varios y las cosas van bien", indicaban en el círculo del líder autonómico. Añadían que hay que esperar a las siguientes horas, porque podría haber más dirigentes que salten al ruedo de las primarias.

Ferraz y el PSOE-M pactan tres nombres para Pepu: Mercedes González, coordinadora de su campaña; Mar Espinar, su portavoz, y Ramón Silva, actos

Así, podría intentar competir el secretario general de la agrupación de Centro y concejal en el Grupo Socialista, Chema Dávila, a quien la dirección le acusa de haberse saltado las directrices de los órganos y desplegar una estrategia "seguidista" de Manuela Carmena en el ayuntamiento de la capital.

Sánchez agradece a Pepu Hernández su compromiso y votará por él en primarias

Otros apuntan que podría dar el paso la actual portavoz, Puri Causapié, reclamada por una parte de las bases y por las mujeres del PSOE, aunque su peso orgánico es muy pequeño y en estos casi dos años de especulaciones su nombre jamás ha entrado en las quinielas porque no gustaba su forma de dirigir el grupo —al final del mandato, está totalmente dividido— y su posición "subalterna" a la de la alcaldesa. Sin embargo, quienes la conocen bien creen que Causapié se echará a un lado. Otro nombre posible es el de Manolo Guerrero, secretario general de Moncloa-Aravaca. Todos ellos con presumibles menores opciones que De la Rocha, un dirigente de larga trayectoria y reconocido en el PSOE-M.

Descartadas están dos ediles que sí figuraron en las quinielas: Mar Espinar y Mercedes González. Ambas han sido látigo de Carmena dentro del grupo, muy críticas con la actitud de Causapié. La primera, Espinar, será ahora la portavoz de Pepu Hernández. "Cuando una persona como él, que no tiene nada que demostrar porque ya lo ha conseguido todo, se implica con un proyecto como el socialista, lanzamos un mensaje claro: si crees en algo, hay que luchar", aseguraba ella misma a este diario.

Los referentes se mueven

Mercedes Gónzález, mientras, ejercerá de coordinadora de su campaña de primarias. El tercer dirigente que arropará al exseleccionador en su aterrizaje será el concejal Ramón Silva, que se encargará de la organización de actos. Él tampoco era partidario de la línea blanda con la regidora. Los tres nombres —son ediles sin cargo en la cúpula autonómica— fueron pactados entre Ferraz y Buen Suceso. Una vez Hernández supere la prueba de las primarias, su equipo de campaña para el 26-M se ampliará y contará con miembros de la ejecutiva regional.

La comparación con las primarias entre Trinidad Jiménez y Tomás Gómez de 2010 no es exacta, porque él era secretario general autonómico

Ese proceso de apaciguamiento interior también lo están llevando a cabo los referentes de las tradicionales familias que han tenido un peso más o menos intermitente en el PSOE-M. Así, dirigentes como el exlíder regional Rafael Simancas, el senador José Cepeda o el edil y exportavoz municipal Antonio Miguel Carmona (candidato en 2015 y muy cercano a Franco) manifestaron en las primeras horas su apoyo a Pepu Hernández.

El camino se va allanando y, aunque quizá no esté tan expedito como entendía el círculo más próximo a Sánchez en el momento del lanzamiento del candidato, sí puede ser más sencillo de lo que algunos creen. Es la lógica de funcionamiento de los aparatos y, sobre todo, el peso de la Moncloa. Las comparaciones con las primarias de 2010, en las que Tomás Gómez se enfrentó a Trinidad Jiménez, la ungida por el entonces presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, no resistirían. Gómez era barón regional. De la Rocha no cuenta con suficientes anclajes orgánicos y Sánchez tiene una autoridad interna incontestable. Eso sí, las sorpresas siempre caben y la carrera es larga. Que se lo digan a Susana Díaz.

Pedro Sánchez sabe que no puede perder su batalla interna más personal, en la que ha empeñado parte de su capital político de cara a las elecciones del 26 de mayo. Sabe que Pepu Hernández, su elegido para hacerse con la alcaldía de Madrid, ese oscuro objeto de deseo que se escapa de las manos de los socialistas desde hace 30 años, ahí es nada, ha de ganar con holgura la primera contienda. La interna. Y por eso Ferraz se va a movilizar. Se va a implicar activamente para que el ex seleccionador nacional de baloncesto tenga un plácido aterrizaje en una federación siempre tan agitada como la madrileña y logre hacerse con la complicidad de la militancia. También se remangará la cúpula regional que dirige José Manuel Franco. Todo para impedir que un plan trazado con sumo sigilo salte por los aires y acabe estallando en la cara del presidente del Gobierno. La táctica será "la de siempre": contactar con los aparatos locales y convencerlos para que respalden a Hernández.

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