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Sánchez pide a PP y Cs que le apoyen con Venezuela y se acerca a los países más duros
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COMPARECENCIA EN CIUDAD DE MÉXICO

Sánchez pide a PP y Cs que le apoyen con Venezuela y se acerca a los países más duros

El presidente pide sentido "de Estado" a la oposición y que vele por el pueblo venezolano. Traslada a López Obrador la propuesta de un grupo de contacto internacional, pero este la rechaza

Foto: Pedro Sánchez y el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, este 30 de enero en el Palacio Nacional, Ciudad de México. (Reuters)
Pedro Sánchez y el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, este 30 de enero en el Palacio Nacional, Ciudad de México. (Reuters)

Pedro Sánchez tenía que guardar difíciles equilibrios en su visita a México. El presidente del país, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), constituye una excepción en el continente y es de los pocos que no se han alineado con Juan Guaidó. Llama al diálogo entre las partes y se atiene a su doctrina de no intervención en la política interna de otros Estados. El Gobierno, en cambio, está virando claramente hacia posiciones de confrontación cada vez más rotundas y claras con Nicolás Maduro, y de hecho el lunes próximo reconocerá al dirigente opositor como presidente del país si para entonces no ha convocado elecciones libres, transparentes y justas. Pero México es uno de los aliados fundamentales de Sánchez en Latinoamérica, gobernado por un mandatario izquierdista.

Esos equilibrios explican la posición expresada públicamente este miércoles por el jefe del Ejecutivo en Ciudad de México, en la comparecencia conjunta que compartió con AMLO en el Palacio Nacional. Calibró muy bien sus palabras y lanzó, en síntesis, dos mensajes. De un lado, pidió a PP y Ciudadanos que respalden su posición en esta crisis y que miren más por ayudar al pueblo venezolano. De otro, trasladó al dirigente latinoamericano la propuesta de un grupo de contacto internacional que formen países europeos y latinoamericanos y que "propicie el diálogo" entre las dos partes para llevar a Venezuela a unas "elecciones justas, libres y democráticas". Idea que AMLO rechazó. Ese llamamiento al encuentro entre las dos partes engarza con la posición de la Unión Europea. Pero España, al tiempo, se va aproximando a los países más duros con el régimen chavista: se sumará como observador al Grupo de Lima, un gesto al que ni siquiera se atrevió Mariano Rajoy.

"No queremos que los extranjeros intervengan en asuntos mexicanos, por eso debemos también ser muy cuidadosos de no intervenir", alega AMLO


El Gobierno partía de Madrid con la idea de buscar un terreno intermedio y común con México. Ese espacio podía ser el grupo de contacto internacional que podría ponerse en pie este jueves —hay reunión de ministros de Exteriores en Bucarest (Rumanía)—, en cuya conformación España está participando, y que debería contar con la participación de países de uno y otro lado del Atlántico.

Foto: El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), el pasado 15 de enero en Ciudad de México. (Reuters)

El peso de la 'doctrina Estrada'

Pero México era y es muy reticente a esta idea. "No queremos que los extranjeros intervengan en asuntos que competen a los mexicanos, por eso debemos también ser muy cuidadosos de no intervenir. Para que otros no intervengan", justificó López Obrador ante los medios convocados en el Palacio Nacional. El presidente explicó que primero se tienen que sentar a dialogar las partes, y solo cuando eso ocurra México podría ayudar a buscar una solución a la crisis en Venezuela, en el caso de que régimen y oposición "soliciten" ese auxilio.

Sánchez defiende que quiere salvaguardar la posición común de la UE: llegar a elecciones libres y "no poner o quitar gobiernos" en Venezuela

AMLO incidió en que su Gobierno sigue la política de no intervención muy asentada en la historia del país, la llamada 'doctrina Estrada', aunque reconoce que España tiene otra tradición. Pero ambos Estados se respetan. De ahí que tanto él como Sánchez subrayaran en sus respuestas que las relaciones bilaterales van "más allá de las posturas específicas" y particulares que cada uno tiene sobre cómo echar una mano en la explosiva situación venezolana.

Sánchez plantea a López Obrador crear un grupo internacional sobre Venezuela

"La política exterior que tenemos cada uno de los países corresponde a nuestro acervo", señaló el mandatario español, quien hizo hincapié en la necesidad de que haya unas elecciones "justas, limpias y transparentes" para que se encuentre una "salida" a la crisis política, económica y social que vive Venezuela. "No queremos quitar o poner gobiernos", insistió, como hiciera el sábado desde la Moncloa. "Lo que hace el Gobierno es salvaguardar la posición común de la UE", trasladar la "necesidad" de constituir ese grupo de contacto internacional que facilite el diálogo entre las partes y que desemboque en esos comicios.

Foto: Pedro Sánchez llega al aeropuerto Las Américas en Santo Domingo, este 29 de enero. (EFE)

España lidera la posición europea

Esa posición, señaló, es la que comparten dirigentes como Emmanuel Macron, Angela Merkel o él mismo, que pertenecen a tres familias políticas distintas. Los tres se han puesto "de acuerdo en relación con Venezuela". "¿Por qué lo que es posible en Europa no es posible en España? Seamos muy conscientes del sufrimiento del pueblo venezolano", que Venezuela es "política de Estado" y que ellos, PP y Cs, deben "apoyar al Gobierno de España para ayudar a resolver" esta crisis.

España participará como país observador en las reuniones del Grupo de Lima (que reconoce a Guaidó), a las que ha sido invitada

Más allá de las declaraciones públicas del presidente este miércoles, fuentes del Ejecutivo informaron de que España acaba de ser invitada por el Grupo de Lima muy crítico con Nicolás Maduro y que integran varios países latinoamericanos más Canadá— para participar en sus reuniones. El Ejecutivo acepta sentarse, pero solo en calidad de observador, informa EFE. "Vamos a estar en todos los foros que ayuden a presionar en favor de elecciones", justificaban desde el entorno de Sánchez a este periódico. El tono más laxo de la rueda de prensa respondía por tanto a esos equilibrios obligados para no confrontar con un Obrador que es, sobre todo, aliado de Madrid. El giro hacia la mayor contundencia con Caracas se ha ido dando progresivamente, además, y la prueba es que este martes, desde Santo Domingo, llamó directamente a Maduro "tirano".

En la Moncloa entienden, no obstante, que España está liderando ya un grupo en Europa, al formar parte de la avanzadilla de países que han dado un plazo de ocho días a Maduro para convocar elecciones —ultimátum que vence este domingo— antes de reconocer de manera efectiva a Juan Guaidó como presidente encargado de la transición del país.

Obrador rechaza la propuesta de Sánchez de participar en grupo sobre Venezuela

El Ejecutivo asume que con la crisis venezolana España "se está jugando su papel en el mundo". Por eso, por un lado, aborda el conflicto en encuentros bilaterales como el de este miércoles con México, también en organismos y foros internacionales, y pelea por que se reconozca su rol de liderazgo en la gestión de esta crisis. España, según indican desde el equipo del presidente, es el único país, por ser a la vez europeo e iberoamericano, capaz de unir a las dos grandes regiones y ayudar a que se forme ese grupo de contacto que se pretende sea "facilitador", no mediador, porque ello supondría reconocer la legitimidad de Maduro. Grupo que tendría como misión ayudar a que esos comicios se celebren y no intervenir para derrocar al líder chavista, informa EFE.

Foto: Josep Borrell. (EFE)

Madrid no comparte la denuncia interpuesta ante la Corte Penal Internacional (CPI) por cinco países latinoamericanos (Argentina, Colombia, Chile, Paraguay y Perú) más Canadá contra el régimen de Maduro, porque podría alimentar su temor a abandonar el país por miedo a un juicio. Lo "atornilla" a la silla, estima el Ejecutivo.

Tras la rueda de prensa en el Palacio Nacional, ambas delegaciones almorzaron con empresarios y personalidades de los dos países. Sánchez emprendió ruta a la segunda parte de su estancia en México: la reivindicación de la memoria histórica y los 80 años del exilio español, con la visita al Colegio de México y con el encuentro con la junta directiva del Ateneo Español en México.

Pedro Sánchez tenía que guardar difíciles equilibrios en su visita a México. El presidente del país, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), constituye una excepción en el continente y es de los pocos que no se han alineado con Juan Guaidó. Llama al diálogo entre las partes y se atiene a su doctrina de no intervención en la política interna de otros Estados. El Gobierno, en cambio, está virando claramente hacia posiciones de confrontación cada vez más rotundas y claras con Nicolás Maduro, y de hecho el lunes próximo reconocerá al dirigente opositor como presidente del país si para entonces no ha convocado elecciones libres, transparentes y justas. Pero México es uno de los aliados fundamentales de Sánchez en Latinoamérica, gobernado por un mandatario izquierdista.

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