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José Bono: "Contra la Constitución perdió Tejero y ahora va a perder Puigdemont"
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EL CONFIDENCIAL ENTREVISTA AL EXMINISTRO SOCIALISTA DE DEFENSA

José Bono: "Contra la Constitución perdió Tejero y ahora va a perder Puigdemont"

El expresidente del Congreso no tiene pelos en la lengua. Carga sin cesar contra los "golpistas", defiende a las formaciones constitucionalistas y avala el 155 duro: "No valen paños calientes"

Foto: José Bono, exministro socialista de Defensa, expresidente del Congreso y expresidente manchego. (Cedida)
José Bono, exministro socialista de Defensa, expresidente del Congreso y expresidente manchego. (Cedida)

Sus palabras son un azote imparable contra los independentistas. Sin contemplaciones define a sus líderes como "golpistas", califica de "anticuado", "casposo" el secesionismo. Y advierte de que hay que pararlo, y hacerlo ya, para reparar "el orden constitucional". José Bono Martínez (Salobre, Albacete, 1950), exministro socialista de Defensa, expresidente del Congreso, exjefe de la Junta de Castilla-La Mancha, es y ha sido siempre taxativamente claro en su combate contra los nacionalismos, a veces a la contra de algunas posiciones más tibias en su partido. Pero mide cada cosa que sale de su boca. Sigue plenamente en forma como político de raza. Ágil, cortés, astuto. Surfeando preguntas o entrando de lleno en ellas, según toque.

España abrió este sábado otra jornada histórica, cruzó un ignoto puente jamás atravesado. El artículo 155 de la Constitución. Pepe Bono atiende por teléfono desde Toledo a El Confidencial, hace una primera valoración del acuerdo del Gobierno con PSOE y Ciudadanos, aplaude su dura redacción —"No valen paños calientes"— y avisa de que cuando se reponga la ley, cuando pierda Carles Puigdemont "como perdió Tejero", habrá que ser "generoso" con Cataluña y reconocer su singularidad. No se permite una sola crítica contra Pedro Sánchez, contra quien luchó en primarias, contra el Ejecutivo del Mariano Rajoy o contra Ciudadanos. No toca ahora, argumenta.

PREGUNTA. Con la aplicación del 155, ¿España ha llegado a su hora clave? ¿Se juega su futuro?

RESPUESTA. La función de máscaras del separatismo está tocando a su fin: la república de [Carles] Puigdemont ha tenido más éxito en las redes sociales que en la realidad. Sinceramente estoy triste, porque Cataluña forma parte de mis afectos más profundos y tengo preocupación por la proyección de España en el mundo, por la solidaridad entre las personas, la redistribución de la riqueza… Desde la izquierda este secesionismo es inmoral, porque es contrario a la solidaridad, porque evoca el egoísmo de quien desea vivir aparte porque cree que va a vivir mejor y porque entraña un planteamiento de origen genético en su justificación. No olvide que [Jordi] Pujol habló de que “el andaluz era un hombre poco coherente” y advirtió de que “el mestizaje sería el fin de Cataluña”. [Oriol] Junqueras también ha hablado de los genes. No puede haber planteamiento político de izquierdas más ridículo que el que funda su ideario en la identidad de sangre más que en la identidad de proyecto. Frente a la igualdad, lo anticuado, retrógrado y egoísta es el secesionismo.

La función del separatismo está tocando a su fin. La república de Puigdemont ha tenido más éxito en las redes que en la realidad

P. Eso es justo lo que dice su secretario general, que el secesionismo es un movimiento "reaccionario, regresivo".

R. Me ha encantado escuchárselo. Los socialistas lo decimos desde hace más de un siglo. Así lo dejé escrito hace 11 años cuando dimití como ministro de Defensa

P. Ya conocemos las medidas recogidas en el despliegue 155. ¿No cree que es una intervención durísima, hasta excesiva y que no resolverá nada el conflicto, que ayudará al victimismo?

R. Un Estado democrático como es el Estado español, que está en el 'top' del ordenamiento jurídico internacional, no puede reaccionar de manera distinta ante el incumplimiento gravísimo de la Constitución. No valen paños calientes ante quien intenta un golpe a la Constitución. Puigdemont ha creído que la prudencia del Estado era debilidad y por fin se encuentra con que somos muchos los que no podemos consentir que la minoría prevalezca sobre la mayoría. Entre esos muchos, también estamos los que luchamos contra Franco.

Foto: Mariano Rajoy anuncia las medidas del 155. (Reuters)

P. ¿Pero por qué no era posible un 155 más blando? Los independentistas lo califican de "golpe de Estado", del peor "ataque" a la democracia desde los tiempos de Franco.

R. Los secesionistas han mentido mucho, tratando de aparecer como víctimas. Sin embargo, el mayor insulto a las víctimas de verdad es el victimismo de esa burguesía acomodada en torno a Convergència y dirigida por Pujol que ha querido explotar el victimismo cuando ellos mismos eran los victimarios. No olvide el 3% que se embolsaban.

El Gobierno activa la intervención de las instituciones catalanas

P. Perdone que le insista. ¿No aumentará con este 155 la sensación de agravio, de "humillación" a Cataluña? ¿No enconará más los ánimos en Cataluña y profundizará la fractura en la sociedad?

R. Ahora es obligado imponer el orden constitucional. Después, una vez que impere el orden constitucional, debemos ser extremadamente generosos con la ciudadanía de Cataluña.

P. ¿En qué sentido?

R. En el de resolver un problema que ciertamente existe: la relaciónCataluña en España. Este es un tema que viene de atrás. Castilla-La Mancha, de la que fui presidente 21 años, nunca pidió la autonomía, e igual que a Madrid, Murcia, La Rioja o Santander, nos la dieron sin pedirla, en aquel 'café para todos', para que los militares levantiscos del franquismo se convencieran de que si todos éramos autónomos lo de Cataluña y País Vasco sería menos relevante. Fue una salida muy buena para mi tierra que algunos creyeron magistral y definitiva. Pero no fue definitiva. Debemos buscar fórmulas para que la gente de bien se percate de que el Estado democrático no quiere imponer la unidad por la fuerza, sino llegar al convencimiento de que juntos podemos mucho más que separados.

P. Vía reforma de la Constitución.

No valen paños calientes ante quien intenta un golpe a la Constitución. El 'president' creía que la prudencia del Estado era debilidad

R. El único límite es que los derechos de todos los españoles deben ser iguales, sea cual sea su lugar de nacimiento, su RH o sus genes. Pero hay singularidades que deben reconocerse con generosidad una vez que sea repuesto el orden constitucional. Los golpistas no pueden recibir como premio a su golpe concesiones del Estado, pero los catalanes sí deben ser atendidos con un afecto y cariño que el pueblo español y el Gobierno han de hacer patentes de forma extraordinaria. El Estado ha estado demasiado ausente de Cataluña en los últimos años y esto ha sido un error.

P. ¿Quiere decir que los dirigentes soberanistas no pueden ser amnistiados?

R. La situación personal de cada uno de ellos la decidirán los jueces y el derecho de gracia debe ejercerse como se administra ante cualquier persona: ni severos ni laxos, sino justos. Pero el encaje de Cataluña en España tiene que ser objeto de un tratamiento generoso e inteligente por el bien de todos.

placeholder El exministro José Bono. (Cedida)
El exministro José Bono. (Cedida)

P. ¿Cataluña podría ser reconocida como una nación, como propone el PSOE?

R. Las naciones no existen desde el principio de los tiempos, son un invento. El nacionalismo es una doctrina con poco futuro porque hace depender los derechos y la vida cotidiana del lugar de nacimiento. Frente al nacionalismo secesionista lo hermoso es el internacionalismo que proclama la igualdad de todos. Lo aldeano, lo casposo, lo antiguo es hacer de la nación un estandarte para vapulear al vecino. Puede haber naciones en el ámbito sentimental, poético, histórico, pero jurídicamente no dan derecho a privilegios o mejores derechos respecto a los vecinos. Tener dos lenguas, por ejemplo, no significa tener dos bocas.

P. ¿Qué ocurre si Puigdemont proclama la independencia de Cataluña en un pleno esta próxima semana? ¿Debe detenérsele por rebelión, como prepara la Fiscalía?

R. Lo que debe quedar meridianamente claro a los golpistas es que la secesión no puede pactarse y si alguien pacta con los golpistas, traiciona la Constitución: podemos dialogar si un hombre puede parir, pero no podrá hacerlo nunca. Con la ley podemos llegar hasta la Luna, pero contra el Código Penal no hay más alternativa que la cárcel.

P. ¿Cree que proclamará la separación de Cataluña? ¿Cómo vio su mensaje televisado de este sábado?

El mayor insulto a las víctimas de verdad es el victimismo de esa burguesía acomodada en torno a Convergència y dirigida por Pujol

R. Su intervención ha sido un monumento al descaro: el golpista que ha atropellado la Constitución se queja de que se aplique la ley y califica de golpistas a quienes defienden la legalidad. Es una persona poco seria: firma la independencia y la suspende; recibe a [Arnaldo] Otegi como un héroe; elogia a Pujol y su obra. Ya está todo dicho.

P. ¿Cómo garantizar el cumplimiento del 155? ¿Puede que los 'consellers' se atrincheren, que los funcionarios no obedezcan…? ¿La resistencia puede hacer imposible la aplicación de las medidas del Gobierno?

R. Puede haber dificultades, pero el Estado es el único legitimado para usar la fuerza y hacer cumplir la ley. Kennedy decía algo muy hermoso: "Los estadounidenses son libres de estar en desacuerdo con la ley pero no tienen el derecho a desobedecerla”. El tumulto o la violencia para defender la secesión es un delito, de sedición o rebelión.

Puigdemont convoca un pleno en el Parlament para decidir la respuesta a la “liquidación del autogobierno”

P. ¿Prevé episodios de violencia? ¿Un enfrentamiento civil?

R. Espero y deseo y creo que no. Quienes desafían y golpean al Estado de derecho no creo que se transformen en grupos revolucionarios o guerrilleros. Puede haber algún episodio aislado de violencia, pero no veo a la Convergència de Pujol organizada en soviets de agitación revolucionaria y violenta, aunque algunos de sus aliados verbalmente parecen defender posiciones de esa naturaleza [como la CUP]. Es llamativo y escandaloso que un partido que dice representar a la burguesía catalana esté en maridaje perfecto con esos grupos antisistema.

P. En una entrevista en 'El Mundo' no quería contestar a la pregunta de si quizá pudiera ser necesario recurrir al Ejército. ¿Hará falta echar mano de él?

R. Ni quise contestar entonces ni quiero hacerlo ahora. Sería peligroso que el Gobierno democrático de un país mire para otro lado cuando un grupo de salteadores pretende perpetrar un golpe de Estado.

Una vez que impere el orden constitucional, debemos ser extremadamente generosos con la ciudadanía de Cataluña

P. ¿Eso es un sí?

R. No, eso es lo que le he dicho y nada más. Los golpistas han de saber que el Estado tiene el derecho, la obligación y la fuerza necesaria para hacer valer la ley. Solo un Estado que traicionara a sus ciudadanos podría no hacer aquello que la ley le exige realizar.

P. ¿Se podría recurrir a otras herramientas constitucionales como el artículo 116, el que prevé la regulación de los estados de alarma, excepción y sitio?

R. Todos los artículos de la Constitución forman parte del ordenamiento jurídico español y corresponde al Gobierno y Parlamento su aplicación. A mí no me toca dar lecciones ni consejos. Eso sí, todos los españoles que pagamos impuestos tenemos derecho a que el Gobierno garantice que los golpistas no se saldrán con la suya.

placeholder Bono toma una foto con su móvil el pasado 26 de marzo, en el mitin de lanzamiento de candidatura de Susana Díaz. (EFE)
Bono toma una foto con su móvil el pasado 26 de marzo, en el mitin de lanzamiento de candidatura de Susana Díaz. (EFE)

P. Sabemos cómo se entra en el 155… ¿Pero cómo se sale? ¿Cómo se sale de esta? ¿Lo que se ha roto se puede reconstruir?

R. Por supuesto. Su pregunta surge de admitir como cierta la mentira de los secesionistas que hablan en nombre de toda Cataluña. Les pasa lo mismo que a Franco, al que cuando se le atacaba en el extranjero decía que se atacaba a España. Los golpistas no representan a Cataluña y lo que se va a hacer con el 155 es que los catalanes no pierdan las instituciones democráticas que los golpistas están dañando.

P. ¿Ese 155 llega tarde? ¿El Gobierno tendría que haberlo activado antes?

R. No me puedo consentir como exministro de Defensa y como expresidente del Congreso la más mínima crítica ni al Gobierno, ni al PSOE, ni a Ciudadanos en esta actuación. Prefiero que gane España a que gane o pierda PSOE o el PP. Está en juego que gane la España democrática y eso en muy serio. Después ya arreglaremos cuentas con el PP.

P. Luego aplaude que el PSOE retire la reprobación a la vicepresidenta del Gobierno.

R. Valoré muy positivamente ese gesto.

Pedro Sánchez ha hecho muy bien las cosas en este punto: ha puesto la fuerza del socialismo en defensa de la legalidad

P. Por tanto consideraba un error ese anuncio de reprobación.

R. Si pensara que fue un error quizá no lo diría en público. Pero Pedro Sánchez ha hecho muy bien las cosas en este punto: ha puesto la fuerza del socialismo en defensa de la legalidad.

P. ¿La durísima versión del 155 acordada con el Gobierno pasará factura al PSOE? ¿Su electorado comprenderá que prácticamente se liquide temporalmente la autonomía de Cataluña?

R. No, no se liquida. Mi partido saldrá beneficiado de esta actitud tan favorable a la Constitución, y quien saldrá muy perjudicado es Podemos, cuyo líder alaba el mismo día a Adolfo Suárez, a Manuel Fraga y a Puigdemont sin despeinarse. Pablo Iglesias es muy listo, pero ofende a quien toma por tonto, y son muchos los votantes de Podemos que han visto que cuando habla de la patria parece hacerlo como mero reclamo electoral. Muchos hemos visto el vídeo en que Iglesias asegura que no puede pronunciar “España”.

Foto: Pedro Sánchez, durante su intervención en la apertura del 15º Congreso del PSOE de Murcia, este 21 de octubre en Cartagena. (Borja Puig | PSOE)

P. ¿La actitud del PSOE ha cohesionado al partido en torno a Sánchez y le ha reforzado como líder?

R. Me gusta responder que sí, porque quiero ver a mi partido unido y gobernando. Pero este día lo importante es que ante el golpe de Estado venza la democracia.

P. ¿Teme la ruptura con el PSC, o el resquebrajamiento interno, que ahora queda en una situación muy difícil? La alcaldesa de Santa Coloma, Núria Parlon, ha dejado la dirección del PSOE por su oposición al 155.

R. Unos se van pero hay miles de catalanes deseando que el PSC haga lo que hace ahora: una política dirigida a defender la igualdad antes que la identidad. El socialismo es incompatible con el nacionalismo. Pero no me voy a consentir crítica alguna al PSOE, ni al PP, ni a Cs.

Puede haber naciones en el ámbito sentimental, poético, histórico, pero jurídicamente no dan derecho a privilegios

P. ¿Tampoco al PSC?

R. Tampoco. Cuando miro al PSC me fijo en los alcaldes socialistas que han sido insultados por los golpistas, y me sentí muy solidario con su sufrimiento y su rechazo a esa farsa de referéndum del 1-O.

P. ¿La aplicación del 155 no hace imposible la reforma constitucional en esta legislatura, la apuesta estratégica del PSOE?

R. Estoy esperanzado de restaurado el orden constitucional vendrá una política inteligente y generosa para Cataluña, y si no lo hacemos así sería un grave error. España no es un edificio en ruinas, es uno de los países más veteranos del planeta, y no puede deshacerse en una tarde por un grupo de salteadores que destrozan coches de la Guardia Civil, fingen agresiones y ponen cobardemente a niños como escudos.

El Govern sopesa declarar la independencia como respuesta a la aplicación del artículo 155

P. En esa revisión de la Constitución, ¿cabe tocar el artículo 2, el que habla de la unidad de España, o permitir un referéndum pactado?

R.Los asuntos que afectan a todos los españoles deben decidirlos todos los españoles. Soy partidario del derecho a decidir de todos y soy contrario a que una minoría decida por la mayoría.

Foto: El exministro y expresidente de la Eurocámara Josep Borrell, en febrero de 2016. (EFE)

P. ¿Cree que la aplicación del 155 supone el fin de los pactos constitucionales de 1978 y el arranque de una nueva Transición? ¿Puede implicar el fin de esta legislatura?

R. No. Será el fin de la mascarada de Puigdemont y sus secuaces y el inicio, tras las elecciones, de un Gobierno solidario y decente para Cataluña. Será el fin del populismo y del victimismo. Las únicas víctimas del mundo son los pobres, sean de Sabadell, de Badajoz o de Calcuta. ¡Ya está bien de victimismos secesionistas exhibidos por políticos deshonestos!

Debe quedar claro a los golpistas que la secesión no puede pactarse. Si alguien pacta con los golpistas, traiciona la Constitución

P. ¿Es pesimista?

R. Contra la Constitución, creo que va a perder Puigdemont como perdió Tejero [en el golpe del 23-F de 1981].

P. ¿Cuándo debe haber elecciones en Cataluña? El Gobierno se ha puesto un tope de seis meses y el PSOE las quiere en enero.

R. Una vez restituido el orden constitucional, las elecciones deben llegar lo antes posible. Lo primero es parar el golpe.

P. ¿No cree que hay un riesgo cierto de que que los independentistas puedan boicotear esos comicios convocados desde Madrid? ¿O, alternativamente, no podría aumentar el independentismo y el problema se agravaría?

Los partidos independentistas califican de "golpe de Estado" las medidas del Gobierno

R. No soy profeta. Ya veremos. Lo que me interesa es que fracasen en su intento de golpe. Lo que hagan o dejen de hacer me preocupa menos que el futuro de Cataluña.

P. Pero no se trata solo de lo que hagan los dirigentes soberanistas. Si no participasen los ciudadanos que sí quieren la independencia, ¿no llegaríamos a dos realidades paralelas?

Mi partido saldrá beneficiado de esta actitud tan favorable a la Constitución, y quien saldrá muy perjudicado es Podemos

R. El plan que se presenta al Senado termina con elecciones. Después de ellas hay que hacer una tarea ingente de pedagogía, diálogo y entendimiento con el pueblo de Cataluña, que es extraordinario y magnífico, pero que ha tenido la enorme desgracia de sufrir gobernantes que no estaban a su altura.

P. ¿Recomendaría al PSC que aunase fuerzas con PP y Ciudadanos o que al menos tras las urnas hubiese un Gobierno de concentración?

R. Cada día tiene su afán y el afán de hoy es parar golpe contra la Constitución. Lo que tenga que hacerse después ya se decidirá.

Sus palabras son un azote imparable contra los independentistas. Sin contemplaciones define a sus líderes como "golpistas", califica de "anticuado", "casposo" el secesionismo. Y advierte de que hay que pararlo, y hacerlo ya, para reparar "el orden constitucional". José Bono Martínez (Salobre, Albacete, 1950), exministro socialista de Defensa, expresidente del Congreso, exjefe de la Junta de Castilla-La Mancha, es y ha sido siempre taxativamente claro en su combate contra los nacionalismos, a veces a la contra de algunas posiciones más tibias en su partido. Pero mide cada cosa que sale de su boca. Sigue plenamente en forma como político de raza. Ágil, cortés, astuto. Surfeando preguntas o entrando de lleno en ellas, según toque.

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