Sánchez: con el 155, el PSOE opta por cortar "la agonía" y "defender la Constitución"

El apoyo del PSOE al Gobierno se mantiene intacto. No hay por ahora síntoma de fisuras cuando se cruza, ahora sí, el peligroso río del 155. Porque lo importante para el primer partido de la oposición es "poner freno" a los intentos de separación de Cataluña y defender la Constitución que él mismo ayudó a construir en 1978. Y "no prolongar" más la "agonía". Porque "el secesionismo es el Brexit de Cataluña".

Los socialistas habían prometido "transparencia absoluta" por su parte a la hora de explicar las drásticas medidas acordadas con el Gobierno en aplicación del artículo 155 de la Constitución, como la destitución del 'president' de la Generalitat y de todo el Govern, la convocatoria de elecciones en un plazo máximo de seis meses o el recorte de competencias del Parlament. Pero lo que la dirección programó este decisivo sábado fue otra cosa bien distinta: un discurso de Pedro Sánchez en la apertura del 15º Congreso del partido en Murcia previo incluso a la comparecencia de Mariano Rajoy en La Moncloa y en el que la alusión más cercana al 155, que ni tan siquiera citó, fue esta proclama: "La mejor forma de defender la Constitución es poner freno a cualquier quiebra unilateral", no "prolongar la agonía". Una defensa genérica de la posición del PSOE en apoyo al Ejecutivo y a la ley y un mensaje indirecto a Podemos —"No atisbo a ver ninguna bandera de izquierdas en la causa secesionista, ninguna"—. Pero no hubo una sola referencia a la hoja de ruta concreta que aprobó este sábado el Consejo de Ministros. Nada.

[Consulta en PDF el plan aprobado por el Consejo de Ministros, pactado con el PSOE y Cs y elevado al Senado]

De hecho, el secretario general tardó en entrar en materia, después del capítulo de agradecimientos y de enhorabuenas al ganador de las primarias murcianas —Diego Conesa, alcalde de Alhama—, tras subrayar la "sed de cambio" que necesita la comunidad tras más de 20 años con el PP en el poder y tras recalcar el papel fundamental de la socialdemocracia y las diferencias que le separan con la derecha. A continuación, calentó motores enfatizando que si algo se ha "aprendido" en la historia reciente de España es que la democracia y la descentralización política "siempre han ido de la mano", y ese fue el "acierto" de los padres de la Carta Magna. Y enseguida destacó que "en una región singular como Cataluña" —llamó la atención esa denominación, que uso al menos en dos ocasiones durante su discurso, y no la de "nación", aprobada en el cónclave federal— se ha llegado a un "autogobierno sin parangón" en las últimas cuatro décadas, y en ámbitos "tan sensibles" como la política cultural, lingüística y educativa".

"El secesionismo es el Brexit de Cataluña", sentencia el líder desde Murcia, quien insiste en que el PSOE no puede "dar la espalda a España"

Sánchez sostuvo que el soberanismo catalán quiere "quebrar" ese autogobierno, rompiendo con el Estatut y con la Constitución. Y ese "secesionismo es el Brexit de Cataluña". El PSOE, uno de los cuatro grandes partidos actuales que fue protagonista de la Transición y que es uno de los "arquitectos" de la Constitución, recordó, "se enfrenta a una disyuntiva". Elegir "entre dos opciones". O "dar la espalda a España y prolongar esta agonía en Cataluña", que "fractura la convivencia" entre los propios catalanes, que desestabiliza la política y la economía en la comunidad y pone "en riesgo puestos de trabajo". O bien "saber que la mejor forma de defender la Constitución es poner freno a cualquier quiebra unilateral". "En esa doble disyuntiva, el PSOE opta por la segunda opción, por defender la Constitución", remarcó, levantando el aplauso de los delegados del congreso murciano.

"El secesionismo, nada que ver con la izquierda"

El líder socialista pasó a cargar contra los soberanistas y su apelación al diálogo, que no es "sincera" porque tienen "cerrado" el Parlament y se niegan a acudir a la comisión propuesta por su partido y creada en el Congreso. Y ese diálogo debe ser para "unir" a los españoles. "No sobre cómo rompernos". Sánchez también disparó contra la "otra izquierda", la de Podemos, que asimila a su partido con el PP, y que sin embargo votó contra su investidura hace un año. "PSOE y PP tienen profundas discrepancias sobre lo que representa España. Para el PP, España es la nación en la que vivimos y para los socialistas, una nación en la que queremos vivir" y que necesita reformas. "Pero discrepancias [entre las dos grandes formaciones] sobre la integridad territorial de España, ninguna", zanjó.

"PSOE y PP tienen profundas discrepancias sobre lo que representa España. Pero discrepancias sobre la integridad territorial de España, ninguna", sostiene

Como había hecho en anteriores discursos, Sánchez denunció que el separatismo únicamente trae más pobreza. La "factura de la fractura del independentismo" no la paga, dijo, la "aristocracia secesionista", sino los colectivos "más vulnerables y sin recursos". Y el PSOE, argumentó, para cubrirse de razones, si existe es para defender a esos ciudadanos con menos recursos. "El secesionismo nada tiene que ver con la izquierda", sentenció. No es "poner urnas sin garantías" como ocurrió el 1-O, porque "no se puede banalizar" la democracia, a la que invocan los soberanistas. Tampoco lo es defender la "insolidaridad con otras regiones de España". "¿Es de izquierdas defender al secesionismo, que provoca fuga de empresas y deja en riesgo puestos de trabajo? No atisbo a ver ninguna bandera de izquierdas en la causa secesionista. Ninguna". Un mensaje claramente dirigido a Podemos y a los "colectivos de izquierdas" para que reflexionen sobre lo que es el independentismo.

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E igual que en otras ocasiones, Sánchez descartó toda mediación internacional, porque esta es una crisis interna, alegó, que ocurre en otras democracias europeas, porque en todo el continente se repiten "movimientos regresivos, reaccionarios". "Lo que hacemos en Cataluña es defender los valores democráticos europeos, y las instituciones comunitarias defienden el Estado social y democrático de derecho en nuestro país".

Sánchez acabó con una reivindicación del ser del PSOE, de nuevo como contraposición a Podemos. "Nosotros somos la izquierda de gobierno. Ejercemos oposición de Estado, la que los españoles esperan. Y os pido unidad y convicción", demandó a sus compañeros de partido.

Sánchez telefonea a los ex secretarios generales y a los barones del PSOE para "agradecerles su apoyo en defensa de la legalidad", según informa Ferraz

Poco después, la dirección del partido informó de que Sánchez había telefoneado a los ex secretarios generales del PSOE (Felipe González, Joaquín Almunia, José Luis Rodríguez Zapatero y Alfredo Pérez Rubalcaba) para "agradecerles su apoyo en estos momentos".

Pero no solo dispone el líder del apoyo de sus predecesores. También de los barones de su partido, a los que reunirá previsiblemente esta próxima semana mientras se sigue la tramitación del 155 en el Senado. Algunos de ellos, como el presidente manchego, Emiliano García-Page, habían expresado su respaldo en las redes sociales. Con ellos, con los líderes territoriales y presidentes autonómicos también conversó para "mantenerles informados", agradecerles su apoyo "en defensa de la Constitución y la legalidad que abandera el PSOE".

El PSC pide a Puigdemont que convoque elecciones ya o vaya al Senado y vuelva a la ley

La aplicación del 155 es traumática también para el PSC. Para el partido hermano, está siendo una difícil travesía dada la animadversión que suscita el PP en Cataluña y su rechazo a una política de frentes. Por eso los llamamientos al diálogo, también presentes en el discurso de Pedro Sánchez, son aún más insistentes en Miquel Iceta. El primer secretario había pedido una reunión esta semana con el 'president', Carles Puigdemont, y la mantuvo ayer viernes, aunque la cúpula no quería ofrecer detalles del encuentro, adelantado por La Sexta y confirmado por este diario. 

El número dos de Iceta, Salvador Illa, sí compareció este sábado ante los medios para expresar la posición del partido. Los socialistas catalanes emplazan a Puigdemont a elegir entre uno de estos dos caminos. O convocatoria de elecciones en Cataluña, para que "con garantías", los ciudadanos decidan qué curso debe tomar la política autonómica en los próximos años. O bien aprovechar la tramitación en el Senado para "comparecer" allí y ofrecer, "sin condiciones previas y garantizando un retorno a la legalidad, un diálogo que pueda llevar al establecimiento de un pacto de Estado para Cataluña". 

Hasta que la Cámara Alta no apruebe las medidas aprobadas este sábado -y ese visto bueno final no ocurrirá hasta el pleno del viernes 27 de octubre-, el PSC promete "seguir trabajando por este acuerdo político" que "siempre" ha defendido y "seguirá defendiendo por Cataluña". 

La dirección de Iceta ha trasladado al PSOE que "hay que restablecer la legalidad y el marco del Estado de derecho en Cataluña y que conviene convocar lo antes posible elecciones" autonómicas. Es decir, que el PSC apoya la aplicación del 155, como venía diciendo el primer secretario estos días.