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El consejo de Grifols acuerda que la familia se aparte de la gestión estratégica
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TRAS 115 AÑOS DE HISTORIA

El consejo de Grifols acuerda que la familia se aparte de la gestión estratégica

Los fundadores del grupo catalán ceden poder al alto equipo directivo y a los consejeros independientes para evitar situaciones de conflicto de interés con sus sociedades personales

Foto: Sede de Grifols en Barcelona. (EP/David Zorrakino)
Sede de Grifols en Barcelona. (EP/David Zorrakino)
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Cambio tectónico en Grifols tras sus más de 115 años de historia. El consejo de administración ultima un acuerdo con la familia, que fundó la compañía en 1909, para que se aparte de la gestión estratégica con el fin de evitar el potencial conflicto de interés denunciado por Gothan City Research y que ha provocado un crash bursátil cercano al 30% desde el pasado 9 de enero.

Según han confirmado varias fuentes, los Grifols se han comprometido a dejar las decisiones relevantes de la multinacional en manos de los consejeros ejecutivos y de los independientes para recuperar la confianza de los grandes inversores internacionales, que vendieron sus acciones tras el informe del inversor bajista.

El pacto ha sido promovido por Carina Szpilka, consejera coordinadora y representante de los independientes (Íñigo Sánchez-Asiaín, Montserrat Muñoz, Susana González y James Costos), con Víctor Grifols, presidente de honor de la compañía y cabeza visible de la familia, y su hermano, hijos y sobrinos. El apellido Grifols está representado en el órgano de gestión por Ramón Grifols Roura, vicepresidente y director corporativo, Albert Grifols Coma-Cros, director de Innovación, y Víctor Grifols Deu, director operativo. Pero los descendientes del fundador también cuentan con el apoyo de Tomás Dagá, el abogado del clan familiar.

A falta de limar los detalles del protocolo de separación de funciones y que sea aprobado por la comisión de nombramientos, la de auditoría y, en última instancia, por el consejo de administración, las partes están ultimando un nuevo reglamento de gobernanza para que quede totalmente nítido que la familia no tendrá influencia en las decisiones estratégicas, especialmente las que estén vinculadas con Scranton Entreprises BV, la sociedad domiciliada en los Países Bajos a través de la cual, según Gotham, el grupo pudo cometer fraude contable. Los tres consejeros en nombre de los Grifols seguirán con sus funciones ejecutivas, pero no votarán ninguna decisión relevante.

El informe del hedge fund, cuyo contenido ha sido calificado de falso por la compañía, denunciaba que Grifols vendía activos a Scranton al tiempo que el grupo cotizado daba préstamos a la sociedad ubicada en Ámsterdam y controlada mayoritariamente por la familia. Una operativa alambicada que servía, según Gotham, para camuflar parte de la gran deuda acumulada por la multinacional catalana y que es el verdadero problema ante los inminentes vencimientos —unos 1.800 millones de euros— que tiene que afrontar en 2025.

Foto: Sede de Grifols en Barcelona. (EP)

Además, Scranton tiene también que amortizar o refinanciar cerca de 400 millones que vencen en julio y que están en manos de acreedores que, en una parte relevante, también lo son de Grifols. Especialmente, Banco Santander y CaixaBank, cuyas garantías por prestar a la familia son ingresos procedentes de empresas vendidas por la cotizada a la instrumental en Países Bajos. Un entramado de sociedades por el que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha pedido explicaciones al grupo y que ya había generado preocupación entre bancos e inversores institucionales.

Aunque Grifols ha presentado ya una demanda ante los tribunales de Estados Unidos contra Gotham por el impacto bursátil de su informe y el daño reputacional que le ha causado, fuentes próximas al grupo admiten que el informe del short seller va a servir para mejorar el modelo de gobernanza, que ya había sido criticado por los proxy, las agencias de recomendación de voto, desde hacía al menos tres años.

Los consejeros independientes, que consideran que no se ha cometido ningún fraude, han contratado al bufete Baker Mckenzie para estudiar cualquier potencial irregularidad y defenderse de las potenciales demandas de inversores si Gotham tuviera razón. Grifols ha declinado hacer ningún comentario sobre esta información.

Cambios en la alta dirección

Además de este cambio histórico, Grifols ha aprobado modificaciones en su cúpula directiva. La compañía de hemoderivados ha anunciado el refuerzo de su ejecutivo con dos nuevos nombramientos: Roland Wandeler, como nuevo presidente de su unidad de negocio Biopharma, y Camille Alpi, que se incorpora como jefe del área de Recursos Humanos y Talento.

Wandeler, que sustituye por jubilación a Joel Abelson, cuenta con más de dos décadas de experiencia en la industria biofarmacéutica a nivel internacional y ha liderado con éxito iniciativas estratégicas en los ámbitos comerciales, de operaciones y de organización a lo largo de su carrera tanto en Europa como en Estados Unidos. Anteriormente, fue director comercial en MorphoSys, una empresa biofarmacéutica, y trabajó durante 14 años en Amgen, donde ocupó puestos ejecutivos de creciente responsabilidad, entre ellos, el de vicepresidente corporativo y director general de Salud Ósea y Cardiología en EEUU.

Cambio tectónico en Grifols tras sus más de 115 años de historia. El consejo de administración ultima un acuerdo con la familia, que fundó la compañía en 1909, para que se aparte de la gestión estratégica con el fin de evitar el potencial conflicto de interés denunciado por Gothan City Research y que ha provocado un crash bursátil cercano al 30% desde el pasado 9 de enero.

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