Es noticia
El 'holding' holandés de los Grifols inició ventas masivas en 2022 tras la escalada de la deuda
  1. Empresas
Venta del 5% de Wallapop y BeCorp

El 'holding' holandés de los Grifols inició ventas masivas en 2022 tras la escalada de la deuda

La sociedad holandesa Scranton, en el epicentro de las acusaciones de manipulación contable del gigante de hemoderivados, vendió participaciones por 400 millones de euros

Foto: Junta de accionistas de Grifols, en 2023. (EFE/Andreu Dalmau)
Junta de accionistas de Grifols, en 2023. (EFE/Andreu Dalmau)
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores

Scranton Enterprises BV, el holding holandés en el que participa la familia Grifols y con fuertes vínculos corporativos, financieros y contables con la multinacional de hemoderivados que lleva su mismo apellido, inició en 2022 una gran venta de activos, según consta en una presentación oficial del grupo para accionistas, a la que ha accedido El Confidencial y que aparece firmada por el consejero delegado de la firma, el italiano Luca Tassan.

Estas ventas supusieron desprenderse de participaciones importantes, como el 5% de Wallapop, la promotora inmobiliaria BeCorp o los terrenos para un polígono logístico en Abrera (Barcelona), que sumaron 403,9 millones de euros, de los que 115 millones fueron beneficios para la sociedad. El plan, según esta documentación, era seguir vendiendo empresas durante el año siguiente, ante la presión de una deuda asfixiante.

Estas operaciones de desinversión, que superaron los 400 millones de euros, redujeron notablemente los activos en cartera de Scranton, que a 30 de junio de 2022 sumaban 1.708 millones de euros. La sociedad todavía no ha publicado las cuentas de 2022 ni de 2023, pero en las últimas disponibles, las de 2021, se observa que la deuda de la sociedad registró un crecimiento vertiginoso en los años anteriores a estas desinversiones.

De los 992 millones a cierre de 2018 a 1.796 millones a 31 de diciembre de 2021. De esta última cantidad, 721,3 millones de euros estaban identificados en las cuentas como pasivos a corto plazo. Solo un año antes, a 31 de diciembre de 2020, la deuda a corto plazo era menos de la mitad, 357,9 millones.

Scranton Enterprises lleva varios días en la picota, después de que la firma bajista Gotham City Research situara sus vínculos familiares, industriales, financieros y contables con Grifols en el epicentro de un presunto caso de manipulación contable. El informe, publicado el martes por la mañana antes de la apertura de mercado, ha provocado una caída del 39% del valor y le ha costado más de 3.350 millones de euros en capitalización bursátil.

Ayer mismo, Grifols comunicó a la CNMV que el interés del grupo chino Haier por la compra del 20% de la firma Shanghai SAAR que le ha vendido Grifols estaba intacto. Este acuerdo está firmado, pero los fondos no se habían desembolsado aún, lo que centró buena parte de las preguntas de la sesión de analistas de la pasada semana. Según Grifols, la Vicepresidenta de Haier Group Corporation Lixia Tan ha manifestado textualmente lo siguiente: "seguimos trabajando para cerrar el acuerdo como estaba previsto inicialmente", con lo que también se mantendría el precio previsto, 1.630 millones, que está previsto se destinen a reducir deuda.

Foto: Sede de Grifols en Barcelona. (Europa Pess/David Zorrakino)

La mayor operación corporativa de Scranton ese año 2021 fue la venta del proyecto inmobiliario BeCorp, 2.500 apartamentos para alquilar en Barcelona. El importe de venta fueron 352 millones, menos de la mitad del precio que se pedía inicialmente, y el comprador, el fondo inmobiliario alemán Patrizia. Se ha preguntado a portavoces de Scranton cómo evolucionó la deuda ese año 2022 y si las ventas de activos continuaron después del ejercicio. No ha habido respuesta. Otras participaciones, como la empresa de cava Juve & Camps y el club de baloncesto Joventut de Badalona, no están calificadas como activos a la venta.

El principal problema radica en la opacidad con la que opera Scranton en comparación con Grifols, además del potencial conflicto de intereses de la familia Grifols, que está a los dos lados de la barra: en el consejo de administración del gigante de hemoderivados y en el capital del holding holandés, donde, según el presidente de la compañía, Thomas Glanzmann, solo participan tres miembros de la familia "que tienen menos del 20% de Scranton".

El peso del plasma

Respecto a la polémica que estos días ha hundido Grifols en bolsa, el documento ofrece tres pistas: el cambio de estrategia de Scranton, reflejado en esas ventas de participaciones; la dependencia del holding holandés del negocio que le aporta Grifols, y la capacidad de Scranton de hacer frente a vencimientos de deuda por valor de 1.000 millones en 2025.

Estas ventas coincidieron con un proyecto de reordenación de Scranton, que pasa a clasificar sus inversiones en tres categorías: activos estratégicos para mantener a largo plazo, inmobiliarios en desarrollo y capital privado disponible para venta o fusión con otros. Entre los activos estratégicos, que suman 1.497 millones, destacan las empresas de plasma, como Haema y BPC —señaladas por Gotham City como parte del problema—, que suponen la mitad de esa cartera estratégica, con 630 millones de valoración, y, por lo tanto, la principal fuente de ingresos de la empresa.

El grupo de empresas de plasma es el activo más valioso y relevante del 'holding' holandés Scranton

En comparación, los activos inmobiliarios, como la sede de Grifols en Sant Cugat o la gran oficina de CaixaBank en Francesc Macià, en Barcelona, apenas suman un valor de 298 millones y aportan ingresos de 9,8 millones en rentas.

Los inmuebles y el plasma generan un cash flow anual de 39,8 millones. Por tanto, ser proveedor de plasma en exclusiva de Grifols es una parte medular del negocio de Scranton y la dependencia industrial que Grifols tiene del holding holandés es recíproca, en términos financieros, de la que soporta Scranton respecto a la multinacional de hemoderivados.

Exceso de deuda

A todas luces, el cash flow declarado por el holding resulta escaso para repagar 1.000 millones en 2025. Aquí hay un problema que la familia debe afrontar, y de ahí la venta de activos. Como siempre, desde que arrancó la crisis, no es el modelo de negocio de Grifols lo que está en cuestión, sino la estructura financiera de esta empresa vinculada y radicada en Holanda.

Las compañías susceptibles de venderse son startups como la empresa de drones Hemav, la empresa de salud cardiovascular Qardio —en teoría la más valiosa, pues se pagaron 40,3 millones por un 50,4%—, la papelera Iberboard o la empresa de cirugía robótica RobSurgical Systems, donde tiene el 47%, por poner los ejemplos más destacados. El valor de adquisición de todas ellas suma 79,5 millones.

Aunque el documento señala que el retorno de todas las inversiones fue del 40%, también indica que, para calcular esa rentabilidad, no se ha tenido en cuenta el coste de la deuda adquirida para financiar las compras.

Foto: Los CEO de Grifols, Víctor Grifols y Raimon Grifols. (EFE)

Scranton aseguraba en el documento en cuestión que "es probable que la próxima venta potencial sea a principios de 2023". Si las enajenaciones se han producido, la compañía no las ha comunicado. Pero aunque las colocase por el doble de su valor de compra, el problema de sobreendeudamiento prevalecería. Lo que queda claro es que el año pasado los Grifols dieron un golpe de timón y pasaron a posición para intentar reequilibrar el balance de su patrimonial.

Scranton Enterprises BV, el holding holandés en el que participa la familia Grifols y con fuertes vínculos corporativos, financieros y contables con la multinacional de hemoderivados que lleva su mismo apellido, inició en 2022 una gran venta de activos, según consta en una presentación oficial del grupo para accionistas, a la que ha accedido El Confidencial y que aparece firmada por el consejero delegado de la firma, el italiano Luca Tassan.

Grifols Industria farmacéutica Bolsas Deuda Cataluña
El redactor recomienda