Los vips de las telecos y la 'jet' catalana negocian con Maersk el rescate de Citibox

Citibox, la compañía propiedad de ejecutivos vip del sector de las telecomunicaciones, además de varios business angels y algún inversor de la burguesía catalana, negocia con la gigante naviera Maersk un crédito urgente para obtener liquidez. La empresa, que ha creado una red de buzones inteligentes para garantizar la entrega de las compras por internet, espera recibir una inyección de 45 millones de euros para afrontar los problemas derivados de las pérdidas continuadas y el incumplimiento del plan estratégico, de los que PwC advierte en el último informe anual.

Los auditores de la firma de servicios profesionales aseguran que existe "una incertidumbre material que puede generar dudas significativas sobre la capacidad de la sociedad para continuar como empresa en funcionamiento". Situación que solo se resuelve con la aportación de dinero nuevo por parte de los accionistas actuales o de nuevos para "garantizar la continuidad del negocio por un periodo de, al menos, 12 meses".

Por ello, Citibox, fundada por el valenciano David Bernabéu en 2016, ha comunicado a PwC que desde el verano pasado —en concreto, el 7 de julio— tiene un acuerdo con un fondo internacional para poner 25 de los citados 45 millones, un importe que equivale al dinero recaudado desde su fundación en 2016. Además, agrega que "hay conversaciones muy avanzadas con fondos de deuda que pueden llegar a prestar hasta 90 millones, lo que permitirá terminar el despliegue de la red en Madrid y Barcelona".

Fuentes próximas a la operación aseguran que ese inversor inicial es Maersk Growth, un fondo de la multinacional escandinava, la mayor naviera del mundo, con el que hace apuestas vinculadas a la logística sostenible. Un elemento que David Bernabéu subraya en su última presentación corporativa, al asegurar que su compañía, especializada en la devolución de las compras online o logística inversa, rebaja los niveles de contaminación al entregar los paquetes en sus buzones inteligentes.

Tras la publicación de la información, Bernabéu ha matizado que la transacción es para financiar el crecimiento de Citibox y no para rescatar a la compañía, que, según su versión, al cierre de 2023 ya no tendrá el aviso de PWC en su auditoría. Además, asegura que el fondo con el que está negociando no es actualmente Maersk, aunque confirma que estuvo negociando con la multinacional danesa.

PwC ha advertido en su informe sobre las cuentas anuales de que Citibox "ha incurrido nuevamente en pérdidas significativas"

Bernabéu es el dueño del 22% de Citibox, cuyo proyecto fue apoyado por Banco Sabadell y Bonsai Ventures, la firma de capital riesgo de Javier Cebrián Sagarriga, uno de los accionistas iniciales de Wallapop o Glovo, así como los Carulla, los empresarios catalanes dueños de Agrolimen. Posteriormente, en 2019, tres de los grandes ejecutivos del sector de las telecomunicaciones en España se dejaron encandilar por el business plan. Ni más ni menos que Santiago Fernández Valbuena, ex número dos de Telefónica, Luis Miguel Gilpérez, expresidente de Telefónica España, y Richard Alden y Eugenio Galdón, exvicepresidente de Euskaltel (ahora integrado en MásMóvil) y expresidente de ONO, ahora Vodafone, respectivamente. En el capital también están Jorge Dobón, de Demium Capital, y Jesús Cantarero, de Alvinesa, la mayor destilería de España, vendida en 2021 al fondo ICG por 200 millones.

Unos inversores prémium a los que también se sumaron Bernardo Hernández, cofundador de Idealista, Javier Rubió, fundador de Nauta Capital y Galdana Ventures, y David Ruiz de Andrés, dueño de Grenergy, la empresa cotizada de renovables, con un valor bursátil próximo a los 1.000 millones. El último en incorporarse ha sido Pedro Tortosa, otro especialista en startups, que inyectó cinco millones.

El problema, según estas fuentes, es que Maersk Growth ha condicionado la aportación de los citados 45 millones a la adquisición de una compañía en Reino Unido, al considerar que Citibox no es rentable por sí sola con su negocio en España. Además, la entrada del fondo escandinavo cambiaría por completo la estructura de capital, a no ser que los vips de las telecos y del emprendimiento en España volvieran a rascarse el bolsillo. Así lo reconoce Richard Alden, presidente del grupo, que confía en que el fondo finalmente haga efectivo su compromiso. De momento, Bernardo Hernández, fundador también de Tuenti y exdirectivo de Google, que tampoco tuvo suerte con Verse, el PayPal español, ha renunciado días atrás a su puesto en el consejo de administración.

Bernardo Hernández, fundador también de Tuenti y exdirectivo de Google, ha renunciado a su puesto en el consejo de administración

Desde la compañía, mitad empresa de software, mitad de infraestructuras, se defiende que las pérdidas recurrentes se deben a que "está en plena fase de lanzamiento y expansión de su actividad, siendo necesario, por tanto, llevar a cabo en este momento las inversiones más significativas y las contrataciones suficientes para el desarrollo de la misma y para el cumplimiento del plan de negocio". Dichas inversiones estarán fundamentalmente destinadas al incremento de la red de buzones y dispositivos para el almacenaje en la ciudad de Madrid, a través de su filial de infraestructuras.

A finales de 2022, Citibox había instalado 41.700 buzones en edificios residenciales, con un crecimiento del 23% respecto al año precedente. Pero muy lejos de los 310.000 que había proyectado tener solo en Madrid y los 1,7 millones que aseguraba dispondría gracias a su expansión en Barcelona, Londres, París, Ámsterdam, Berlín, Hamburgo, Fráncfort, Stuttgart y Múnich.

El plan de negocio de Citibox preveía alcanzar unos ingresos de 160 millones de euros en 2022, con un ebitda de 60 millones y un margen del 38%. En septiembre del pasado año, anunció la adquisición de Celeritas por 21 millones para llegar a una facturación de 130 millones en 2023, según la compañía. Esa adquisición se hizo con un préstamo de Trea y la aportación de Pedro Tortosa. Pero otras fuentes señalan que la cifra de negocio será de unos 65 millones, con un ebitda de apenas 3,5 millones, la mayoría, unos 60 millones, procedente de Celeritas. En 2022, la compañía facturaba en torno a dos millones, con unos gastos de personal de 3,5 millones. Bernabéu asegura que está preparando una operación estratégica para lograr esos 130 millones. Pero descarta precisar los detalles.