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Bruselas autoriza a Berlín una ayuda de 900 M a una empresa de baterías para evitar su fuga a Estados Unidos
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Bruselas autoriza a Berlín una ayuda de 900 M a una empresa de baterías para evitar su fuga a Estados Unidos

La Comisión Europea autoriza por primera vez que un país europeo utilice ayudas de Estado para "igualar" una oferta de un país tercero y evitar así la fuga de una compañía

Foto: Fábrica de baterías de Northvolt. (Reuters/Helena Soderpalm)
Fábrica de baterías de Northvolt. (Reuters/Helena Soderpalm)

El Ejecutivo comunitario ha autorizado al Gobierno alemán a que ofrezca una ayuda de 902 millones de euros a Northvolt, una empresa sueca de baterías eléctricas de última generación y que planea construir una gigafactoría en Heide (Schleswig-Holstein) con una inversión total de 2.500 millones de euros. Es la primera vez que la Comisión Europea permite igualar la oferta de subsidios por parte de un país tercero para evitar que una empresa europea traslade sus proyectos fuera de la Unión Europea, lo que en el argot de la competencia se denomina una matching aid.

Northvolt iba a recibir subsidios por parte de Estados Unidos para construir la gigafactoría en suelo americano, utilizando las ayudas ofrecidas dentro de la Ley de Reducción de la Inflación (IRA, por sus siglas en inglés). El IRA, un proyecto central de la Administración del presidente Joe Biden centrado en impulsar las industrias verdes en EEUU, provocó alarma entre los líderes europeos durante todo el 2023, ya que los subsidios americanos podían hacer que empresas europeas decidieran trasladar sus inversiones a Estados Unidos. Como parte de un paquete de respuesta, la Comisión Europea abrió la puerta a que los Estados miembros pudieran igualar las ofertas que las compañías reciben por parte de la Administración americana.

"Es solamente lo necesario para que la inversión tenga lugar aquí en vez de en otro lugar", ha explicado en rueda de prensa Margrethe Vestager, vicepresidenta ejecutiva de la Comisión Europea a cargo de Competencia, que ha estado acompañada por Robert Habeck, vicecanciller alemán a cargo de Economía. "Es importante ser pragmático. Es un hecho que el IRA genera muchos subsidios, podemos no hacer nada, y sabemos que la inversión habría tenido lugar en EEUU, o podemos permitir que los Estados miembros igualen la ayuda para que la inversión ocurra en Europa", ha añadido la vicepresidenta de la Comisión, que ha explicado que la ayuda se divide en 700 millones de euros en forma de subsidios y 200 millones en forma de garantías.

Además, Vestager ha señalado que la ayuda autorizada a Alemania es inferior a los subsidios que Estados Unidos iba a ofrecer a Northvolt a cambio de que la empresa construyera su fábrica en suelo americano. Se trata de un nuevo ejemplo de la puesta en práctica de lo que se ha llamado la "agenda de protección económica" de la Unión Europea, una serie de medidas con las que la Comisión busca evitar que los gigantes globales, Estados Unidos y China, drenen a Europa de empresas competitivas en industrias críticas, provocando la deslocalización de empleos, la pérdida de competitividad y la dependencia de países terceros.

Para la Unión Europea, retener y desarrollar las industrias y las tecnologías limpias es fundamental. En los últimos años, Europa ha aprendido por las malas dos lecciones, ambas a raíz de la guerra de Rusia contra Ucrania: la primera es que la dependencia de países terceros poco previsibles, como ocurrió con la dependencia del gas ruso, genera importantes riesgos para la economía europea, y la segunda es que la época de la energía barata había terminado. Y ambas significan un riesgo para la industria europea, que afronta precios de la energía mucho más altos que sus competidores en EEUU o China. La apuesta por la energía limpia busca reducir la dependencia de países terceros y abaratar en la medida de lo posible la energía para permitir que la industria europea siga siendo competitiva a nivel global.

Al mismo tiempo, en las últimas décadas Europa ha vivido en sus carnes los riesgos sociales de la desindustrialización y la pérdida de empleos y bienestar en el continente, tendencias que alimentan a los populismos y extremismos, muchos de los cuales culpan a la UE de esa pérdida de prosperidad. Por eso, para Bruselas el proyecto de reindustrialización de Europa es, además, una cuestión de supervivencia política. En la apuesta total por la transición verde se mezclan así razones económicas, geopolíticas, tecnológicas y sociales.

Protección del mercado interior

"Las decisiones de hoy demuestran que nuestras normas sobre ayudas estatales permiten a los Estados miembros acelerar las inversiones netas en este momento crítico, protegiendo al mismo tiempo la igualdad de condiciones en el mercado único y los objetivos de cohesión", ha asegurado Vestager. Sin embargo, no todos creen que la flexibilización de las ayudas de Estado esté precisamente protegiendo al mercado único, sino que lo está reventando desde dentro, dando a los países con más capacidad y músculo, como Alemania o Francia, la posibilidad de regar a sus empresas de ayudas y subsidios a los que no tienen acceso sus competidoras en otros países dentro del propio mercado común europeo.

Vestager ha explicado que la Comisión Europea va a analizar en profundidad las ayudas otorgadas bajo el actual marco temporal de ayudas de Estado centrado en la financiación de proyectos enfocados a la transición verde, pero ha adelantado que los primeros análisis indican que muchos otros Estados miembros están aprovechando este marco para financiar proyectos en sus territorios y que pagan "sumas que, en términos relativos, son comparables a lo que vemos en Alemania".

Foto: La fábrica de Volvo Cars y Northvolt empezará a construirse en 2023. (Volvo)

Habeck se ha defendido, explicando que el "entorno no es amigable" y que, mientras que se proteja la igualdad de condiciones dentro del mercado interior, hay que agradecer cada una de las inversiones. "La competición real, la que estamos afrontando no es entre Alemania e Italia, o con Dinamarca, o entre Hungría y República Checa, es entre Europa y China y EEUU", ha explicado el vicecanciller en una rueda de prensa en Bruselas. Los otros no piensan en Alemania, Francia o España, piensan sobre Europa, pero nosotros tendemos a pensar en fronteras nacionales, y no es ahí donde está la competición, necesitamos pensar en Europa como un único sistema económico", ha añadido el alemán.

El Ejecutivo comunitario ha autorizado al Gobierno alemán a que ofrezca una ayuda de 902 millones de euros a Northvolt, una empresa sueca de baterías eléctricas de última generación y que planea construir una gigafactoría en Heide (Schleswig-Holstein) con una inversión total de 2.500 millones de euros. Es la primera vez que la Comisión Europea permite igualar la oferta de subsidios por parte de un país tercero para evitar que una empresa europea traslade sus proyectos fuera de la Unión Europea, lo que en el argot de la competencia se denomina una matching aid.

Bruselas Margrethe Vestager
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