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Telefónica, frente a los inversores: un encuentro con dudas sobre Arabia, la SEPI y el dividendo
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Capital Markets Day

Telefónica, frente a los inversores: un encuentro con dudas sobre Arabia, la SEPI y el dividendo

Comenzará a las 13:00, aunque alguna de las preguntas tendrá su respuesta media hora antes, cuando está previsto que remita las líneas maestras de su plan estratégico

Foto: El presidente ejecutivo de Telefónica, José María Álvarez-Pallete. (EFE/Javier Lizón)
El presidente ejecutivo de Telefónica, José María Álvarez-Pallete. (EFE/Javier Lizón)
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Telefónica se reencuentra con sus inversores. La empresa de telecomunicaciones celebra este miércoles su Capital Markets Day, una reunión que no convocaba desde 2012, cuando todavía era César Alierta quien pilotaba la nave. En esta ocasión, será el actual presidente, José María Álvarez-Pallete, el encargado de desvelar a los accionistas cuál es el plan estratégico que afronta la compañía para los próximos tres años, una hoja de ruta con la que pretende zanjar multitud de dudas. ¿Qué papel va a tener Arabia Saudí? ¿Va a entrar el Estado español en el capital? ¿Qué pasará con el dividendo? ¿Cómo encaja en esta estrategia la opa sobre el 28% que no controla de su filial en Alemania?

El encuentro comenzará a las 13:00, aunque seguramente alguna de estas preguntas tenga su respuesta media hora antes, cuando está previsto que Telefónica remita a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) las líneas maestras de su plan estratégico, junto con sus resultados de los nueve primeros meses del año. La intención es dar las explicaciones pertinentes para impulsar la acción, que lleva tres años y medio sin tocar los cinco euros. De hecho, ahora mismo se mueve en los 3,50 euros, muy alejados de los 11 euros en que llegó a cotizar en los meses posteriores a la celebración del Capital Markets Day de 2012.

Para devolver esa confianza al mercado, tendrá que poner negro sobre blanco el papel que adoptará Arabia Saudí en el devenir de la compañía. El país de Oriente Medio desembarcó en su capital a principios de septiembre, cuando ya estaba agendada esta reunión con los inversores. Lo hizo mediante la compra directa de una participación del 5% y la adquisición de los derechos para hacerse con otro 4,9%, lo que lo convertirá en el máximo accionista. Aunque la segunda parte de la operación está todavía pendiente de la aprobación del Gobierno de España, en cumplimiento del decreto antiopas.

Cuando anunció la operación, Arabia Saudí manifestó "la confianza en el equipo directivo de Telefónica, su estrategia y capacidad de crear valor". Daba a entender que llegaba para adoptar un papel de mero espectador, aunque por su posición de accionista mayoritario tiene derecho a un asiento en el consejo de administración, un puesto que le daría voz en la toma de decisiones y derecho a voto. También existe cierta suspicacia por la forma en que se convirtió en el máximo accionista, a espaldas de los principales mandatarios de la compañía, que aseguran haber desconocido la operación hasta el último momento.

Arabia Saudí manifestó "la confianza en el equipo directivo de Telefónica, su estrategia y capacidad de crear valor"

La desconfianza también se instauró en el Gobierno de España. Hasta el punto de que el Ejecutivo presidido por Pedro Sánchez confirmó su intención de adquirir una participación relevante en Telefónica para defender los intereses del país. En concreto, valora la toma de una participación próxima al 5% liderada por la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), en coordinación con otros inversores nacionales, tal y como adelantó El Confidencial.

Esta lucha de poder, acaecida después de fijarse la fecha para el Capital Markets Day, no se revolverá hasta dentro de unos meses. En primer lugar, todavía está pendiente que Arabia Saudí comunique oficialmente al Gobierno su intención de ejecutar los derechos adquiridos para elevar su participación hasta el 9,9%. Después, el Ejecutivo nacional tendrá que determinar si aprueba esta operación y, en caso de hacerlo, con qué condiciones. Mientras, maniobra para introducir la SEPI en el capital. En vista de estos movimientos, los inversores esperan un mensaje claro, que certifique el cumplimiento durante los próximos tres años de la hoja de ruta que se fije este miércoles, independientemente de los cambios que lleguen a producirse entre los accionistas mayoritarios.

Esperan un mensaje que certifique el cumplimiento durante los próximos tres años de la hoja de ruta que se fije este miércoles

También circulan interrogantes sobre otros aspectos más enfocados al puro negocio. "Esperamos que Telefónica envíe mensajes positivos sobre [la reducción de] costes y gastos de capital, especialmente en España, debido en parte al apagón de la red de cobre", apuntaban los analistas de Barclays en un informe. En este sentido, todavía está por confirmar el nuevo plan de bajas voluntarias para un máximo de 5.000 trabajadores.

Opa sobre su filial alemana y dividendo

La oferta pública de adquisición (opa) sobre la totalidad de su filial alemana, anunciada en la mañana de este martes, también ahonda en las incertidumbres con las que encara Telefónica la cita de este miércoles. La compra del 28,2% del capital de Telefónica Deutschland en manos de accionistas minoritarios a una valoración de apenas 3,9 veces EV/ebitda representa una maniobra que, en cualquier otro contexto, merecería un aplauso rotundo del mercado.

"En nuestra opinión, este bajo múltiplo implícito ilustra que la medida de Telefónica tiene sentido, ya que asegurará el control total de una de las unidades generadoras de efectivo del grupo a un precio razonable", apunta en este sentido Juan Ramón Ocina, analista de Mirabaud Equities, quien también resalta los beneficios que la operación puede suponer en términos de racionalización de la estructura, control de los flujos internos y aumento de exposición "a un mercado denominado en euros que ha demostrado ser un generador de efectivo recurrente".

La opa sobre la totalidad de su filial alemana, anunciada en la mañana de este martes, también ahonda en las dudas

Las acciones de Telefónica Deutschland han sufrido un revés muy severo desde que el pasado agosto se conoció que uno de sus clientes más relevantes, 1&1, firmaba una nueva alianza con Vodafone. De este modo, el grupo se expone a perder en los próximos ejercicios hasta un 40% de sus flujos de caja, un roto que será muy difícil compensar. Sin embargo, son muchos los expertos que consideran que las caídas próximas al 30% que acumula su cotización desde entonces han exagerado el daño real, lo que explica que Telefónica se lance a por una filial que considera que el mercado no está sabiendo valorar.

No obstante, como evidencia la propia reacción en bolsa de la compañía, el movimiento encierra lecturas que resultan menos convincentes en el contexto actual. "Esto representa una inversión de 1.970 millones de euros para el grupo Telefónica, lo que se traduce en un aumento del 4,9% en la deuda neta", indica en una nota Ignacio Arce, analista de Bestinver Securities, quien se muestra sorprendido por la operación, "dado que creíamos que la compañía estaba en modo reducción de apalancamiento".

En ausencia de movimientos de compensación, los expertos señalan que la compra de las acciones de Telefónica Deutschland en manos de minoritarios podría elevar el apalancamiento de la operadora española a niveles en torno de las tres veces ebitda, en un contexto en el que la subida de los tipos de interés está sometiendo los grupos más apalancados a una creciente presión.

Foto: Calviño en las jornadas de la APIE. (EFE/Rodrigo Jiménez)

En un informe reciente, JPMorgan citaba a Telefónica como la compañía europea del sector en una posición más complicada para lidiar con el incremento de los costes de financiación y alentaba un recorte del dividendo para acelerar el desapalancamiento.

Entre las cuestiones que señalaba el banco estadounidense que comprometían estos pagos, se encontraba la pérdida significativa de ingresos que recibiría Telefónica desde su filial alemana, ante la pérdida del negocio de 1&1. No obstante, si la compañía de Álvarez-Pallete alcanza el control del 100% de las acciones, estaría limitando las salidas de caja hacia minoritarios y podría dirigir todo el sobrante de efectivo a la satisfacción de los intereses de la matriz. Por eso, firmas como Berenberg hablan de que la operación puede facilitar a la compañía mantener la remuneración a sus accionistas, sin necesidad de recortes adicionales, según un informe citado por Bloomberg.

El problema es que esto se lograría a un coste de incrementar la deuda en un momento en que el mercado parece apuntar hacia la necesidad de lo contrario. Por eso, "es necesario que en el CMD se lance un mensaje claro sobre qué estrategia de desapalancamiento va a aplicar para rebajarlo de forma significativa y de forma rápida", apunta Juan Peña, analista de GVC Gaesco.

"Es necesario que en el CMD se lance un mensaje claro sobre qué estrategia de desapalancamiento va a aplicar para rebajarlo"

En su opinión, son dos las bazas principales con las que contaría Telefónica para abordar este problema: la venta de sus negocios en Hispanoamérica y Reino Unido. "Sería la pata que le faltaría para dar sentido a este movimiento. Te refuerzas en Alemania, pero al mismo tiempo cumples la necesidad de desapalancamiento con la venta de divisiones que tienen menor relevancia estratégica", sugiere, al tiempo que señala que la desinversión en el negocio británico sería la opción más sencilla de las dos.

Fusión Orange-MásMóvil

El mercado español de las telecomunicaciones está todavía pendiente de que la Comisión Europea apruebe la fusión entre Orange y MásMóvil a cambio de ciertas concesiones. Desde Barclays, apuntaban que "el último informe ha indicado que Digi sería probablemente uno de los que tomarían los remedies, lo que, en nuestra opinión, sería el peor de los casos para Telefónica".

Se trata, por tanto, de una incógnita añadida al futuro de la compañía, que busca establecer las bases de cara a un nuevo tablero de juego en el que, además, Vodafone ha cambiado de manos. Ahora estará liderado por Zegona, un fondo británico especializado en exprimir al máximo el negocio de sus compañías para rentabilizar su inversión cuanto antes y vender la empresa al mejor postor.

Telefónica se reencuentra con sus inversores. La empresa de telecomunicaciones celebra este miércoles su Capital Markets Day, una reunión que no convocaba desde 2012, cuando todavía era César Alierta quien pilotaba la nave. En esta ocasión, será el actual presidente, José María Álvarez-Pallete, el encargado de desvelar a los accionistas cuál es el plan estratégico que afronta la compañía para los próximos tres años, una hoja de ruta con la que pretende zanjar multitud de dudas. ¿Qué papel va a tener Arabia Saudí? ¿Va a entrar el Estado español en el capital? ¿Qué pasará con el dividendo? ¿Cómo encaja en esta estrategia la opa sobre el 28% que no controla de su filial en Alemania?

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