Sareb ajusta en 3.000 millones su cartera tras revisar a fondo sus suelos

Una década después de su creación, el banco malo, Sareb, sigue dando sorpresas negativas a sus gestores. El equipo directivo de la sociedad a la que las cajas traspasaron sus activos tóxicos en el rescate decidió realizar un ajuste de unos 3.000 millones de euros en su valoración a finales del año pasado, según reconocen en su informe anual.

Con ello, el potencial agujero para el Estado asciende ya a 14.172 millones por pérdida latentes en su cartera de activos (11.626 millones) y pérdidas de los últimos años (2.546 millones). A esto se suma los 4.800 millones de capital que pusieron el FROB (Fondo de Reestructuración) y los bancos privados que fue amortizado por Sareb hace años. En total, 19.000 millones que se dan por perdidos en una sociedad que absorbió activos por valor de 51.000 millones en teoría ya saneados a comienzos de 2013.

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De cara al futuro, el riesgo real para el Estado en Sareb está en los 30.481 millones que tiene en deuda avalada por el Estado. Teniendo en cuenta sus últimas cuentas, el banco malo ve muy difícil devolver el 46% (14.172 millones) y tiene cinco años para repagar el otro 54% (16.309 millones). De momento, este año prevé devolver 1.000 millones, según fuentes de Sareb.

Las mismas fuentes explican que el ajuste de 3.000 millones del último se ha debido principalmente a la cartera de suelos del banco malo, ubicada en localizaciones muy difíciles para promover o traspasar el solar. Sareb ha actualizado en los últimos meses sus perspectivas de tipos de interés (lo que ajusta a la baja el precio de los activos), ha revisado las tasaciones de muchos solares y ha introducido perspectivas más conservadoras a corto y medio plazo. De ahí el hachazo en las valoraciones, que, según fuentes de la sociedad, ya pone a precio de mercado de un modo realista todos sus activos. "El ajuste ya no va a ir a más", añaden.

Junto al valor de sus activos, la sociedad repasa en su último informe las cuentas del año pasado, ejercicio en el que la sociedad perdió 1.506 millones, algo menos de los números rojos de 1.626 millones del año anterior. Para sus gestores, "es mejor cuanto más perdemos", ya que eso implica que se están vendiendo los activos a su precio de mercado y se está pudiendo generar caja para devolver la deuda. Además, desde la sociedad destacan el incremento de los ingresos en 2022, del 8%, a pesar de los cambios societarios y de servicers.

Entre los grandes proyectos que tiene en marcha la sociedad está la venta un porcentaje mayoritario de su sociedad de promoción Árqura Homes. Ha contratado a Deloitte para ello y decidirá a finales de años si sigue adelante con el plan, que se llevaría a cabo en 2024, o busca otra alternativa. Sareb todavía no tiene decidido el perímetro de la venta ni el porcentaje de capital que vendería.

Vivienda social

Otro de los grandes focos actuales de Sareb es la vivienda social, tras la toma de control del Estado llevada a cabo el año pasado y los planes anunciados por el Gobierno. Sus gestores defienden que el uso social de sus pisos es en la mayoría de los casos rentable, ya que la alternativa suele ser peor, como la ocupación ilegal.

Actualmente, tienen 21.000 viviendas a disposición de las administraciones que las quieran comprar, 15.000 pisos para alquiler social (de los que hay 2.000 ya alquilados) y se están desarrollando suelos para otras 15.000 viviendas, de las que pronto se licitarán las 3.000 primeras.