Prisa se dispara un 25% tras facilitar el Gobierno a Vivendi escalar en su capital
El grupo francés y Amber Capital se comprometen a suscribir el 45% de la emisión de bonos convertibles en acciones con los que el editor de 'El País' y la 'Cadena Ser' repagará parte de su costosa deuda
El consejo de administración de Prisa aprobó este lunes una emisión de bonos obligatoriamente convertibles en acciones para reforzar su solvencia financiera, golpeada por el súbito incremento de los tipos de interés en el segundo semestre de 2022. Aunque todos los accionistas con asiento y voz en el órgano de gobierno del grupo editor de El País aprobaron la operación, solo dos, Amber Capital y Vivendi, se han comprometido a suscribir esa ampliación de capital en diferido por 130 millones de euros, el 47% del capital actual.
El compromiso de Amber Capital, dueño actual del 29,7% de Prisa, estaba descontado porque ha sido Joseph Oughourlian, el director ejecutivo del fondo y el presidente del grupo de medios, el que ha empujado a levantar nuevos fondos para hacer frente al elevado coste de una buena parte de la deuda. Faltaba saber qué haría Vivendi, que posee el 9,9% de las acciones, ya que pese a su interés por tomar una participación mayor, debía conseguir el visto bueno del Gobierno para superar el límite del 10% impuesto por la Moncloa para proteger las empresas consideradas estratégicas y afectadas por la pandemia, la guerra de Ucrania y la subida vertical de los tipos de interés.
Aunque la pasada primavera le negó la posibilidad de alcanzar hasta el 29,9%, después de que la multinacional francesa pidiera expresamente el plácet del Gobierno, Vivendi ha conseguido ahora vía libre para sobrepasar ese umbral, sin concretar hasta dónde llegará. Una autorización implícita que se produce después de que el propio Oughourlian solicitara a la Moncloa que facilitara al grupo galo subir su participación, porque es de los pocos accionistas con capacidad financiera y disposición para comprar más acciones.
La noticia ha sido recibida con muestras de euforia por parte de Prisa en bolsa. La cotización del grupo de medios ha repuntado este martes un 25,39%, hasta situarse en los 0,40 euros, su nivel más elevado desde el pasado septiembre y por encima del precio de conversión de las obligaciones en acciones, que ha sido fijada en 0,37 euros.
Como publicó El Confidencial el pasado 29 de diciembre, el presidente de Prisa planteó al Gobierno la dicotomía de desbloquear el camino a Vivendi para asegurar el éxito de una operación financiera clave, que reducirá de forma significativa el coste de la deuda, o asumir el riesgo de que la suscripción se quedara incompleta y pusiera en riesgo la solvencia del grupo editor de El País y Cadena SER.
Según el comunicado remitido por Prisa a la CNMV, Amber y Vivendi se han comprometido a suscribir el 45% de la emisión de bonos convertibles, es decir, 61 de los 130 millones que la compañía persigue conseguir para amortizar una deuda por la que paga un tipo de interés del 8% más el euríbor. Es decir, más del 11%, frente al 1% fijo anual que abonará ahora por los títulos de renta fija. A falta de saber qué harán el resto de accionistas, si ejercerán o no su derecho proporcional, queda claro que el inversor francés superará el límite del 10% cuando canjee los bonos por acciones. Si bien el plazo máximo son cinco años, se prevé que los puedan canjear cada 12 meses.
Los que no se han comprometido hasta el momento son los Polanco, fundadores de Prisa y propietarios aún del 7,6%, muy lejos del 60% que llegaron a tener antes de que el grupo entrase en problemas financieros. Tampoco se han pronunciado los distintos millonarios mexicanos, como Carlos Slim, Roberto Alcántara y Carlos Fernández, que suman cerca del 10% del capital. Ni Global Alconada, la sociedad que agrupa a una serie de empresarios españoles vinculados a la Moncloa y que la pasada primavera compraron un 7% del capital que estaba en manos de Telefónica. El Banco Santander, con el 4%, y la operadora, que retiene el 1,9%, tampoco han dicho qué harán con sus derechos de suscripción, si bien en el mercado se da por hecho que no los ejercerán.
En consecuencia, Vivendi se postula como el gran accionista de referencia de Prisa a medio plazo, ya que Amber Capital, cuya naturaleza como fondo de capital riesgo es vender las empresas que compra, saldrá antes o después del capital, cuando consiga recuperar parte del ingente dinero invertido.
El consejo de administración de Prisa aprobó este lunes una emisión de bonos obligatoriamente convertibles en acciones para reforzar su solvencia financiera, golpeada por el súbito incremento de los tipos de interés en el segundo semestre de 2022. Aunque todos los accionistas con asiento y voz en el órgano de gobierno del grupo editor de El País aprobaron la operación, solo dos, Amber Capital y Vivendi, se han comprometido a suscribir esa ampliación de capital en diferido por 130 millones de euros, el 47% del capital actual.