Doble viaje del CEO de Vivendi a Madrid para desatascar la operación 'El País'

El Gobierno de Pedro Sánchez tiene apenas dos semanas para pronunciarse sobre la petición de Vivendi de permitirle alcanzar hasta el 29,99% del capital de Prisa, grupo editor de 'El País' y dueño de la Cadena SER. El grupo francés, cuyos medios suelen situarse ideológicamente en el centroderecha, solicitó el permiso a Moncloa hace casi seis meses y, de momento, no ha obtenido respuesta oficial del Ejecutivo del PSOE y de Unidas Podemos. Por ello, Arnaud de Puyfontaine, consejero delegado de la multinacional francesa, ha visitado Madrid dos veces en las últimas dos semanas con el fin de desbloquear el visto bueno gubernamental.

Vivendi, que posee el 9,93% de Prisa desde enero de 2021, comunicó al consejo de administración de Prisa el pasado 25 de octubre que había presentado la solicitud al Gobierno para poder llegar hasta el 29,99%, el límite máximo para no tener que lanzar una oferta pública de adquisición (opa). La autorización es necesaria desde que Pedro Sánchez, tras el derrumbe bursátil generalizado provocado por el covid-19, aprobó un real decreto por el que ningún inversor puede comprar, sin plácet oficial, más del 10% de una compañía que Moncloa considere estratégica, normativa que vencía la última Navidad y que fue extendida hasta finales de 2022.

El desembarco de Vivendi tuvo en su momento el visto bueno de Prisa, pero el grupo francés sigue esperando el permiso gubernamental. Su consejero delegado estuvo en Madrid la semana del 21 al 25 de marzo, momento que aprovechó para verse con personas vinculadas al consejo de administración de Prisa, presidida por Joseph Oughourlian, y con personas próximas a Moncloa.

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Posteriormente, el pasado 31 de marzo volvió de nuevo a la capital de España para continuar con las negociaciones ante el vencimiento de la fecha límite para recibir el visto bueno del Ejecutivo. Dos días en los que no coincidió con Oughourlian, que por motivos personales estaba en Londres. Fuentes próximas a las conversaciones indican que uno de los motivos del segundo viaje fue sondear el interés de International Media Group, sociedad luxemburguesa controlada por el jeque catarí Khalid bin Thani bin Abdullah Al Thani, por vender su participación del 5,13% en el grupo de medios español.

Según fuentes financieras, el empresario de Oriente Medio está dispuesto a desprenderse de su paquete accionarial en Prisa, en cuyo consejo de administración entró en diciembre de 2015. Pero el catarí está pidiendo un euro por cada acción, un 35% por encima de la cotización actual. El inversor ha perdido una buena parte del importe que desembolsó por hacerse un hueco en la compañía española, a la que ha apoyado en las dos últimas ampliaciones de capital de 2018 y 2019 por cerca de 763 millones, pagando 1,33 euros por cada título.

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Cotizalia

La demora en la respuesta del Gobierno a Vivendi se debe, según otras fuentes, al recelo de algunos dirigentes socialistas de permitir que un grupo extranjero, inclinado al centroderecha, tome una participación muy relevante en Prisa, a un año y medio vista de las próximas elecciones generales en España, con una precampaña que muy probablemente empiece con meses de antelación. Entre ellos, citan a Miguel Barroso, exsecretario de Estado de Comunicación durante los dos primeros años de Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y asesor del presidente hasta 2011.

El papel de Telefónica

Barroso es consejero dominical de Prisa en nombre de Amber Capital, que controla el 29,99% del capital, y también ocupa una silla en el órgano de gobierno del diario 'El País'. El directivo es también uno de los hombres fuertes de la multinacional del sector publicitario WPP, que a su vez es accionista de Mediapro, la productora de televisión de Jaume Roures.

La designación de Barroso como consejero se produjo después de que Amber y Telefónica, que tiene el 9% de Prisa, acordaran la salida de Javier Monzón como presidente y relegaran a un segundo plano a los Polanco, la familia fundadora, y al Banco Santander. Otras fuentes indican que Vivendi ha estado interesada en la compra de Movistar+, la plataforma de televisión de pago de la empresa de telecomunicaciones, que durante varios meses ha estado analizando la entrada de un socio industrial. La francesa es dueña de Canal+ Francia, además de accionista destacado de Mediaset (Telecinco), de la que aún controla el 19% de las acciones.