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Botín salva a Polanco del impago y dificulta la toma de control de Prisa por Vivendi
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TRAS CINCO PRÓRROGAS

Botín salva a Polanco del impago y dificulta la toma de control de Prisa por Vivendi

Banco Santander y la familia fundadora de 'El País' ultiman un acuerdo para extender un crédito de 45 millones cuya garantía es casi el 8% de la compañía editora de medios

Foto: Vista de la fachada del edificio de la sede en Madrid del Grupo Prisa. (EFE/Luca Piergiovanni)
Vista de la fachada del edificio de la sede en Madrid del Grupo Prisa. (EFE/Luca Piergiovanni)
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Ana Botín y la familia Polanco preparan un acuerdo definitivo y a largo plazo para que la familia fundadora de Prisa no sea ejecutada por impago ni tenga que malvender sus acciones a Vivendi. La presidenta de Banco Santander ultima una refinanciación con los editores de ‘El País’ y Cadena SER por los 45 millones de euros que les prestó para mantener su participación de casi el 8% en el grupo de medios de comunicación después de haberles dado hasta cinco prórrogas. La entidad renuncia así a ejecutar a los empresarios y a quedarse con este paquete, que la convertiría en el segundo mayor accionista del 'holding'.

Las partes llevan meses negociando un acuerdo que ponga fin a una agonía que empezó en 2018 y que se acentuó con la irrupción de la pandemia. Javier García de Carranza, vicepresidente ejecutivo sénior de Banco Santander y máximo responsable del área de Reestructuraciones, es la persona que se ha encargado de las negociaciones, de las que Ana Botín ha estado informada al detalle debido a la importancia del cliente, Prisa, con una sensibilidad mediática y política muy relevante, más que por el importe a cobrar.

Según estas fuentes, el banco ha exigido a los Polanco nuevas garantías para alargar el préstamo, cuya última prórroga les fue concedida en septiembre de 2021 y que venció a finales del pasado mes de enero. La familia, que a su vez es inversora destacada de algunos de los fondos de capital riesgo del Santander, ha decidido poner sobre la mesa parte de los activos inmobiliarios que acumula Rucandio, la cabecera de la fortuna familiar, que tiene intereses en promociones inmobiliarias y hoteles en Canarias, así como en activos de energías renovables a través de Q-Energy.

Foto: Vista de la fachada del edificio de la sede en Madrid del Grupo Prisa. (EFE/Luca Piergiovanni)

Hasta la fecha, las garantías del préstamo que el banco les dio en 2018 y que les fue extendido en 2019 eran las propias acciones de Prisa. Un dinero con el que los Polanco pudieron acudir a las dos ampliaciones de capital de 565 y 200 millones, respectivamente, llevadas a cabo por el grupo para salir de la situación de insolvencia. Pero las acciones fueron suscritas a 1,33 euros cada una, cuando en bolsa apenas valen 0,62 euros, es decir, menos de la mitad, por lo que la familia tiene un agujero con el Santander de casi 25 millones.

Fuentes oficiales del banco han declinado hacer ningún comentario sobre esta información, si bien otras fuentes próximas a la institución financiera admiten que el acuerdo está muy avanzado y pendiente solo de los últimos detalles. El Santander ya provisionó hace más de un año la pérdida de esta financiación, como le obliga la supervisión del Banco Central Europeo (BCE), por lo que en la negociación con los Polanco se han tomado en cuenta otros factores de carácter más político y estratégico.

Bloqueo a la francesa

Especialmente, porque de ejecutar la garantía, el banco se quedaría con ese cerca del 8% de Prisa, por lo que, sumado al 4% que aún mantiene en cartera, elevaría su participación al 12%. Este porcentaje lo convertiría en el segundo mayor accionista del grupo de medios, tan solo por detrás de Amber Capital (29,99%), una posición que devolvería a Botín a una posición tan influyente como incómoda en ‘El País’ y en Cadena SER, dos enseñas mediáticas vinculadas históricamente al PSOE y ahora a Pedro Sánchez.

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Especialmente si se tiene en cuenta que, a finales de 2019, Amber y Telefónica, que controla el 9%, con el apoyo externo de Vivendi, que ya tiene el 10% y ha pedido autorización al Gobierno para llegar al 30%, destituyeron como presidente a Javier Monzón, el hombre de confianza de la banquera, en lo que fue una derrota sin precedentes por el control del 'holding' periodístico. Una herida que aún supura en la ciudad financiera de Boadilla del Monte (Madrid), sede operativa del grupo.

Al dar más tiempo a los Polanco para devolver el crédito, el Santander evita también, además de quedarse con las acciones o malvenderlas en bolsa, que Vivendi se aproveche de la situación de debilidad de la familia para comprarles su participación a un precio —ahora cotiza a 0,62— que sería considerado ridículo, ya que por el 10% que adquirieron a HSBC pagaron 0,93 euros por título. En consecuencia, el grupo francés se alzaría con casi el 20% del capital y anularía a los fundadores y cualquier opción del banco de recuperar poder.

Ana Botín y la familia Polanco preparan un acuerdo definitivo y a largo plazo para que la familia fundadora de Prisa no sea ejecutada por impago ni tenga que malvender sus acciones a Vivendi. La presidenta de Banco Santander ultima una refinanciación con los editores de ‘El País’ y Cadena SER por los 45 millones de euros que les prestó para mantener su participación de casi el 8% en el grupo de medios de comunicación después de haberles dado hasta cinco prórrogas. La entidad renuncia así a ejecutar a los empresarios y a quedarse con este paquete, que la convertiría en el segundo mayor accionista del 'holding'.

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