Los Polanco lanzan otro SOS a Botín para evitar la ejecución de su 7,6% de Prisa

El futuro del capital de Prisa vuelve a estar en manos de Ana Botín, a quien el Gobierno, con la colaboración de Amber Capital y de Telefónica, le amputó su influencia al destituir a Javier Monzón, su hombre fuerte en el grupo de medios de comunicación. Según fuentes financieras, los Polanco, los fundadores de 'El País' y propietarios aún del 8% del capital, le han pedido al Banco Santander una cuarta prórroga para evitar que parte de sus acciones sean ejecutadas por la entidad financiera por incumplir las obligaciones contraídas por un préstamo de 43,9 millones.

Desde hace ahora un año, los Polanco han incumplido las garantías que le exigió la entidad presidida por Ana Botín, que fue quien les financió la suscripción de las dos ampliaciones de capital que Prisa hizo en 2018 por 563,2 millones y en 2019 por 200 millones. Como los Polanco no disponían de liquidez en aquel momento, el Santander les concedió dos créditos para que su participación del 8,3% no se diluyera a apenas el 2% y seguir manteniendo un núcleo de accionistas de control.

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Cotizalia

Los Polanco justifican este incumplimento por el efecto del covid-19 en la cotización de Prisa, que era la garantía que presentaron para la obtención del préstamo. Por eso, cuando irrumpió la pandemia, la familia pidió tres meses de plazo —hasta junio— al Santander para cumplir con su deber. Un periodo que posteriormente se extendió hasta septiembre y, por última vez, hasta diciembre de 2020.

Pero, según el contrato, la última prórroga ya no se puede alargar más allá de este mes de marzo, salvo que el Santander le de otro balón de oxígeno a los Polanco o aporten nuevas garantías. Fuentes financieras indican que Botín no quiere ejecutar a los fundadores de 'El País' porque no le gustaría quedarse con acciones de una compañía donde un núcleo duro de inversores la expulsó el pasado mes de diciembre con una maniobra por la espalda.

Por elllo, la presidenta cántabra les ha reclamado que, pese a la recuperación de la cotización de Prisa en el último trimestre del pasado año, hasta alcanzar los 1,05 euros por título, aporten nuevas garantías personales porque el entorno de Botín considera que los Polanco participaron de forma indirecta en la estrategia para desbancar de la presidencia de Prisa a su hombre de confianza.

Quedarse con el 7,6% de los Polanco para venderlo en el mercado provocaría una caída de la cotización por la escasa liquidez

Según distintas fuentes, las negociaciones se basan en alcanzar un acuerdo más a largo plazo, puesto que el citado préstamo de 44 millones, incluidos ya los intereses no abonados, expira el próximo año. El Santander ya ha tenido que provisionar ante el Banco Central Europeo (BCE) esta línea de financiación al considerarse incumplida, por lo que ya no tiene nada que perder. Su objetivo ahora es recuperar todo lo posible, lo que pasa por tener nuevas garantías o quedarse con las acciones y venderlas en el mercado.

Una alternativa esta última que, sin embargo, iría contra sus propios intereses porqque el grupo financiero dirigido por Botín aún mantiene de forma directa un 4% del capital. Quedarse con el 7,6% de los Polanco para venderlo en el mercado provocaría una caída de la cotización por la escasa liquidez que tiene el valor, por lo que su propia participación valdría menos. Otra opción, según fuentes financieras, es que los Polanco, antes de que puedan ser ejecutados ahora en los próximos 12 meses, traspasen sus acciones a un tercero, como puede ser Viviendi, que ya se ha hecho con el 9,9% y aspira a llegar al menos al 20%.