Botín da seis meses a los Polanco para no ejecutar sus acciones de Prisa por impago

La crisis económica derivada del covid ha hecho mella en los Polanco, fundadores de Prisa y aún hoy de los accionistas importantes de la compañía dueña de 'El País' y la Cadena SER. El desplome del turismo ha dañado sus inversiones inmobiliarias en Canarias, donde tienen varias promociones de lujo, y el derrumbe de la bolsa ha llevado a mínimos el valor de su 8,3% en el grupo de medios de comunicación. Hasta el punto de que los históricos dueños del grupo de comunicación han tenido que pedir un auxilio a Banco Santander, que les acaba de dar tres meses más de vida para poder hacer frente a sus deudas.

Según aseguran fuentes próximas a la familia, los Polanco deben 43,9 millones de euros a la entidad presidida por Ana Botín, que fue quien les financió la suscripción de las dos ampliaciones de capital que Prisa hizo en 2018 por 563,2 millones y en 2019 por 200 millones. Como los Polanco no disponían de liquidez, el Santander les concedió dos créditos para que su participación del 8,3% de los fundadores no se diluyera a apenas el 2% y seguir manteniendo un núcleo de accionistas de control.

Junto con el paquete de Telefónica (9%), de un jeque de Qatar (5%), del mexicano Carlos Fernández (5%) y el propio 4% del Santander, este grupo de inversores blindaba Prisa del intento del fondo Amber Capital (29%) de tomar la gestión y trocear la compañía. Una maniobra que volvió a coger fuerza el pasado verano, cuando la firma de 'private equity' trató sin éxito de relevar al presidente Javier Monzón, nombrado hace casi dos años a propuesta de Banco Santander.

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Pero aquellos dos préstamos de 43 millones tenían como garantía las propias acciones de Prisa suscritas en la ampliación de capital a 1,33 euros. Hoy, esos títulos apenas valen 0,57 euros, por lo que los Polanco incumplen, según fuentes oficiales, la ratio de cobertura del crédito. Por ello, la familia pidió a finales de marzo una dispensa al Santander, que les dio tres meses más para cubrir un agujero de más de 25 millones. En junio, al ver cómo la cotización no recuperaba el terreno perdido tras la irrupción del covid, el banco les volvió a conceder otros 90 días adicionales.

El pasado 23 de septiembre, la familia, ante la presunta imposibilidad de hacer frente a sus obligaciones, reclamó a Ana Botín tres meses más de gracia. Una dispensa que la presidenta del banco, que está al tanto personalmente de la situación de este préstamo fallido, ha otorgado, con la posibilidad de prorrogarla hasta marzo de 2021. Si llegado ese momento las acciones no han recuperado los 1,33 euros, el Santander tiene el derecho de ejecutar el préstamo y quedarse con los títulos, por lo que llevaría hasta el 12% del capital del grupo de medios.

Difícil nueva refinanciación

Según fuentes financieras, los Polanco tienen tasado su 8,3% de Prisa en casi 81 millones de euros. Pero el valor bursátil real de esa participación es de apenas 33 millones, por lo que la familia acumula unas minusvalías latentes próximas a los 50 millones. El pago del crédito, cuyos intereses se capitalizan (el importe total supera ya los 45 millones), tiene un vencimiento único en febrero de 2022.

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Los Polanco confían en la recuperación bursátil de Prisa en estos cinco meses que quedan para esa fecha límite. Pero lo cierto es que la editora de 'El País' está en pleno proceso de refinanciación con los acreedores de su abultada deuda de 1.200 millones y, de nuevo, con ruido de sables en el consejo de administración.

Una de las posibilidades que se barajaban era la de dividir el grupo en dos, para separar el negocio de educación (Santillana) del de medios de comunicación, pero no tenía el visto bueno de algunos consejeros afines al Santander. Principalmente, porque se descapitalizarían 'El País' y la Cadena SER en un momento muy delicado, dado el desplome de su principal vía de ingresos, la publicidad.

Finalmente se ha optado por la venta de Santillana, comunicada este lunes a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) a la filandesa Sanoma Corporation por 465 millones de euros, operación de la que queda excluida la actividad en Latinoamérica, que seguirá siendo desarrollada por Prisa indirectamente.

Por otro lado, según otras fuentes, Prisa también contemplaría para superar esta situación la posibilidad de ser receptora de los fondos que va a conceder la Unión Europea para hacer frente a la crisis. Una de las herramientas que contempla el plan comunitario es el "instrumento de apoyo a la solvencia", que serviría para "prestar apoyo en forma de capital a las empresas viables de todos los sectores económicos para permitirles abordar los problemas de solvencia provocados por la pandemia de coronavirus". Este formato de ayuda serviría para capitalizar el grupo y ganar tiempo mientras escampa la tormenta. La compañía ha tenido que reducir capital en más de 1.000 millones en los últimos años para salir de lo que se llama causa de disolución o quiebra técnica.