Álvarez-Pallete rompe con Ana Botín en la batalla por el control de Prisa
El 9,4% de Telefónica apoyó la propuesta del fondo de inversión de Joseph Oughourlian, con lo que la mayoría para sacar al presidente respaldado por el Banco Santander era segura
De ser neutral a tomar partido. José María Álvarez-Pallete ha dejado de darse mus en la partida por el control de Prisa. Telefónica puso en la junta extraordinaria de este viernes su 9,4% del capital a favor de la salida de Javier Monzón, un punto extraordinario en el orden del día que el fondo Amber Capital incluyó sobre la marcha esa misma mañana. Sin la participación de HSBC en la votación, con una participación del 9%, por conflicto de interés al ser también acreedor, la suerte estaba echada y la mayoría para sacar al presidente respaldado por el Banco Santander también era segura.
El movimiento de la operadora ha sido clave para que el pulso entre Amber Capital (30%) y el núcleo aglutinado en torno a Ana Botín (Alcántara, Slim, Fernández, Polanco…) se decantara del lado del fondo oportunista, al que también han apoyado otros inversores financieros recién incorporados al capital como Melqart (4%). De esta manera, el órdago rumiado durante los primeros meses del año se ha consumado seis meses después de la junta ordinaria de junio, donde Monzón salvó el envite a cambio de valorar la división del grupo en dos, Medios y Santillana, tal como reclama Joseph Oughourlian.
Y aunque no era la guerra de la operadora, hacía tiempo que Pallete había decidido mover ficha para desbloquear la situación. No en vano, el pasado febrero sondeó al empresario audiovisual José Miguel Contreras, con el que tiene amistad, para conocer su disposición a entrar como consejero independiente en Prisa. Un primer paso para cambiar los equilibrios de poder en el órgano de gobierno de la compañía. "El viraje de Telefónica ya venía emitiendo señales", señalan fuentes financieras, "y eso hacía cada vez más débil al presidente, que desdeñó esa posibilidad".
Esta vez, la embestida de Amber Capital fue algo más que dialéctica. Había sumado para su causa a Pallete, que al final encontró argumentos para abandonar su neutralidad. Según fuentes próximas al presidente de la operadora, "era consciente de que estaban jugando a sus espaldas, de que los criterios políticos primaban sobre los profesionales y de que existía un sesgo más favorable hacia las tesis de otros accionistas de referencia". De alguna manera, el bloque defensor de Monzón nunca pensó que Telefónica se atrevería a dar ese paso, aunque ya venía emitiendo señales.
Al margen de estas razones, otros elementos vinculados a Telefónica habían puesto sobre aviso al equipo de Monzón. Todos ellos estaban referidos a la posibilidad de que su presidente, en la cuerda floja por el desempeño bursátil de la compañía, pudiera alinearse con los intereses de Amber, dispuesto a modificar la orientación editorial del grupo para conseguir una desinversión más exitosa. Por eso, el hecho de que el Estado pueda adquirir hasta un 5% de la operadora, al calor de las inversiones previstas con los fondos europeos de Next Generation, respaldaría esa tesis.
Sea como fuere, Pallete ha preferido ponerse rojo una vez y plantar cara al Santander, aun a riesgo de quedar señalado dentro del Ibex como el primer grande (sin contar a Iberdrola) que se alinea con el marco argumental del Gobierno favoreciendo el cambio de roles dentro de Prisa y, por extensión, un posible viraje editorial más afín a Moncloa. Pero ese riesgo también ha estado presente en la decisión, "porque el 'establishment' tampoco ya es el que fue", aseguran desde su entorno para respaldar la legitimidad de su decisión: "Tiene elementos de defensa y los utilizará".
El próximo martes 22 de diciembre, Prisa celebrará un nuevo consejo de administración para formalizar la salida del presidente y de la consejera independiente Sonia Dulá, que llegó apadrinada por Monzón, según fuentes internas. Uno de los nuevos vocales parece que será Contreras, que ha negado por activa y pasiva su condición de presidenciable. "No debería sorprendernos que Oughourlian ocupe de manera interina el puesto varios meses hasta que se proponga a una persona que pueda aportar valor", explican desde el entorno de Amber. Por encima de todo, quieren recuperar su inversión.
De ser neutral a tomar partido. José María Álvarez-Pallete ha dejado de darse mus en la partida por el control de Prisa. Telefónica puso en la junta extraordinaria de este viernes su 9,4% del capital a favor de la salida de Javier Monzón, un punto extraordinario en el orden del día que el fondo Amber Capital incluyó sobre la marcha esa misma mañana. Sin la participación de HSBC en la votación, con una participación del 9%, por conflicto de interés al ser también acreedor, la suerte estaba echada y la mayoría para sacar al presidente respaldado por el Banco Santander también era segura.