Patronal y sindicatos se abren a cubrir el IPC en planes de empleo

Si hay un aspecto en el que patronal y sindicatos están de acuerdo, es en criticar cómo se ha llevado a cabo el diseño del sistema de previsión social que ha impulsado el ministro José Luis Escrivá. Con todo, la inflación podría servir de impulso a que se desarrollen los planes de empleo y haya aportaciones para compensar a los trabajadores.

El gran campo de batalla de la negociación colectiva está siendo la inflación y el deterioro del poder adquisitivo de los asalariados. Los empleados por cuenta ajena en España están a la cola en Europa en cuanto a revalorización de los salarios por convenio, con promedios que apenas superan el 2% frente a niveles de inflación cercanos al 10% en los últimos meses, aunque en octubre reculó hasta el 7,3%.

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Pero hay un resquicio para que se acerquen posturas, y es el nuevo sistema de previsión social. Porque ambas partes, CEOE representando a las empresas y UGT y CCOO a los trabajadores, creen que los planes de empleo dan mayor margen de acuerdos en las negociaciones de los convenios sectoriales. Es decir, que se acuerden aportaciones a planes de empleo para cubrir parte de la subida del IPC. Así lo han mostrado representantes de las tres organizaciones este lunes en unas jornadas organizadas por Pérez Llorca en la sede de CEOE sobre planes de pensiones de empleo.

Esta sería una vía para que la patronal acepte que las empresas realicen esfuerzos para mejorar las condiciones de sus trabajadores, a cambio de que los trabajadores también aporten, ya que se trata de que ambas partes incrementen el ahorro del asalariado para la jubilación a través de los planes de empleo.

Aunque no cubre directamente la pérdida de poder adquisitivo, esta vía tiene varias ventajas. La más evidente es que ambas partes, patronal y sindicatos, podrían vender este acuerdo, al menos en los convenios sectoriales, sin que parezca que han dado su brazo a torcer. La siguiente, que no genera efectos de segunda ronda (inflación que genera inflación), argumento que usa CEOE para negar una cláusula de revisión salarial con el IPC, mientras que los sindicatos alegan que, esta vez, la inflación se debe a motivos externos —como el shock energético— que invalidarían esto. Y, en tercer lugar, aunque no se cubre la pérdida de poder adquisitivo, las aportaciones a planes de empleo se desgravan de la base imponible de la renta, con un máximo de 8.500 euros si hay aportaciones de 4.250 euros por cada una de las partes.

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El convenio de la construcción ha sido el primer hito para el impulso de los planes de empleo desde el acuerdo con el Estado en 2004 para el desarrollo de un plan de pensiones para los funcionarios, según Carlos Bravo, secretario de Protección Social y Políticas Públicas de CCOO. Aunque ha advertido de que quedan cosas por aclarar en este convenio, es un acuerdo que afecta a un millón de trabajadores por cuenta ajena y a 300.000 por cuenta propia vinculados, y cree que no es una excepción.

"Con la inflación elevada, hay una oportunidad para el desarrollo de los planes de empleo", ha señalado Bravo, posición que comparte Fernando Luján, secretario confederal de UGT. Ambos han recalcado que la clave son los salarios, pero creen que hay margen para llegar a acuerdos a través de este instrumento de previsión social, algo en lo que coincide Olimpia del Águila, responsable de las áreas de Seguridad Social e Igualdad de CEOE.

Desde CEOE creen, además, que el nuevo sistema de previsión social “va a dar juego” en la negociación del convenio de químicas y farmacéuticas, pendiente para el año que viene, y que tiene una cláusula de revisión salarial para 2024 si el IPC supera el 2% en los tres años anteriores, algo que parece que va a ocurrir. Esto da mayor flexibilidad para que CEOE abra la mano a un acuerdo. Asimismo, el convenio nacional del metal está en vigor hasta el próximo año, y desde la patronal ya señalan que las aportaciones a los planes de empleo son una de las materias que quieren llevar a la negociación con los sindicatos.