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El contrato de gas argelino se atasca en plena crisis política y amenazas con el suministro
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Sánchez pide ir a Argelia

El contrato de gas argelino se atasca en plena crisis política y amenazas con el suministro

Responsables de alto nivel argelinos señalan a El Confidencial que Naturgy, la empresa que gestiona la mayor parte del suministro gasista a España, debe concretar ya si acepta los términos ofertados por el país norteafricano

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, junto con el canciller alemán, Olaf Scholz. (EFE/EPA/Clemens Bilan)
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, junto con el canciller alemán, Olaf Scholz. (EFE/EPA/Clemens Bilan)
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Argelia quiere concretar ya la renovación del megacontrato de suministro de gas a España que gestiona Naturgy, unas negociaciones que llevan ya cerca de 10 meses de duración y que se han visto golpeadas por varios terremotos geopolíticos, desde la invasión rusa de Ucrania, que ha disparado los precios de la materia prima, al cambio de postura del Gobierno español con el Sáhara y Marruecos.

"En la negociación sobre el precio del gas, Naturgy arrastra los pies. Debe responder rápidamente tanto sobre la aceptación del nuevo precio como sobre la duración de los nuevos términos de referencia relativos a los precios. Los italianos (ENI) y los franceses (Engie) ya lo han aceptado. Es ahora cuando hay que garantizar el suministro del gas de cara al futuro. La ventana de oportunidad está aún abierta. Pero si en un plazo razonable no hay acuerdo, si se fracasa, Sonatrach estará en su derecho de cortar el suministro", aseguran a El Confidencial fuentes argelinas de alto nivel.

Foto: Sede de la energética argelina Sonatrach.

La cuestión estalla en el peor momento, cuando las relaciones diplomáticas entre Argel y Madrid están más deterioradas y los precios del gas en los mercados internacionales son 15 veces más altos de lo que era habitual (el gas cuesta en el mercado TTF más de 300 euros por MWh, cuando en la última década rondaba los 20 euros por MWh).

El Confidencial avanzó el pasado lunes que España estaba intentando hacer acercamientos a Argelia, un extremo que fue abortado por las presiones de Marruecos. Este mismo martes, el presidentel del Gobierno, Pedro Sánchez, decía de forma explícita en presencia del canciller alemán, Olaf Scholz, que le "encantaría ser él quien viajara a Argelia". Pocas horas después, la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, se reunía con el presidente de Naturgy, Francisco Reynés.

Naturgy firmó un megacontrato de suministro de gas con Sonatrach en 2019, la gasista estatal argelina, para abastecer por tubería a España hasta 2031. No obstante, estos contratos cuentan con cláusulas ordinarias de revisión del precio cada tres años. En este caso, se da la paradoja de que Naturgy pidió renegociar a la baja durante la pandemia, cuando el gas se hundió hasta los cinco euros por MWh. Sin embargo, desde octubre de 2021 se encuentra negociando la revisión que tocaba por plazo, dado que en los términos establecidos había de revisarse el contrato ya para 2022.

placeholder El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez (i), y Mohamed VI de Marruecos. (EFE/Ballesteros)
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez (i), y Mohamed VI de Marruecos. (EFE/Ballesteros)

Sobre esta cuestión, fuentes de Naturgy se limitan a señalar que "las negociaciones por la revisión de precios continúan. Las relaciones con Sonatrach son buenas y es un socio fiable de Naturgy desde hace décadas". Fuentes del sector consultadas por este medio señalan que la revisión ordinaria que negocian es de precio, no de volumen ni de duración, como estarían aludiendo los responsables de alto nivel argelinos. Además, consideran que la cuestión trasciende las relaciones comerciales y las hipotéticas presiones estarían buscando castigar al Gobierno español más que a la compañía. De hecho, de manera oficial, el Gobierno de Argelia señaló en junio que el suministro de gas a España estaba garantizado, por lo que ven difícil que se diera el extremo de una interrupción del bombeo a través del gasoducto Medgaz, que llega directo a Almería desde las costas argelinas por el mar Mediterráneo.

Por su parte, fuentes del Ministerio de Exteriores señalan que el Gobierno no entra en negociaciones de un contrato privado entre agentes económicos como son en este caso Sonatrach, empresa pública argelina, y Naturgy. Otras fuentes consultadas por este medio al tanto de las negociaciones dan por hecho que Naturgy trata de retrasar la firma de la renegociación para lograr un mejor precio. En este sentido, Naturgy ya ha provisionado cerca de 1.500 millones de euros para, entre otros fines, hacer frente a la subida de precios de la renegociación de este contrato, que tendría que estar vigente desde principios de este año.

Foto: El rey de Marruecos, Mohamed VI, y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. (EFE/Mariscal)

En los últimos meses, el envío de gas de Argelia a España ha caído, pasando de ser el primer exportador hacia territorio nacional a ser superado por EEUU, pese a que la potencia norteamericana tiene que hacer llegar el hidrocarburo por barco. Ya en octubre, las malas relaciones con Marruecos llevaron a Argelia a suspender el suministro por el gasoducto del Magreb, que llega a España por territorio marroquí.

Las circunstancias no han parado de complicar la negociación para Naturgy en el último año. A la subida estratosférica de los precios hay que añadir la ruptura de relaciones de Argelia con España por el apoyo de esta a Marruecos con respecto a su relación con el Sáhara. Y a todo lo anterior, la guerra de sanciones contra Rusia ha convertido a Argelia en una alternativa de suministro para muchos países, con lo que Sonatrach ha logrado mejorar su posición internacional gracias al aumento de la base de sus potenciales clientes.

placeholder La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, conversa con el ministro argelino de Energía y Minas, Mohamed Arkab. (EFE)
La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, conversa con el ministro argelino de Energía y Minas, Mohamed Arkab. (EFE)

Prueba de lo anterior es que mientras España se distanciaba de Argelia con su apoyo al régimen de Mohamed VI, históricamente enfrentado a Argelia, primeras potencias como Italia o Francia estrechaban los lazos comerciales y energéticos con el país gobernado por Abdelmadjid Tebboune. Tanto Emmanuel Macron como Mario Draghi han hecho visitas oficiales a Argel y sus grandes multinacionales, como Engie y ENI, han renovado y elevado sus acuerdos comerciales de suministro de gas. Una circunstancia que no pasa desapercibida para las autoridades argelinas para presionar a Naturgy, a su vez uno de los mayores socios comerciales del país norteafricano.

El portavoz del Gobierno francés, Olivier Véran, dijo que "pronto se harán anuncios" sobre un posible aumento de las entregas de gas argelino a Francia, al día siguiente de la visita de Emmanuel Macron a Argelia. Según Europe 1, se están llevando a cabo negociaciones entre Engie, cuya presidenta, Catherine MacGregor, formaba parte de la delegación oficial, y los responsables argelinos, para llevar este aumento al 50% de los volúmenes actuales. Durante su viaje, el presidente francés había subrayado que Francia "depende poco del gas en su 'mix' energético, alrededor del 20%, y en este 'mix', Argelia representa entre el 8 y el 9%", pero el objetivo era llegar al 15%.

Argelia ha cerrado recientemente acuerdos con Italia para aumentar sus entregas de aquí a finales de año a través del gasoducto Transmed. Argelia se ha convertido en el primer proveedor de Italia, por delante de Rusia, tras la invasión de Ucrania. El primer ministro italiano, Mario Draghi, visitó Argelia dos veces este año, la última a principios del verano, y consiguió un aumento de sus importaciones de gas de unos 4.000 millones de metros cúbicos.

Foto: El presidente ruso, Vladímir Putin, durante una visita a una planta para licuar el gas natural en Sabetta, Rusia. (EFE/Alexei Druzhinin)

La consultora experta en relaciones energéticas del norte de África de North Africa Risk Consulting, 'think tank' próximo a Argel, ponía en valor en un reciente informe el amplio abanico de socios comerciales que se están acercando a Argelia gracias a sus grandes reservas gasistas, cada vez más cotizadas. Así, además de Italia o Francia, añade el estrechamiento de las relaciones diplomáticas con otros países como Rusia, China, Siria, Arabia Saudí o EEUU. Todo ello mientras mantiene el pulso con España y sobre todo con Marruecos. Al punto de que en junio Argelia llegó a romper el tratado de buena amistad y cooperación. Hay empresas exportadoras españolas que siguen denunciando bloqueos allí.

El jefe del Gobierno, Pedro Sánchez, hizo ayer un guiño a Argelia en la rueda de prensa que ofreció con el canciller Olaf Scholz cerca de Berlín. “Me encantaría ser yo el que fuera a Argelia”, declaró tras ser preguntado por los recientes viajes a ese país del presidente francés, Emmanuel Macron, y del primer ministro italiano, Mario Draghi, para, entre otras cosas, incrementar las compras de gas a ese país.

Foto: Mario Draghi y el presidente de Algeria, Abdelmadjid Tebboune. (EFE/EPA/APS)

España está en crisis con Argelia desde que Sánchez envió, en marzo, una carta a Mohamed VI alineándose con Marruecos en el conflicto del Sáhara Occidental. De hecho, la presión de Sonatrach a Naturgy no se entiende fuera de este contexto político. Para empezar a normalizar la relación, las autoridades argelinas no exigen que Sánchez rompa la misiva que envió al monarca, según indicaron la semana pasada después de que unas declaraciones de Josep Borrell, el alto representante de la UE para la Política Exterior, fueron interpretadas en Argel como un intento de rebajar la tensión entre España y Argelia.

La condición que pone Argel

Solo un "posicionamiento claro, mediante una declaración oficial del Gobierno español, de que cumplirá la legalidad internacional, de que España respeta la integridad territorial de Marruecos en sus fronteras legalmente reconocidas", que no incluyen al Sáhara Occidental, podría allanar el camino hacia la normalización, repitió insistentemente un alto cargo argelino que pidió no ser citado por su nombre. El objetivo de la diplomacia argelina es que quede claro que el bandazo de España en política exterior no significa que sigue los pasos de EEUU y reconoce la soberanía marroquí sobre el Sáhara como interpreta, a veces, la prensa de Casablanca o Rabat.

La interpretación apaciguadora de las palabras del alto representante hecha en Argel fue de corta duración. La ventana de oportunidad que parecía haberse abierto quedó cerrada. A las 24 horas, el 24 de agosto, Borrell rectificaba tras recibir insistentes llamadas del ministro marroquí de Asuntos Exteriores, Nasser Bourita. Este convenció también a su homólogo español, José Manuel Albares, de que reconfirmase la nueva posición de España y así lo hizo ese mismo día en la Cadena SER. Recordó la declaración conjunta hispano-marroquí del 7 de abril en la que el Gobierno afirma que el plan de autonomía marroquí es “la base más seria, realista y creíble” para resolver el conflicto. Esa declaración, precisó Albares, está en línea con la postura de la UE.

Foto: Pedro Sánchez y el presidente de Argelia, Abdelmedjid Tabboune. (EFE/Fernando Calvo)

“Decir eso es un disparate y un engaño", aseguró Amar Belani, el embajador argelino encargado del seguimiento del contencioso del Sáhara. “La UE nunca ha mantenido que la iniciativa de autonomía marroquí sea el camino para alcanzar una solución”, añadió respondiendo a Albares. “Por el contrario, siempre ha apoyado los esfuerzos del secretario general de la ONU y de su enviado personal”.

Para el alto cargo argelino, "a causa de la negación, por parte del Gobierno español, de su tradicional posición de neutralidad en la cuestión del Sáhara Occidental [negación agravada por su condición de potencia administradora del territorio ocupado], Argelia ha tomado medidas, entre ellas, la suspensión del tratado de amistad bilateral”.

Argelia quiere concretar ya la renovación del megacontrato de suministro de gas a España que gestiona Naturgy, unas negociaciones que llevan ya cerca de 10 meses de duración y que se han visto golpeadas por varios terremotos geopolíticos, desde la invasión rusa de Ucrania, que ha disparado los precios de la materia prima, al cambio de postura del Gobierno español con el Sáhara y Marruecos.

Argelia Pedro Sánchez
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